Las diferentes áreas pastorales de San Luis se reunieron en la Asamblea General Anual
Organizada por la Pastoral diocesana, la asamblea tuvo lugar en el auditorio Santo Tomás Moro, de la Universidad Católica de Cuyo. Por la mañana, se realizaron actividades de oración, discernimiento y reflexión para definir las líneas pastorales que se tendrán en cuenta durante 2017.
El eje de la asamblea fue el Año Jubilar propuesto por el papa Francisco al cumplirse 100 años de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima. En la diócesis de San Luis, según planteó el obispo, este jubileo se vivirá de manera especial, estableciendo el centro de la acción misionera para 2017. En esa línea, el obispo dio inicio a la asamblea con una conferencia sobre el mensaje de la Virgen de Fátima, a partir del cual iluminó las ideas pastorales diocesanas.
"Al final, mi corazón inmaculado triunfará”, fue la promesa de la Virgen que el obispo recordó, invitando a meditar sobre el pedido de oración reparadora, conversión y penitencia que nos hace nuestra Madre Celestial.
El prelado profundizó sobre esta "profecía de bienaventuranza eterna" y la centró en "el misterio de la misericordia de Dios, por quien todo fue creado para que participemos de su amor, pues soló Él tiene primacía".
Monseñor Martínez Perea explicó que "los pastorcitos a los que se manifestó la Virgen de Fátima fueron preparados por un ángel para gozar de la contemplación de Nuestra Señora, desde la profundización de la vida eucarística. Así nosotros debemos renovar nuestra adoración y valoración del sacramento de la eucaristía, para que Dios tenga primacía en nuestras vidas, en nuestra sociedad".
A continuación, el delegado episcopal para la Pastoral diocesana, presbítero Ignacio Daminato, se dirigió a la asamblea y ofreció algunas recomendaciones prácticas para vivir este año jubilar "en clave de misión".
El sacerdote recordó que cada movimiento, institución o servicio pastoral es expresión del Espíritu de Dios y que cada carisma enriquece la vida pastoral de la diócesis. El delegado pidió a todos ellos que "orienten cada vez más sus esfuerzos y su compromiso a fortalecer la vida diocesana", y que "encarnando el mensaje de Fátima, podamos irradiarlo a toda la sociedad".
El padre Daminato explicó que se ha constituido un equipo encargado de coordinar las celebraciones especiales en este año jubilar, y detalló las tres más importantes:
El 13 de mayo la diócesis se consagrará al Inmaculado Corazón de María, a los pies de la Virgen peregrina de Fátima. El acto central tendrá lugar en la catedral Inmaculada Concepción durante la misa de las 19. Cada parroquia, capilla o santuario de la diócesis se unirá a la consagración en el mismo día y hora. Desde la capital, la Virgen peregrina iniciará su recorrido por toda la diócesis, que culminará en Villa Mercedes el 13 de octubre. Ese día a las 20 se celebrará la misa en la iglesia matriz Nuestra Señora de la Merced (Villa Mercedes), y se renovará la consagración en cada parroquia y capilla de la diócesis en forma simultánea. Finalmente, "se convocará a toda la diócesis a unirse a su pastor en la misa que se oficiará el 8 de diciembre en la plaza de la Virgen Desatanudos de la ciudad de San Luis", puntualizó el padre Ignacio.
Los asambleístas compartieron luego un café y se distribuyeron en diversos equipos de trabajo, según área pastoral. Los delegados episcopales para las pastorales de comunicación, misión, social, familia, jóvenes, vocaciones y vida consagrada, educación, catequesis y capillas de adoración coordinaron la actividad, que consistió en compartir y dialogar sobre los principales objetivos y metas de cada área. Después se dieron a conocer las propuestas para vivir el año jubilar mariano e irradiar este espíritu en la diócesis desde la acción particular de cada área.+
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