Erdogan estuvo acompañado de su esposa, Emine Erdogan, y un séquito formado por unas 20 personas, entre los que se encontraban 5 ministros, y también su propia hija.
En un comunicado, el Vaticano indicó que la reunión se desarrolló en un clima de “cordialidad” en el que se conversó sobre “las relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Turquía y se habló de la situación del país, de las condiciones de la comunidad católica, del compromiso de acogida a los numerosos prófugos y de los desafíos que esto conlleva”.
Otro tema importante fue la “situación en Medio Oriente, con particular referencia al estatuto de Jerusalén, evidenciando la necesidad de promover la paz y la estabilidad en la región a través del diálogo y la negociación, en el respeto de los derechos humanos y de la legalidad internacional”.
Durante el tradicional intercambio de regalos, el Papa le entregó a Erdogan un medallón que, afirmó, representa “un ángel de la paz que aplasta al demonio de la guerra” y que es “símbolo de un mundo basado en paz y justicia”.
También le obsequió con un dibujo en el que se observa la Basílica de San Pedro en el año 1600, así como una copia de su encíclica Laudato si’ y su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2018.
Por su parte el presidente turco obsequió al pontífice un gran cuadro de cerámica con una vista de Estambul, y un pequeño cofre de libros, entre los que se encontraba “Mesnevi”, del místico persa del siglo XIII Yalal ad-Din Muhammad Rumi, y otros tres con su historia y su biografía.
La llegada de Erdogan al Vaticano, la primera de un presidente turco en los últimos 59 años, estuvo protegida por un potente dispositivo de seguridad, con las inmediaciones cortadas al tráfico y con controles policiales para acceder a pie al área de San Pedro.
El mandatario viajó a la Santa Sede para abordar con el Papa la situación de Jerusalén y la necesidad de preservar su “estatus quo” después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, la reconociera como capital de Israel, según explicó en una entrevista publicada el domingo por “La Stampa”.
No obstante el Vaticano aún no ha dado detalle alguno sobre las conversaciones.
Al despedirse, Francisco pidió a Erdogan y a su mujer que rezasen por él a lo que el presidente respondió con un “también nosotros esperamos una oración suya”.
Después de reunirse con el pontífice el presidente Erdogan se reunió con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad, a quien acompañaba monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados.+
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