Mons. Martín: “Disponer nuestros corazones para abrir la puerta al Señor”
El prelado rosarino comenzó explicando que la palabra Adviento significa “advenimiento, venida”, y recordó que “los romanos la usaban para explicitar la llegada del emperador o de algún personaje importante”. Y los cristianos “usamos este término para designar la expectativa, la espera de la venida del Salvador, de Nuestro Señor Jesucristo, del Redentor”.
Monseñor Martín mencionó que el tiempo del Adviento “es un tiempo de esperanza, de espera. Cristo ya vino para redimirnos, ya nació hace dos mil años en Belén, ya ha realizado su obra redentora muriendo en la cruz y resucitando triunfante”.
“Pero nosotros, que estamos en el tiempo, necesitamos vivir las distintas etapas de la vida de Cristo, para que también Cristo vaya transformando nuestra vida. Necesitamos recordar y hacer presente esos misterios de nuestra fe”, aconsejó.
El prelado invitó a la comunidad rosarina “a vivir este tiempo como un tiempo de gracia, como un tiempo de renovación espiritual, como un tiempo de preparación”. Y recordó que “lo que hoy esperamos y anhelamos” es la segunda venida de Cristo: “En cada misa después de la consagración decimos: ‘Ven, Señor Jesús’. Este es el anhelo de la Iglesia, de la esposa que espera la venida del esposo”.
Esta segunda venida que “no sabemos cuándo será, sólo Dios Padre sabe el día y la hora”. Pero animó a “estar preparados, siempre expectantes para recibir al esposo, que llega en cualquier momento, que siempre está viniendo”.
Al concluir, alentó a “disponer nuestros corazones para abrir la puerta, y si Él llama, dejarlo entrar en nuestra vida. Él siempre quiere entrar en nuestra vida: aprovechemos este tipo de gracia preparándonos así para la venida del Redentor”.+
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