mayo 2017

Buenos Aires (AICA): El arzobispo de Resistencia y presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, monseñor Ramón Dus, invitó a participar del Simposio Internacional de Catequesis previsto del 11 al 14 de julio en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA), Concordia 4422, barrio porteño de Villa Devoto. Llevará por lema “Felices los que creen” y contará con especialistas argentinos e invitados internacionales.
El arzobispo de Resistencia y presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, monseñor Ramón Dus, invitó a participar del Simposio Internacional de Catequesis previsto del 11 al 14 de julio en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA), Concordia 4422, barrio porteño de Villa Devoto.

El prelado señaló que el lema de las jornadas será “Felices los que creen” y adelantó que contará con especialistas argentinos e invitados internacionales.

“Queremos motivar en forma especial porque se el simposio se enmarca dentro de un camino de reflexión catequética y también para nuestra tarea pastoral”, expresó en un videomensaje.

Monseñor Dus destacó que el simposio está motivado por los 50 años del Directorio Catequístico Argentino, los 25 años del Catecismo de la Iglesia Católica y a 5 años del III Congreso Nacional de Catequesis de Morón”.

“El objetivo es reflexionar y fortalecer este trabajo de formación, y descubrir y discernir nuevos caminos para comunicar la fe”, subrayó en la convocatoria.

El presbítero Carlos Galli, integrante de la Comisión Teológica Internacional, expondrá sobre “La novedad teológico pastoral del papa Francisco”, mientras que el rector de la UCA, arzobispo Víctor Manuel Fernández, lo hará sobre “Pistas de Francisco para la Catequesis”, y el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, sobre “La misericordia y el papa Francisco”.

Entre los disertantes internacionales figuran monseñor Luis Francisco Ladaria Ferrer S.J, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Comisión para el Estudio del Diaconado de Mujeres (“Hemos creído en el amor. Lumen fidei, la primera encíclica del papa Francisco”) y monseñor José Octavio Ruiz Arenas, secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización (“Dimensión misionera de la revelación y conversión pastoral”).

El Simposio Internacional de Catequética está auspiciado por PPC Editorial, el Cebitepal (Centro Bíblico, Teológico y Pastoral para América Latina) del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), Radio María y Editorial San Pablo.

Informes e inscripción: www.isca.org.ar/simposio2017 y simposio@isca.org.ar.+

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Buenos Aires (AICA): Con la fiesta de la visitación de la Virgen María a Isabel que se celebra hoy, miércoles 31 de mayo, se contempla a María como la Reina de las Misiones. El director de Obras Misionales Pontificias (OMP) en la Argentina, presbítero Dante De Sanzzi, envió un mensaje y destacó “el diálogo fuerte y conmovedor” del encuentro de las dos mujeres.
El 31 de mayo, la Iglesia recuerda la visitación de la Virgen María a su prima Isabel, ocasión en la que se celebra a María bajo el título de Reina de las Misiones. La Virgen es la primera misionera, porque llevó en su seno y lo dio a Cristo incluso antes del nacimiento; también estuvo junto a los Apóstoles en Pentecostés, cuando comenzó la misión de la Iglesia y acompañó el camino de los misioneros durante estos dos mil años.

“La liturgia de la Palabra de este día nos presenta a María en espera del nacimiento de su hijo Jesús, que a la vez es el Hijo de Dios”, explicó el director de Obras Misionales Pontificias (OMP) en la Argentina, presbítero Dante De Sanzzi, en un mensaje. “Lo emocionante del acontecimiento es su partida para visitar a su parienta Isabel que también espera un hijo y que será el Precursor, Juan, el que bautizará con agua y esperará la presencia del Señor en el río Jordán para dejar paso al misionero del Padre y su Espíritu Santo para penetrar en la vida de los futuros cristianos”, añadió.

“En el encuentro de las dos mujeres se da una imagen de la misión cristiana: la alegría de la que siente el impulso de transmitir la Buena Noticia y la que recibe a la vez, también con euforia, la llegada del Salvador”, describió.

“El diálogo es fuerte y conmovedor”, aseveró. “Isabel la recibe con gozo y exclamando ‘Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu seno”, y el niño que llevaba en su seno saltó de gozo. Y la respuesta de la Virgen es un cántico inspirado en varios pasajes del Antiguo Testamento: los pobres y humildes socorridos ante los poderosos”, detalló De Sanzzi.

María permaneció unos tres meses hasta el nacimiento de Juan y volvió a su casa. “Seguramente habrán sido muchos los frutos de esta visita, de esta misión. Llevar la verdad, manifestar el poder de Dios, sentirse auxiliados y correspondidos por el Padre, mostrar su misericordia, son los elementos indispensables para compartir con el hermano alejado”, afirmó el director de OMP.

“Que María reine en los corazones de los fieles, nos impulse a la misión de cada día con seguridad y alegría y celebremos como Iglesia misionera las grandezas del Señor”, deseó el sacerdote.+

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Mons. D’Annibale: “Anuncien que no estamos solos, Jesús está entre nosotros”

Río Gallegos (Santa Cruz) (AICA): El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D´Annibale, comentó el Evangelio del domingo, solemnidad de la Asunción del Señor, y aseguró: “La seguridad del cristiano es la de aquel que no camina solo”. “Vayan y actúen, misionen, anuncien, convoquen, lleven adelante la fe, transmitan la vida de Jesús vivo”, pidió.
El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D'Annibale, comentó el Evangelio del domingo, solemnidad de la Asunción del Señor, “momento en el cual Jesús envía a sus apóstoles para bautizar y para enseñar”.

“La Ascensión del Señor, lejos de ser un alejamiento, es un nuevo modo de presencia de Jesús entre nosotros, que nos prometió estar siempre con nosotros todos los días de nuestra vida”, aseguró el obispo. “La seguridad del cristiano es la de aquel que no camina solo”, afirmó y señaló que Jesús nos pide: “Vayan y actúen, misionen, anuncien, convoquen, lleven adelante la fe, transmitan la vida de Jesús vivo”.

“Es apasionante para el cristiano ser un testigo de la fe. Cuando nos animamos a hacer presente a Jesús vivo allí donde nos toca vivir, estamos cumpliendo este mandato del Señor y Él está haciéndose más presente entre nosotros”, explicó.

El 7 de octubre se realizará la Asamblea Diocesana de la diócesis de Río Gallegos, con el lema “Anunciemos el Evangelio con alegría y misericordia”. En ese marco, monseñor D’Annibale animó a “anunciar el Evangelio con alegría y misericordia, en medio de la gente, haciendo presente al Señor”.

“Qué lindo desafío que lo anuncies, en tu familia, con la vida, con la esperanza, en el trabajo, con tus compañeros, en la calle, en donde te toque estar”, manifestó el prelado. “Hay que lograr que este modo de presencia del Señor –que camina entre nosotros y no nos abandona- lo pueda experimentar otra persona”, pidió y aseveró: “Cuando alguien experimenta en su corazón las palabras de Jesús, su vida cambia, porque tiene seguridad de que no está solo, de que no hay dolor o angustia que no se lleve con el Señor, de que no hay alegría que no se viva en la presencia del Señor”.

“Animemos a ser misioneros para anunciar al Cristo vivo. Sepamos que no estamos solos, que Jesús camina con nosotros”, concluyó.+

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Buenos Aires (AICA): El presidente Mauricio Macri respondió al papa Francisco su mensaje de salutación con motivo de la conmemoración del 207º aniversario de la Revolución de Mayo, en el que agradeció su “prédica incansable en favor de la paz, la justicia y la equidad, a partir de su liderazgo espiritual y moral, representa una guía y fuente de inspiración para todos los argentinos, que procuramos avanzar hacia el desarrollo y la inclusión social¨.
El presidente Mauricio Macri respondió al papa Francisco su mensaje de salutación con motivo de la conmemoración del 207º aniversario de la Revolución de Mayo.

El primer mandatario agradeció al pontífice en nombre del pueblo “su cordial felicitación con motivo de nuestra Fiesta Nacional”.

“Su prédica incansable en favor de la paz, la justicia y la equidad, a partir de su liderazgo espiritual y moral, representa una guía y fuente de inspiración para todos los argentinos, que procuramos avanzar hacia el desarrollo y la inclusión social", aseguró.

Macri se despidió del Santo Padre con un "saludo con mi mayor consideración y afecto".

El Presidente remitió al Vaticano en respuesta al mensaje enviado por Francisco la semana pasada en vísperas de la celebración patria.+

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Buenos Aires (AICA): La Conferencia Episcopal Argentina emitió un mensaje en el que expresa “profunda comunión” por los hermanos coptos egipcios asesinados por negarse a renunciar a su fe, y pide “dirigir una plegaria a nuestra Santísima Madre para que el Señor reciba en paz a estos testigos valientes, consuele a sus familias y convierta los corazones de los terroristas”.
Mediante un comunicado, la Conferencia Episcopal Argentina expresó la unión de los obispos con el papa Francisco y toda la Iglesia “por nuestros hermanos coptos egipcios que han sido asesinados el pasado viernes 26 de mayo por no renegar de su fe”.

Además, manifestaron su cercanía al patriarca Tawadros II “y a toda la nación Egipcia por este acto de violencia feroz” en el que las víctimas, fieles que se dirigían hacia un santuario para rezar, fueron asesinadas al negarse a renunciar a su fe. “El Santo Padre nos ha recordado que hoy los mártires cristianos son más numerosos que en los primeros tiempos de la Iglesia”, sostienen los obispos.

En la Fiesta de la Visitación de la Virgen María, la Conferencia Episcopal invitó “a dirigir una plegaria a nuestra Santísima Madre para que el Señor reciba en su paz a estos testigos valientes, consuele a sus familias y convierta los corazones de los terroristas”.

Para finalizar, convocan a rezar por la paz en todo el mundo mediante la iniciativa “Un minuto por la Paz”, el próximo 8 de junio a las 13, que consiste en detenerse un momento a hacer una oración, cada uno según su propia tradición.

Texto completo del mensaje
Invitación a la oración por los cristianos coptos

Los obispos argentinos nos unimos en profunda comunión con los sentimientos y plegarias del Papa Francisco y de toda la Iglesia por nuestros hermanos coptos egipcios que han sido asesinados el pasado viernes 26 de mayo por no renegar de su fe.

Nos sentimos espiritualmente cercanos a su Santidad Tawadros II y a toda la nación Egipcia por este acto de violencia feroz.

Las víctimas -entre las cuales también había niños- eran fieles que se dirigían hacia un santuario para rezar, y fueron asesinados después de que se negaron a renunciar a su fe cristiana. El Santo Padre nos ha recordado que hoy los mártires cristianos son más numerosos que en los primeros tiempos de la
Iglesia.

En la Fiesta de la Visitación de la Virgen María invitamos a dirigir una plegaria a nuestra Santísima Madre para que el Señor reciba en su paz a estos testigos valientes, consuele a sus familias y convierta los corazones de los terroristas.

Oremos además por la paz en todo el mundo, por eso animamos también a sumarse, el próximo 8 de junio a las 13.00 hs, a la iniciativa de “Un minuto por la Paz”, deteniéndonos un momento a hacer una oración, cada uno según su propia tradición.

Comisión Ejecutiva
Conferencia Episcopal Argentina
30 de mayo de 2017.+

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Mons. Martorell: Tras la Ascensión empieza la evangelización

Puerto Iguazú (Misiones) (AICA): “Así como con la Ascensión termina la obra terrena de Cristo, así también con ella comienza la de los Apóstoles y la nuestra “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”, reflexionó el obispo de Puerto Iguazú, Mons. Raúl Martorell, sobre la fiesta de la Ascensión del Señor celebrada el último domingo.
“Así como con la Ascensión termina la obra terrena de Cristo, así también con ella comienza la de los Apóstoles y la nuestra “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, reflexionó el obispo de Puerto Iguazú, monseñor Raúl Martorell, sobre la fiesta de la Ascensión del Señor celebrada el último domingo.

“Será necesario -señaló a continuación- enseñar a todas las gentes el Evangelio, administrar los sacramentos y vivir según la caridad; sin embargo, todo esto no comenzará inmediatamente, Cristo quiere una espera, un tiempo de oración, después vendrá el Espíritu Santo y comenzará la misión, primero la oración y después comenzará la obra de la Iglesia que no tendrá fin sino en la Parusía, cuando termine nuestra peregrinación terrena”.

“Jesús -comentó el obispo- volvió al Padre, de donde había venido, y después de sufrir las humillaciones aquí en la tierra, volvió a la Gloria que le corresponde, no a la gloria futura de todos los hombres, sino a una Gloria inmediata, la que le corresponde al Resucitado.

Seguidamente monseñor Martorell cita los textos donde se narra el acontecimiento de la Ascensión: “Los evangelistas fueron testigos visibles de la Ascensión, los que lo habían visto morir en la Cruz lo vieron subir a los Cielos, así nos lo relata Marcos: “El Señor Jesús fue llevado al Cielo y está sentado a la derecha de Dios”. Y Lucas nos cuenta como “Mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al Cielo”. Y los Hechos atestiguan lo mismo: “Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra, y diciendo esto los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube los ocultó a la vista de ellos”.

“Es la Ascensión -comentó finalmente el prelado-, la esperanza para la vida de fe del cristiano, que en su peregrinar por la tierra, muchas veces se ve solitario en su fe, muchas veces sufriente y en la aridez de la fe misma”.+

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Lomas de Zamora (Buenos Aires) (AICA): En vísperas de la solemnidad de la Ascensión del Señor, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió el sábado 27 la misa de “envío catequístico” de 34 agentes que completaron sus estudios de formación en los distintos Seminarios Catequísticos de la diócesis.
Monseñor Jorge Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora, presidió el sábado 27 la misa de envío de 34 formadores que completaron sus estudios en los distintos Seminarios Catequísticos diocesanos.

La celebración tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora de la Paz. En su homilía, monseñor Lugones dijo que los catequistas deben ser “orantes” y “más que formadores, testigos”, al tiempo que destacó que constituyen “el voluntariado más grande en la Iglesia”.

Además, recordó la intención de renovar, en las parroquias, la catequesis diocesana en pos de un “trayecto de animación de la pastoral de adolescentes”.

Al final de la misa, que fue concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Jorge Torres Carbonell, y el vicario general, presbítero Hugo Barrios, entre otros sacerdotes, se rezó la oración por las prioridades diocesanas.

El “envío catequístico” es la certificación que reciben los agentes de las parroquias, luego de formarse durante tres años en los Seminarios Catequísticos de la diócesis, para dar catequesis en las comunidades o ser líderes en las mismas a través de los grupos laicos y pastorales.

Como cada año, la celebración fue organizada por la Junta Diocesana de Catequesis, cuyo viceasesor es el presbítero Marcelo Portillo. La directora es la profesora Mabel García y la secretaria es Alejandra de Pompei.+

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Buenos Aires (AICA): El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Barbaro, compartió un encuentro diocesano de monaguillos con niños y adolescentes de diferentes parroquias de la diócesis, el pasado 20 de mayo.
Niños y adolescentes de diferentes parroquias de la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña participaron de un encuentro diocesano de monaguillos con el lema “María Inmaculada nos enseña a amar y a servir a Dios”.

El encuentro fue organizado por el preseminario Beato Cura Brochero y se realizó el 20 de mayo. Los seminaristas coordinaron diversas actividades como el recibimiento de los monaguillos, los espacios de diálogo y formación, deporte, momentos de oración y la celebración de la misa.

El obispo diocesano, monseñor Hugo Barbaro, visitó a los monaguillos y saludó a los referentes adultos que los acompañaban. El prelado explicó la vida del santo mexicano José Sánchez del Río, un niño que vivió su fe en un contexto de persecución, tuvo que sufrir diferentes tormentos, hasta entregar su vida. Las últimas palabras del santo fueron: “Viva Cristo Rey” y “viva Santa María de Guadalupe”.

La actividad finalizó con la misa presidida por el obispo. En la homilía, monseñor Barbaro animó a cada uno a ser buenos cristianos, a vivir entre los amigos y en la familia las actitudes que tuvo Jesús con los demás. Además, los invitó a ser cercanos a María, que los cuida y regala las gracias que necesitan en cada etapa de sus vidas.+

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Francisco: "El Espíritu Santo nos hace ser consoladores y defensores de los demás"

El papa Francisco dedicó la catequesis de este miércoles a explicar la relación que existe entre la esperanza cristiana y el Espíritu Santo.

“El Espíritu Santo no nos hace sólo capaces de esperar, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser también nosotros – como Él y gracias a Él – los ‘paráclitos’, es decir, consoladores y defensores de los hermanos. Sembradores de esperanza”, aseguró ante los miles de fieles que participaron de la audiencia general en la Plaza San Pedro.

Ante la inminencia de la solemnidad de Pentecostés, el pontífice afirmó que "el Espíritu es el viento que nos impulsa adelante, que nos mantiene en camino, nos hace sentir peregrinos y forasteros, y no nos permite recostarnos y convertirnos en un pueblo “sedentario”.

Francisco recordó que la carta a los Hebreos compara la esperanza con un ancla, y consideró que también se le puede agregar a esta imagen la de la vela.

"Si el ancla es lo que da seguridad a la barca y la tiene 'anclada' entre el oleaje del mar, la vela en cambio es la que la hace caminar y avanzar sobre las aguas. La esperanza es de verdad como una vela; esa recoge el viento del Espíritu Santo y la transforma en fuerza motriz que empuja la nave, según sea el caso, al mar o a la orilla", graficó.

Texto de la catequesis
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Ante la inminencia de la Solemnidad de Pentecostés no podemos no hablar de la relación que existe entre la esperanza cristiana y el Espíritu Santo. El Espíritu es el viento que nos impulsa adelante, que nos mantiene en camino, nos hace sentir peregrinos y forasteros, y no nos permite recostarnos y convertirnos en un pueblo “sedentario”.

La Carta a los Hebreos compara la esperanza con un ancla (Cfr. 6,18-19); y a esta imagen podemos agregar aquella de la vela. Si el ancla es lo que da seguridad a la barca y la tiene “anclada” entre el oleaje del mar, la vela en cambio es la que la hace caminar y avanzar sobre las aguas. La esperanza es de verdad como una vela; esa recoge el viento del Espíritu Santo y la transforma en fuerza motriz que empuja la nave, según sea el caso, al mar o a la orilla.

El Apóstol Pablo concluye su Carta a los Romanos con este deseo, escuchen bien, escuchen bien qué bonito deseo: «Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo» (15,13). Reflexionemos un poco sobre el contenido de esta bellísima palabra.

La expresión “Dios de la esperanza” no quiere decir solamente que Dios es el objeto de nuestra esperanza, es decir, a Quien esperamos alcanzar un día en la vida eterna; quiere decir también que Dios es Quien ya ahora nos hace esperar, es más, nos hace «alegres en la esperanza» (Rom 12,12): alegres de esperar, y no solo esperar ser felices. Es la alegría de esperar y no esperar de tener la alegría. Hoy. “Mientras haya vida, hay esperanza”, dice un dicho popular; y es verdad también lo contrario: mientras hay esperanza, hay vida. Los hombres tienen necesidad de la esperanza para vivir y tienen necesidad del Espíritu Santo para esperar.

San Pablo – hemos escuchado – atribuye al Espíritu Santo la capacidad de hacernos incluso “sobreabundar en la esperanza”. Abundar en la esperanza significa no desanimarse jamás; significa esperar «contra toda esperanza» (Rom 4,18), es decir, esperar incluso cuando disminuye todo motivo humano para esperar, como fue para Abraham cuando Dios le pidió sacrificar a su único hijo, Isaac, y como fue, aún más, para la Virgen María bajo la cruz de Jesús.

El Espíritu Santo hace posible esta esperanza invencible dándonos el testimonio interior que somos hijos de Dios y sus herederos (Cfr. Rom 8,16). ¿Cómo podría Aquel que nos ha dado a su propio Hijo único no darnos toda cosa con Él? (Cfr. Rom 8,32). «La esperanza – hermanos y hermanas – no defrauda: la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que nos ha sido dado» (Rom 5,5). Por esto no defrauda, porque está el Espíritu Santo dentro que nos impulsa a ir adelante, siempre adelante. Y por esto la esperanza no defrauda.

Hay más: el Espíritu Santo no nos hace sólo capaces de esperar, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser también nosotros – como Él y gracias a Él – los “paráclitos”, es decir, consoladores y defensores de los hermanos. Sembradores de esperanza. Un cristiano puede sembrar amargura, puede sembrar perplejidad, y esto no es cristiano, y tú, si haces esto, no eres un buen cristiano. Siembra esperanza: siembra el bálsamo de esperanza, siembre el perfume de esperanza y no vinagre de amargura y de des-esperanza. El Beato Cardenal Newman, en uno de sus discursos, decía a los fieles: «Instruidos por nuestro mismo sufrimiento, por el mismo dolor, es más, por nuestros mismos pecados, tendremos la mente y el corazón ejercitados a toda obra de amor hacia aquellos que tienen necesidad. Seremos, según nuestra capacidad, consoladores a imagen del Paráclito – es decir, del Espíritu Santo – y en todos los sentidos que esta palabra comporta: abogados, asistentes, dispensadores de consolación. Nuestras palabras y nuestros consejos, nuestro modo de actuar, nuestra voz, nuestra mirada, serán gentiles y tranquilizantes» (Parochial and plain Sermons, vol. V, Londra 1870, pp. 300s.). Son sobre todo los pobres, los excluidos, los no amados los que necesitan de alguien que se haga para ellos “paráclito”, es decir, consoladores y defensores, como el Espíritu Santo se hace para cada uno de nosotros, que estamos aquí en la Plaza, consolador y defensor. Nosotros debemos hacer lo mismo por los más necesitados, por los descartados, por aquellos que tienen necesidad, aquellos que sufren más. Defensores y consoladores.

El Espíritu Santo alimenta la esperanza no sólo en el corazón de los hombres, sino también en la entera creación. Dice el Apóstol Pablo – esto parece un poco extraño, pero es verdad. Dice así: que también la creación “está proyectada con ardiente espera” hacia la liberación y “gime y sufre” con dolores de parto (Cfr. Rom 8,20-22). «La energía capaz de mover el mundo no es una fuerza anónima y ciega, sino es la acción del Espíritu de Dios que “aleteaba sobre las aguas” (Gen 1,2) al inicio de la creación» (Benedicto XVI, Homilía, 31 mayo 2009). También esto nos impulsa a respetar la creación: no se puede denigrar un cuadro sin ofender al artista que lo ha creado.

Hermanos y hermanas, la próxima fiesta de Pentecostés – que es el cumpleaños de la Iglesia: Pentecostés – esta próxima fiesta de Pentecostés nos encuentre concordes en la oración, con María, la Madre de Jesús y nuestra. Y el don del espíritu Santo nos haga sobreabundar en la esperanza. Les diré más: nos haga derrochar esperanza con todos aquellos que son los más necesitados, los más descartados y por todos aquellos que tienen necesidad. Gracias.+

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Mons. Bokalic en la fiesta del Señor de Mailín: “Hay que terminar con los egoísmos”

Villa Mailín (Santiago del Estero) (AICA): Una multitud estimada en 120 mil personas participó este domingo de la fiesta grande en honor al Señor de los Milagros de Mailín, en la villa santiagueña del mismo nombre. La misa y la procesión fueron presididas por el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic Iglic CM, quien recordó: “Hay que terminar con los egoísmos para terminar con las brechas de los muchos que tienen poco o nada y de los pocos que tienen en abundancia”.
Una multitud estimada en 120 mil personas participó el domingo 28 de mayo de la fiesta grande en honor al Señor de los Milagros de Mailín, en la villa santiagueña del mismo nombre. La misa y la procesión fueron presididas por el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic Iglic CM, y concelebrada por sacerdotes de la diócesis local y de Añatuya.

En su homilía, monseñor Bokalic habló de los hechos que sacuden a nuestra sociedad y el contexto de crisis y preguntó: “¿Cómo no estar agobiados con tantos signos de violencia entre nosotros, en nuestras familias, en nuestras barriadas, en nuestra patria?”.

El prelado recordó que “debemos amar y servir a los demás, no atarnos a egoísmos que al final nos hacen quedar solos. Hay que terminar con esos egoísmos para terminar con las brechas de los muchos que tienen poco o nada y de los pocos que tienen en abundancia”.

“Sabemos que el Señor es capaz de transformarlo todo si nos dejamos transformar por toda esa gracia que brota de su corazón; él es capaz de cambiarlo. Venimos empobrecidos, tan agobiados por tantos problemas que a veces nos quitan la fuerza y la esperanza para seguir viviendo. Y aquí estamos junto al Señor de Mailín porque sabemos que Él nos va a dar la fuerza para seguir caminando”, afirmó.

El obispo agradeció y puso de ejemplo a los peregrinos que llegaron hasta el templete para agradecer al Señor de los Milagros. “Pienso muchas veces cómo van programando durante el año esta llegada a Mailín en tiempos de estrecheces, de pobreza creciente entre nosotros, en nuestros hogares”, dijo y destacó la “alegría” y “esperanza” con la que hacen este “sacrificio” que “vale la pena para estar al lado del Señor, poder contemplarlo, abrir el corazón hacia Él, mostrarle que somos un pueblo peregrino que quiere seguir con su misión”.

De la fiesta participaron el vicegobernador de Santiago del Estero, José Emilio Neder; el ministro de Gobierno, Carlos Silva Neder; la diputada nacional Norma de Matarazzo y funcionarios del gabinete provincial.

“En Eric recordamos a todos los jóvenes”
Monseñor Vicente Bokalic también se refirió a los jóvenes e hizo mención de Eric Francis, quien falleció a los 26 años de edad el viernes 26 de mayo en la Ruta 34 entre las localidades de Garza y Lugones, cuando se dirigía en bicicleta peregrinando a Mailín.

“En este joven, Eric, recordamos a todos los que perdieron la vida”, expresó el obispo e hizo extensivo el mensaje a quienes están “sin familia, sin futuro”. “Tantos jóvenes, víctimas de la violencia y de la indiferencia humana, que se han suicidado. Que el Señor les conceda la gracia y puedan contemplar su rostro para siempre”, añadió.

La fiesta del Señor de Mailín

La tradicional fiesta grande en honor al Señor de los Milagros de Mailín, que coincide con la solemnidad de la Ascensión del Señor, reúne a miles de santiagueños distribuidos en su extensa geografía, habitantes de provincias vecinas y del Gran Buenos Aires, en una celebración que se extiende durante varios días y que concluye el domingo, con la procesión de la imagen alrededor de la plaza del pueblo.

Los fieles veneran una imagen de Jesucristo crucificado pintada sobre una cruz de madera de 35 centímetros de alto que fue hallada por un habitante de la entonces zona rural de Mailín, dentro del hueco de un algarrobo, a fines del siglo XVIII.+

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Erbil (Irak) (AICA): Joseph Nassar, responsable de Radio María para Asia y Oceanía de Radio María anunció recientemente que a pedido del arzobispo de Erbil, monseñor Bashar Warda C.SS.R, Radio María está preparando una nueva emisora para la ciudad iraquí de Erbil. Que emitirá en lengua árabe para toda la región del Kurdistán.
Joseph Nassar, responsable de Radio María para Asia y Oceanía de Radio María anunció recientemente que a pedido del arzobispo de Erbil, monseñor Bashar Warda C.SS.R, Radio María está preparando una nueva emisora para la ciudad iraquí de Erbil. Que emitirá en lengua árabe para toda la región del Kurdistán.

“Ya pedimos la licencia a las autoridades del gobierno kurdo para poder empezar con el proyecto”, aseguró Joseph Nassar y explicó: “La idea que teníamos era instalar un estudio móvil pero el arzobispo nos dijo que quería una radio propia y no una unidad móvil. Llevamos meses trabajando en ello y esperamos que comience a emitir muy pronto”.

Para Nassar, -que viajará en las próximas semanas a Erbil, junto a un técnico, para instalar la antena que posibilitará el comienzo de las retransmisiones-, Radio María Erbil es “como la mano de Dios que quiere ir a países donde se viven grandes sufrimientos, como Siria –a donde Radio María enviará en las próximas semanas varias unidades móviles– o Irak”. Pero para que sea posible, continuó el responsable de la radio, “necesitamos la oración de los oyentes”.

La nueva emisora estará ligada a “Radio Mariam”, que ya emite en lengua árabe y que nació en diciembre de 2015 “para ayudar a los cristianos perseguidos que se encuentran en países árabes, donde las guerras y las persecuciones están provocando éxodos dolorosos, que amenazan con provocar su extinción”, dijo entonces el padre Livio Fanzaga, director de Radio María Italia.+

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Mons. Jiménez aclaró cómo se financiarán las obras en la catedral de Cafayate

El obispo-prelado de Cafayate, monseñor José Demetrio Jiménez OSA, aclaró que ninguna empresa privada aportará fondos para la refacción de la catedral Nuestra Señora del Rosario, como en forma equívoca publicó en su sitio web la emisora local Radio Cafayate (95.1 Mhz).

Tras la información publicada por radiocafayate.com sobre la posibilidad de que la empresa Pernod Ricard aportara 1.200.000 pesos para las obras que se realizan en las torres del templo diocesano, el prelado precisó que los fondos para los trabajos provendrán de “donaciones de personas que lo consideraron oportuno” y de un aporte de 200 mil que hará el gobierno de la provincia de Salta.

Monseñor Jiménez precisó que la primera etapa de las refacciones demandará 190.000 pesos más IVA (10,5%) y agregó: “Posteriormente tendremos que refaccionar el tejado y el coro, para lo cual aún no tenemos presupuestos”.

Asimismo, indicó que “los trabajos serán realizados por una empresa cafayateña, elegida por el Consejo Económico de la Prelatura entre otros dos presupuestos presentados por escrito y uno ofrecido de palabra. De los cuatro presupuestos fue elegido el más económico, presentado por escrito y que, además, es el que se consideró más adecuado”.

“Hemos firmado un contrato entre la Prelatura y la empresa, previa tramitación de los permisos y seguros correspondientes”, sostuvo, e indicó: “Dos personas designadas por el Consejo Económico de la Prelatura serán las encargadas de supervisar la obra”.

Ante la nota titulada “Purgando pecados. Pernod Ricard intentaría ‘limpiar’ su imagen con refacciones en la catedral de Calafate”, el obispo-prelado pidió a los responsables de la nota periodística que en el futuro acudan a las fuentes y se cercioren de la información que en este escrito no han “transmitido correctamente”, de modo que “no se induzca a nadie a error ni se ponga indebidamente en cuestión la intencionalidad de quienes nos corresponde velar por la integridad, el cuidado y el mantenimiento de este bien patrimonial de nuestro pueblo”.

Texto de la nota enviada al medio
A la/s autoridad/es de 95.1 Radio Cafayate

De mi consideración.-

Me dirijo a usted/es para manifestar mi opinión sobre la noticia «”Purgando pecados” – Pernod Ricard intentaría “limpiar” su imagen con refacciones en la Catedral de Cafayate», que ha sido transmitida por escrito y sin firma de autoría en este mismo medio que me posibilita comunicarme con usted/es.

Las opiniones que manifiesto se refieren a mi persona (aparezco citado en el texto) y en lo que implica a la Iglesia Católica, de la que formo parte como cristiano a quien se le encomendó el servicio de obispo en la Prelatura de Cafayate.

1º La refacción de las torres de la Catedral de Cafayate, primera etapa de las obras que hemos de abordar en el edificio, tiene un costo de 190.000 pesos más IVA (10,5%). Posteriormente tendremos que refaccionar el tejado y el coro, para lo cual aún no tenemos presupuestos.

2º La financiación se hará con aportes de las personas que así lo han considerado oportuno (al día de hoy 70.000 pesos en efectivo más materiales varios que estamos recibiendo en donación) y 200.000 pesos que aporta el Gobierno de la Provincia de Salta. No hemos recibido donación alguna de ninguna empresa.

3º Los trabajos serán realizados por una empresa cafayateña, elegida por el Consejo Económico de la Prelatura entre otros dos presupuestos presentados por escrito y uno ofrecido de palabra. De los cuatro presupuestos fue elegido el más económico, presentado por escrito y que, además, es el que se consideró más adecuado.

4º Hemos firmado un contrato entre la Prelatura y la empresa, previa tramitación de los permisos y seguros correspondientes.

5º Dos personas designadas por el Consejo Económico de la Prelatura serán las encargadas de supervisar la obra.

6º Para que la libertad de prensa sea efectiva, me parece que la/s persona/s responsables de este artículo ha/n de acudir a las fuentes y cerciorarse de la información que en este escrito no ha/n transmitido correctamente, de modo que no se induzca a nadie a error ni se ponga indebidamente en cuestión la intencionalidad de quienes nos corresponde velar por la integridad, el cuidado y el mantenimiento de este bien patrimonial de nuestro pueblo.

7º Me parece de justicia para rectificar el error de esta información y reparar el daño cometido en lo que se refiere a la Iglesia Católica, que usted/es aclare/n la situación por todos medios en que se ha difundido esta desafortunada información.

8º Es de dominio público cuál es nuestra posición en lo que se refiere al prolongado conflicto relacionado con las 32 hectáreas. Pienso que nuestra Iglesia, con los defectos y las virtudes de quienes formamos parte de ella, viene haciendo su pequeño aporte para dar respuesta adecuada a una situación que perjudica particularmente a los cafayateños que necesitan «techo, tierra y trabajo», de quienes deseamos estar lo más cerca posible.

9º Para no inducir a especulaciones indebidas, les manifiesto que, a través de la Asociación Civil «Igual a vos», que desempeña sus actividades en la Casa de Fraternidad «Mons. Diego» (ex Casa del Jubilado y Pensionado, ex Casa del Joven, ubicada en la confluencia de las calles Mons. Diego Gutiérrez Pedraza y Lerma), la Asociación «Conciencia» (con sede en Buenos Aires y con representación en nuestra ciudad), ha propuesto a los trabajadores de Pernod Ricard en Cafayate que realicen una jornada de voluntariado solidario, que tendrá lugar el 1º de junio. Durante esa mañana se llevará a cabo este trabajo de parte de los trabajadores de dicha empresa, para colaborar con la Asociación Civil «Igual a vos» y realizar la limpieza y refacción de algunas de las instalaciones de la Casa de Fraternidad «Mons. Diego». En este gesto no hay más intencionalidad que la solidaridad y el cuidado de un espacio comunitario del que muchos podremos beneficiarnos (Escuela Especial de Adultos, catequesis, deporte, convivencias, retiros, etc.).

10º Tanto el párroco de Cafayate como yo estamos a disposición para conversar con usted/es cuando considere/n oportuno y acordemos encontrarnos, para clarificar los equívocos y asumir las responsabilidades que a cada uno nos compete a partir del contenido de esta información difundida desde 95.1 Radio Cafayate.

Sin otro particular, reciba/n un cordial saludo.+

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El obispo de Marawi teme por la vida del sacerdote y los fieles secuestrados por yihadistas

Marawi (Filipinas) (AICA): “Estamos felices de ver que el padre Chito, vicario de Marawi, está vivo, pero tememos por la suerte de los rehenes, unos 200 civiles en total, que ahora son utilizados como escudos humanos”, expresó a la Agencia Fides el obispo de Marawi, monseñor Edwin de la Peña después de haberse conocido el video entregado por los terroristas del grupo islámico Maute en el que aparece el padre Teresito Soganub -secuestrado desde el 23 de mayo-, pidiéndole al presidente Duterte el fin de los bombardeos y del ataque contra Marawi.
“Estamos felices de ver que el padre Chito, vicario de Marawi, está vivo, pero tememos por la suerte de los rehenes, unos 200 civiles en total, que ahora son utilizados como escudos humanos”, expresó a la Agencia Fides el obispo de Marawi, monseñor Edwin de la Peña después de haberse conocido el video entregado por los terroristas en el que aparece el padre Teresito Soganub pidiéndole al presidente Duterte el fin de los bombardeos y del ataque contra Marawi.

El pasado 23 de mayo el grupo islamista “Maute”, tomaron la ciudad de Malawi, incendió la catedral católica y secuestró al padre Soganub y a 15 fieles entre religiosas y laicos.

Monseñor de la Peña expresó su preocupación por esta delicada etapa de la crisis en curso en Marawi, la ciudad en la isla de Mindanao. Después de la ocupación de la ciudad por parte de los yihadistas y de la imposición de ley marcial declarada el 23 de mayo por el presidente Duterte, los militares filipinos comenzaron el asedio de Marawi y una persecución, casa por casa.

Tras una semana de combates, el ejército retomó el control de gran parte de la ciudad: los yihadistas del grupo Maute, afiliado al Isis, permanecen escondidos en 9 “barangay” de los 96 de Marawi.

La mitad de los residentes abandonaron la ciudad, pero algunos civiles quedaron atrapados en el fuego cruzado. Según las cifras oficiales, han muerto en el conflicto 19 civiles, 13 soldados, cuatro policías y 61 miembros del grupo Maute.

“En un edificio de la ciudad tienen escondidos a los rehenes que pretenden usar para salvar su vida y escapar”, explicó el obispo a la Agencia Fides. “Estamos muy preocupados, no sabemos lo que el ejército va a hacer y cómo reaccionarán los terroristas. Hemos pedido ayuda a los líderes musulmanes de Marawi, nuestros amigos, mientras toda la población católica está reunida en oración, en todo el país”, añade.

En la zona también se produjo una emergencia humanitaria: más de 40 mil personas están desplazadas en centros de evacuación y muchas otras han encontrado refugio con familiares o amigos en las áreas vecinas. Las comunidades católicas y organizaciones de la sociedad civil se han movilizado para ayudar y apoyar a los desplazados.

La Iglesia en Filipinas confía en alcanzar una salida satisfactoria al secuestro del padre Chito y de los otros fieles secuestrados.

El cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, envió un mensaje al pueblo de Marawi: “No sabemos qué decirles. No hay palabras para expresar nuestro shock, confusión y tristeza. Lloramos por ustedes, por todos los filipinos y por todas las vidas arruinadas por la violencia. Apoyo el deseo de luchar por la paz”, concluyó el purpurado.+

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Mons. Bressanelli ratificó la opción diocesana por los derechos humanos

Neuquén (AICA): El obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, destacó el compromiso de monseñor Jaime De Nevares con la vida y los derechos humanos, y en contra de todo tipo de violencia e impunidad, al ratificar que esa es la herencia que legó el primer diocesano local y una opción personal y comunitaria en esta jurisdicción eclesiástica. “La causa de Don Jaime, porque es la causa del Reino de Dios, es para mí un compromiso de vida, que quiero seguir viviendo fielmente hasta la muerte, con la gracia de Dios y el sostén de todos ustedes”, sostuvo en una carta abierta a la comunidad.
El obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, recordó con estima y admiración a monseñor Jaime De Nevares, en una carta abierta a la comunidad con motivo del vigésimo segundo aniversario del fallecimiento de quien fue el primer diocesano local.

“Como hombre de Dios y de la Iglesia, su entrega pastoral al servicio de todos, especialmente de los más pobres y excluidos, y su valiente compromiso en la defensa de los derechos humanos en tiempos tan violentos y plagados de injusticias, como lo fueron los de la dictadura (1976-1983), son un ejemplo que nos impulsa a afianzar nuestro propio compromiso en el servicio a aquellos sectores de la sociedad que ‘hoy’ son excluidos y que no tienen las mismas oportunidades de desarrollo, de dignidad y de felicidad que Dios quiere para todos sus hijos”, destacó.

El prelado subrayó que “este compromiso de Don Jaime está en los orígenes de nuestra historia como Iglesia neuquina, y es la herencia que nos legó”, y ratificó la opción personal y diocesana por los derechos humanos y aclaró lo acontecido en la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina en torno al espacio de diálogo sobre lo acontecido durante la última dictadura militar.

“Quiero dejar bien asentado que, como Iglesia neuquina: estamos siempre en favor de la vida, y de la vida en abundancia y plena para todas las personas; estamos contra todo tipo de violencia, venga de donde viniera y cualquiera sea el fundamento que la pretenda justificar; y estamos contra toda impunidad real y legal, total o parcial, directa o encubierta”, detalló.

“No podemos nunca equiparar el terrorismo de Estado con el delito guerrillero. Aun rechazando con firmeza a ambos, los crímenes del terrorismo de Estado son de una gravedad mayúscula ya que fueron cometidos usando el aparato del Estado por quienes debían ineludiblemente cuidar la vida, el derecho y el bien de los ciudadanos”, diferenció.

“Al obrar fuera de toda norma jurídica, secuestrando, robando, torturando, matando, haciendo desaparecer a personas y apoderándose de niños que fueron entregados a otras familias, dichos crímenes merecen una pena congrua y ejemplar. Considero, por eso, que la aplicación reciente del beneficio del 2 x 1 aquí no cabe”, subrayó al referirse al fallo reciente de la Corte Suprema de Justicia en un caso de delito de lesa humanidad.

Monseñor Bressanelli consideró que “tampoco es justo prolongar detenciones sin juicio ni condenas. La justicia lenta y largamente esperada conspira contra la paz social. La justa pena es castigo, pero no ha de ser venganza. Por lo tanto ha de darse dentro de las condiciones legales y humanas que garantiza nuestra Constitución Nacional”. “Les aseguro que la causa de Don Jaime, porque es la causa del Reino de Dios, es para mí un compromiso de vida, que quiero seguir viviendo fielmente hasta la muerte, con la gracia de Dios y el sostén de todos ustedes”, subrayó en una carta.

“Desde hace más de dos años, los obispos nos venimos reclamando un espacio interno (es decir entre nosotros mismos) de diálogo, examen de conciencia y sinceramiento acerca de la comprensión de los años de dictadura (1976-1983), y de la responsabilidad que le pudo caber, en ese tiempo, a la Conferencia Episcopal en su modo de obrar”, explicó.

“Ninguno de los que actualmente somos Obispos en función de gobierno, era miembro del Episcopado en ese tiempo. Los que somos más viejos éramos sacerdotes. Otros eran seminaristas; otros, jóvenes laicos; otros, adolecentes”, puntualizó.

“El ‘espacio’ que nos propusimos tener es parte de un itinerario que nos ocupará momentos significativos en varias reuniones plenarias. Creo que si entre nosotros los Obispos seremos capaces de reconciliarnos objetivamente sobre este tema, podremos ayudar a todos a construir una Patria de hermanos”, agregó.

Tras plantear que el primer paso de este espacio fue escuchar testimonio de familiares de víctimas de la violencia en esos años y “escucharnos unos a otros” entre los obispos, indicó que como el resto del país se enteraron en ese contexto del fallo de la Corte Suprema sobre el beneficio del “2x1”.

“Injusta y ¿maliciosamente? diversos sectores quisieron involucrar al cuerpo episcopal en dicho fallo, tergiversando el contenido y finalidad de nuestra sesión recién explicada, llegando alguno hasta el colmo de decir que los obispos le dimos el sustento ideológico/doctrinal al fallo de la Corte”, cuestionó.

“Ante tan falsas interpretaciones, ajenas y contrarias a la verdad, quiero expresar firmemente: el fallo de la Corte Suprema corre pura y exclusivamente a su cargo. El Episcopado nada, absolutamente nada, tuvo que ver con él. Nuestro diálogo y reflexión, que en la agenda publicada previamente por el secretariado de la CEA apareció bajo el término de ‘reconciliación’, en ningún momento incluyó el tema de los condenados a prisión, ni del ‘2x1’”, sostuvo.

El prelado precisó que “la reconciliación, en la enseñanza cristiana, no es, ni lo fue nunca, sinónimo de impunidad ni de echar un manto de olvido sobre acciones realizadas como si nada hubiera sucedido. Todo lo contrario”, y reconoció que hubo una falla en la comunicación por parte del Episcopado.

“Vuelvo a Don Jaime. Él fue un hombre del: ‘al Sí, sí; al No, no’. Quiero, como pastor de Neuquén, ser fiel a este modo de conducta, admitiendo también mi pobreza y lo lejano que estoy de su estatura. Lo estimo enormemente como predecesor. El camino trazado por él creo haberlo vivido aun antes de venir aquí, pero aquí en Neuquén fue fortalecido por la gracia de Dios, por el sostén de esta Iglesia de la que hoy soy pastor, y por el testimonio de tantos de Ustedes”, añadió.

Por último, monseñor Bressanelli pidió perdón a “todas las personas que, a pesar de mi buena voluntad, pude haber defraudado. Les aseguro que la causa de Don Jaime, porque es la causa del Reino de Dios, es para mí un compromiso de vida, que quiero seguir viviendo fielmente hasta la muerte, con la gracia de Dios y el sostén de todos ustedes”.+
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Deán Funes (Córdoba) (AICA): La prelatura de Deán Funes informó el fallecimiento de monseñor Jorge Goicoechea, párroco emérito de la catedral Nuestra Señora del Carmen. El sacerdote falleció esta madrugada debido a un infarto.
A los 69 años, falleció esta madrugada el párroco emérito de la catedral Nuestra Señora del Carmen, de Deán Funes, monseñor Jorge Goicoechea. Así lo informaron los medios oficiales de la prelatura.

El padre Jorge (como era conocido en la comunidad) era muy querido por los habitantes de Deán Funes. Sus restos están siendo velados en la catedral, y serán trasladados mañana, miércoles 31, al cementerio del paraje San Vicente.

Nacido el 18 de junio de 1947, fue ordenado sacerdote el 24 de septiembre de 1984.+

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Buenos Aires (AICA): En el marco de la 51ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (JMCS), los obispos argentinos presidieron misas o difundieron mensajes sobre el lema de este año: “No temas, que Yo estoy contigo. Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos”. Los prelados y sacerdotes responsables del área fundamentaron sus reflexiones en el mensaje del papa Francisco para esta ocasión, cuyo texto entregaron a periodistas y comunicadores de sus diócesis.
En el marco de la 51ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (JMCS), que se celebra en la solemnidad de la Ascensión del Señor, los obispos argentinos presidieron misas o difundieron mensajes sobre el lema de este año: “No temas, que Yo estoy contigo. Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos”.

Los prelados y sacerdotes responsables del área fundamentaron sus reflexiones en el mensaje del papa Francisco para la JMCS 2017, cuyo texto entregaron a periodistas y comunicadores de sus respectivas diócesis.

* Mons. Santiago Olivera (presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social): “Debemos entender que la comunicación es siempre para la comunión y está íntimamente relacionada con nuestro ser cristiano… Es un gran desafío ser comunicador, entender lo que comunicamos y cómo lo comunicamos. Estamos invitados a romper ese círculo vicioso de la angustia, a frenar el espiral del miedo, sin ocultar lo negativo y la información, mirar adelante con optimismo maduro”.

* Mons. José María Arancedo (Santa Fe de la Vera Cruz): “En este contexto de trasmitir un mensaje, la Iglesia quiere valorar el sentido de los medios de comunicación social, como esa presencia necesaria en la trasmisión de valores que elevan la dignidad de la personas y saben crear vínculos de encuentro. Mis saludos y oraciones a todos los que participan en los medios de comunicación”.

* Mons. Jorge Lozano (coadjutor de San Juan de Cuyo): "La certeza de la fe en Cristo Resucitado es lo que nos alienta y estimula. La Pascua inaugura un tiempo nuevo en el cual la vida y el amor pueden más que la muerte y el odio. Tenemos una muy buena noticia para comunicar, para compartir con los hermanos. Ciertamente no se trata de negar la realidad ni hablar solamente de 'cosas lindas'. La cuestión reside en no quedar atrapados en la búsqueda de lo que más vende, aunque se destruyan valores familiares o el derecho a la intimidad".

* Mons. Ramón Dus (Resistencia): “Reflejar la vida de la Iglesia que vemos en todos los medios de la ciudad, esto es una fortaleza que tenemos… Siempre hacemos comparaciones con otros ambientes que uno ha vivido, pero quizás por cultura de la ciudad y esta zona llama al intercambio y al interés que expresan esta apertura y esta cercanía, por eso en primer lugar, realmente, quiero agradecer”.

* Mons. Luis Urbanc (Catamarca): “En su mensaje el Papa Francisco invita a ensanchar el horizonte de la esperanza y de la misión: la esperanza fundada sobre la buena noticia que es Jesús nos hace elevar la mirada y nos impulsa a contemplarlo en el marco litúrgico de la fiesta de la Ascensión. Aunque parece que el Señor se aleja de nosotros, en realidad, se ensanchan los horizontes de la esperanza… Por medio de ‘la fuerza del Espíritu Santo’ podemos ser ‘testigos’ y comunicadores de una humanidad nueva, redimida, ‘hasta los confines de la tierra’”.

* Mons. Jorge Lugones SJ (Lomas de Zamora): destacó la misión de los apóstoles –hoy los comunicadores- y “el anuncio encargado por el Señor”, y renovó la invitación a compartir el evangelio de cada domingo con aquellos que no vienen a la Iglesia… Y se preguntó si “tenemos un espíritu crítico de las noticias y acontecimientos que presentan los medios”.

* Mons. Juan Rubén Martínez (Posadas): “Invito a todos a ofrecer a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la buena noticia… Esta buena noticia, que es Jesús mismo, no es buena porque esté exenta de sufrimiento, sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad… En Cristo, Dios se ha hecho solidario con cualquier situación humana, revelándonos que no estamos solos, porque tenemos un Padre que nunca olvida a sus hijos… Por medio de la fuerza del Espíritu Santo podemos ser testigos y comunicadores de una humanidad nueva, redimida, hasta los confines de la tierra”.

* Mons. Emilio Cardarelli (vicario general de Rosario): “Un comunicador cristiano ha de ser capaz de proponer moler siempre el buen trigo, el trigo bueno, no significa esto negar la existencia del mal en el mundo, ni del maligno en el mundo, significa que el cristiano ante todo ha de ser el gran anunciador de la buena noticia… Debemos pensar que entre todos estamos llamados a comunicar la buena noticia, la luz desde la cual debemos mirar, es la luz del misterio pascual, y saber que todo situación por más difícil que sea tiene solución, porque el mal ha sido vencido”.

* Presbítero Alan Sosa Tello (delegado episcopal de Comunicaciones-San Luis): "Los comunicadores no tenemos que perder la capacidad de contemplar la acción de Dios en el mundo, en el curso de la historia, con la lógica de la misericordia que llena de alegría sanadora y trasformadora el alma del pueblo. Seamos constructores de espacios de libertad y de comunión, sin tomar otro partido que el de Cristo, el Evangelio y la Iglesia".+

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Mons. Buenanueva: La fe es un camino que se transita con otros

San Francisco (Córdoba) (AICA): El obispo de San Justo, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, dedicó su reflexión semanal sobre el Credo a explicar el inicio de la oración con la que profesamos nuestra fe: “Creo en Dios…” y se refirió a la experiencia social de la fe.
Monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, obispo de San Francisco, reflexionó esta semana sobre la frase que da inicio al Credo: “Creo en Dios…”

“Ese “creo” no es la afirmación de un individuo que se aventura, solitario y audaz, por los caminos de la fe. Es siempre, a la vez e inseparablemente, un acto profundamente social”, manifestó el obispo.

La fe es personal. Reclama siempre la propia conciencia y libertad. Pero nadie existe en solitario. La libertad de cada uno está junto a la libertad de los demás. Los hombres estamos unidos, unos a otros, por vínculos muchas veces imperceptibles pero muy reales”, detalló el prelado, y explicó que la fe cristiana tiene la misma dinámica: “me ubica junto a los demás, entreteje mi biografía con la de los demás. La fe me libera así de la soledad, colmándome con la alegría de la comunión”.

El obispo afirmó que, en la experiencia cristiana, el “creo” de cada uno sólo es posible en el espacio del “creemos” de toda la Iglesia “No podemos separar a Cristo de sus discípulos, ni a éstos de Él”, sostuvo.

“La experiencia del encuentro con el Resucitado solo es posible en el seno de una comunidad que vive la fe como esperanza confiada y como amor activo, solidario y transformante de la realidad”, enfatizó el prelado, y añadió que “ahí está el Resucitado. Ahí se transmite, se recibe y se acoge la fe como una forma de vida. Ahí nos alcanza su Palabra y el sacramento que lo hace presente”.

“Cristo es inseparable de la comunidad que cree en Él y, con todos sus límites y miserias, lo hace visible en nuestra historia”, aseguró monseñor Buenanueva, y recordó que “nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro”, ya que cada creyente es un eslabón de una cadena: “Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros”, continuó.

Para finalizar, el prelado explicó que la Iglesia es una red de personas, comunidades, carismas y servicios, por la que circula la vida misma de Cristo resucitado. “La fe es un camino que se transita con otros”, concluyó.+

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Mons. Frassia bendijo la capilla Beato Oscar Romero en la Isla Maciel

Isla Maciel (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, bendijo la capilla Beato Monseñor Oscar Romero, en la Isla Maciel, donde destacó la figura de el arzobispo salvadoreño que fue “testigo de la fe, que dio la vida por amor a Dios, a la Iglesia y a sus pobres”. “Que el beato monseñor Romero nos entusiasme ¿saben para qué?, para seguir creciendo, para seguir amando y para seguir dando testimonio con la propia vida”, sostuvo.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, bendijo la capilla Beato Monseñor Oscar Romero, en la Isla Maciel, donde destacó la figura de el arzobispo salvadoreño que fue “testigo de la fe, que dio la vida por amor a Dios, a la Iglesia y a sus pobres”.

El prelado recordó que “el perdón siempre debe hacerse con justicia ¡nunca sin justicia!” y diferenció: “Una cosa es el perdón desde adentro -que es un don de Dios- y otra cosa es quitar la justicia”.

“Se dice que ‘una justicia sin misericordia es una crueldad y una misericordia sin justicia es una disolución’ ¡son muy importantes estas dos realidades! Pero no hay que tener miedo porque Cristo perdona a todos”, sostuvo.

Tras afirmar que se venera al beato Oscar Romero porque, como tanta otra gente, “ha seguido a Cristo”, instó a todos los cristianos a dar ese compromiso “aprendiendo a vivir en esa escucha atenta y en esa fidelidad de respuesta; como decía monseñor (Enrique) Angelelli: ‘con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’”.

“Siempre tenemos que escuchar y recordar que a los pobres no se los puede tratar ‘en serie’; cada uno es una originalidad propia, cada uno es una persona y un misterio. ¡Qué importante es aprender a amar al pobre, en sus distintas realidades y circunstancias!”, aseveró.

Monseñor Frassia invitó a pedirle al Señor, a través de este “ejemplo sublime, superior, de monseñor Romero -como decía muy bien el papa Francisco ‘nadie elige el martirio, te lo da, te lo ofrece y vos fuiste llevándolo y asumiéndolo’- que cada uno de nosotros tiene que ir viviendo testimonialmente en la vida”.

“Quiero pedirle hoy a Dios, a través de Jesucristo y de monseñor Romero, que nos de la capacidad de descubrimiento del Evangelio, de la Iglesia --que no son los hombres, la Iglesia es el misterio de Cristo, habrá hombres hijos de la Iglesia que se pueden equivocar o se equivocan fiero, también quizás nosotros nos podemos equivocar fieramente—pero sí tener amor a la Iglesia, amor a Cristo, amor al Evangelio y amor a los pobres, nuestros hermanos”, agregó.

“Que el beato monseñor Romero nos entusiasme ¿saben para qué?, para seguir creciendo, para seguir amando y para seguir dando testimonio con la propia vida. Las cosas duelen pero hay que ‘hacerlas carne’, hay que interiorizarlas, llevarlas al corazón, iluminarlas con la inteligencia y poner toda la vida, la voluntad, para que podamos seguir amando a nuestros hermanos, en especial los más pobres. Que el beato monseñor Romero nos ayude a dar testimonio de nuestra vida, con la fe que tenemos que vivir”, concluyó.+

Texto completo de la homilía

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La Plata (Buenos Aires) (AICA): El arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, dedicó su reflexión televisiva semanal el sábado 27 de mayo al “verdadero sentido del amor” y a la dolorosa “explotación actual de las mujeres”. “Pienso -dijo- en el amor verdadero, que no se reduce a la atracción sexual ni a la conmoción afectiva, sino que empeña a la voluntad libre, que elige con la permanencia de quien reposa en un bien”.
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, dedicó su reflexión televisiva semanal el sábado 27 de mayo al “verdadero sentido del amor” y a la dolorosa “explotación actual de las mujeres”. “Pienso -dijo- en el amor verdadero, que no se reduce a la atracción sexual ni a la conmoción afectiva, sino que empeña a la voluntad libre, que elige con la permanencia de quien reposa en un bien”.

“Hoy les hablaré de un tema muy serio que está, además, en el tapete: la explotación de la mujer”, comenzó diciendo el arzobispo platense. “El problema es evidente, y se dan casos continuos de explotación de las mujeres. Es verdad que no es un asunto nuevo porque yo recuerdo haber oído, siendo chico o joven de las meretrices del barrio y el “cafisho” que las manejaba en la zona. Eran buenas mujeres que, las pobres, trabajaban de eso porque no tenían otra cosa que hacer, y recuerdo esa frase del Evangelio sobre que las meretrices precederán en el Reino de los Cielos a los orgullosos fariseos”.

“Hoy día la cosa ha cambiado mucho culturalmente, socialmente”, prosiguió monseñor Aguer. “Se agravó mucho la explotación de la mujer; hay bandas que se ocupan de explotar mujeres, de raptar niñas adolescentes y todo eso también, como ustedes saben, se hace por las redes informáticas. Pero el fondo del problema es siempre el mismo. ¿Por qué la explotación de la mujer, si la mujer es la persona complementaria del varón?”.

“Es cierto que algunas se han asociado y existe una Asociación de Meretrices como una especie de sindicato. No sé si habrá también un sindicato de “cafishos”. Lo real es que alguien explota todo eso y hasta no me extrañaría que algún funcionario esté prendido en ese tipo de cosas”.

“Hay algunas mujeres -continuó diciendo el prelado- a las que no se les puede aplicar ese calificativo, pero me llama la atención cómo mujeres conocidas de la farándula, actrices, vedettes, bailarinas, etc., cambian de novios continuamente, tienen 6 o 7 novios todos los años. ¿Cómo habría que llamar la posición, la situación, la actitud, de estas mujeres? Amor no hay, no aparece el amor y ni siquiera el eros en el sentido platónico de la palabra. Son como berretines que duran muy poco y están implicados a veces jugadores importantes o de fútbol o de tenis, políticos que muchas veces se lanzan a las campañas porque encuentran a una vedette famosa que los hace subir de crédito”.

“Pienso en el amor verdadero, que no se reduce a la atracción sexual ni a la conmoción afectiva, sino que empeña a la voluntad libre, que elige con la permanencia de quien reposa en un bien”.

“Yo me refería -comentó luego- a las meretrices de antaño, pobres mujeres que trabajaban de eso porque no podían o no sabían hacer otra cosa, y tengo la inclinación a compararlas con esas señoras o señoritas que lo hacen con gusto o por promoción, se hacen famosas en sus ocupaciones pseudoartísticas, son tenidas como reinas y cambian frecuentemente de pareja. ¿Y qué es eso? Es la violación de algo fundamental: el auténtico amor humano del varón y la mujer, que no es algo fugaz, que pasa enseguida, sino que está destinado a ser para siempre. El cuerpo del varón es totalmente complementario del cuerpo de la mujer. Y el sentido de la unión del hombre y la mujer tiene, en primer lugar, un valor unitivo, lo cual no quiere decir simplemente para el gozo. El gozo es una cosa buena, pero es unitivo en el sentido del amor verdadero que no es -como ya he indicado- puro sentimiento, pura emoción del momento, sino que es una decisión voluntaria, elegir a una persona con toda libertad y para toda la vida”.

En la última parte de su reflexión monseñor Aguer recordó que la unión sexual del varón y la mujer tiene otro sentido: es procreativo. “Así es la naturaleza, procreativa. Y la providencia de Dios ha dado a la mujer ciclos de fertilidad que pueden ser aprovechados racionalmente. Pero la unión sexual corresponde al matrimonio, a la constitución de la familia, con su apertura a los hijos. La desviación fornicaria de este valor y su banalización, llevan a que el varón y la mujer sean cada vez menos lo que deben ser. Este contexto, que suele tomarse como algo divertido, está relacionado con la deshumanización de la sociedad y con la trata de la mujer como un objeto. Lo peor de todo es que ella, la mujer, se convierta deliberadamente en objeto”.+

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Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco recibió el viernes 26 de mayo, en su biblioteca privada a los miembros de la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), quienes desde el domingo 21 de mayo se encuentran en Roma realizando la visita oficial a algunos Dicasterios de la Santa Sede y al Papa. El cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente del Celam, agradeció al Santo Padre el mensaje que había enviado con motivo de la XXXVI Asamblea General Ordinaria celebrada en San Salvador.
El papa Francisco recibió el viernes 26 de mayo, en su biblioteca privada a los miembros de la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), quienes desde el domingo 21 de mayo se encuentran en Roma realizando la visita oficial a algunos Dicasterios de la Santa Sede y al Papa.

Asistieron el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente del Celam; monseñor Carlos María Collazzi, obispo de Mercedes, Uruguay, primer vicepresidente; monseñor José Belisario Da Silva, arzobispo de San Luis de Maranhao, segundo vicepresidente; el cardenal José Luis Lacunza Maestrojuán, obispo de David, Panamá, presidente del Consejo de Asuntos Económicos; monseñor Juan Espinoza Jiménez, obispo auxiliar de Morelia, México, secretario general; monseñor Francisco Niño Súa, de la arquidiócesis de Bogotá, secretario general adjunto entrante y el padre Leónidas Ortiz, de la diócesis de Garzón, Colombia, secretario adjunto saliente.

El cardenal Salazar Gómez agradeció al Santo Padre el mensaje que había enviado con motivo de la XXXVI Asamblea General Ordinaria celebrada en San Salvador, en memoria de los primeros diez años de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, reunida en Aparecida. El purpurado comentó que ese mensaje se había difundido ampliamente por todos los medios; gustó mucho y la lectura sirvió de reflexión, oración y orientación de todo el trabajo de dicha Asamblea.

Otros de los temas que el arzobispo de Bogotá informó al pontífice fue el avance de la construcción de la nueva sede del Centro de Formación y de la sede administrativa y que sobre la próxima visita del Papa a Colombia expresó que “será muy positiva, motivo de gran esperanza e impulso para que el proceso de paz y reconciliación pueda avanzar correctamente”. Por su parte, el cardenal Lacunza expresó que en esa visita los obispos de la Coordinación General del Celam tendrán la oportunidad de encontrarse con él.

El Santo Padre mostró su preocupación por la problemática social y política que se está viviendo en algunos países del continente lo que provoca el éxodo de personas buscando mejores condiciones económicas. En este contexto, el cardenal Salazar le presentó al Papa la iniciativa que ya está en marcha de la “Red Latinoamericana y Caribeña de Migración, Refugio y Trata de Personas”, conocida como Red Clamor, que tiene por objetivo articular el trabajo pastoral que realizan diversas organizaciones de la Iglesia Católica en América Latina y El Caribe para acoger, proteger, promover e integrar los migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de tráfico y trata de personas.

Monseñor Espinoza por su parte informó al Santo Padre sobre la marcha de la Misión Continental. En este año se están realizando los Encuentros Regionales de responsables nacionales de Misión, uniendo las Obras Misionales Pontificias e invitando a vicarios de pastoral y presidentes de las Organizaciones Nacionales de Seminarios.

El Cardenal Salazar le entregó al Papa de volumen de la última revista Medellín (no. 167) sobre la Nueva Ratio Institutionis Sacerdotalis y un ejemplar del nuevo Ordenamiento Económico para la acción pastoral del CELAM. El Papa recibió con interés estos documentos y comentó brevemente sobre cada uno de ellos.+

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“La Ascensión nos recuerda esa asistencia de Jesús y de su Espíritu que da confianza y seguridad en nuestro testimonio cristiano en el mundo. Nos revela por qué existe la Iglesia: ¡Para anunciar el Evangelio!”, explicó el Santo Padre, este domingo 28 de mayo, día de la solemnidad de la Ascensión del Señor. En sus palabras previas al rezo del Regina Coeli, el pontífice señaló a los miles de fieles que colmaban la plaza de San Pedro que anunciar al Señor “¡Es el más grande honor de todos nosotros, bautizados!”.

Todos los bautizados, dijo Francisco, como miembros de la Iglesia, tenemos una gran responsabilidad establecida por el mismo Jesús: “anunciar el Evangelio en el mundo, hacerlo accesible a la humanidad. ¡Esa es nuestra dignidad!”.

El Santo Padre explicó el pasaje con el que finaliza el Evangelio de San Mateo en el que se narra la subida de Jesús al cielo.

El Papa explicó que la Ascensión de Jesús al cielo constituye “el término de la misión que el Hijo había recibido del Padre, y la continuación de tal misión por parte de la Iglesia”.

Desde ese momento, de hecho, “la presencia de Cristo en el mundo se produce mediante la mediación de los discípulos, de aquellos que creen en Él y lo anuncian. Esta misión durará hasta el fin de la historia y gozará, cada día, de la asistencia del Señor resucitado, el cual asegura que ‘estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo’”.

La presencia de Jesús en la vida de los cristianos “da fortaleza en la persecución, consuelo en las tribulaciones, sostén en las dificultades que encontramos en la misión y en el anuncio del Evangelio”.

“En esta fiesta de la Ascensión, mientras dirigimos la mirada hacia el cielo, adonde Cristo ascendió para sentarse a la derecha del Padre, reforzamos nuestros pasos sobre la tierra para proseguir con entusiasmo y con valentía nuestro camino, nuestra misión de testimoniar y de vivir el Evangelio en todos los ambientes”.

Solidaridad con las víctimas de los ataques terroristas en Egipto y Manchester
Tras el rezo del Regina Coeli el papa Francisco volvió a mostrar su cercanía y solidaridad con las víctimas y familiares de los atentados terroristas en Egipto y Manchester.

El Santo Padre dirigió, en primer lugar, unas palabras de aliento al pueblo egipcio y al Patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa, Papa Tawadros, por el atentado terrorista que el viernes 26 acabó con la vida de 29 cristianos coptos.

“Deseo expresar nuevamente mi cercanía con el querido hermano Tawadros y con la comunidad copta ortodoxa de Egipto que hace dos días sufrió otro acto de violencia feroz”, dijo el pontífice.

Francisco destacó que “las víctimas, entre las que había varios niños, son fieles que se dirigían a un santuario a rezar, y fueron asesinados después de que se negaran a renunciar a su fe cristiana. El Señor acoja en su paz a estos valientes testimonios, a estos mártires, y convierta los corazones de los violentos”.

Palabras del Santo Padre antes del Regina Coeli
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy se celebra, en Italia y en otros países, la Ascensión de Jesús al cielo, que tuvo lugar cuarenta días después de Pascua. El pasaje del Evangelio de hoy (Mt 28,16-20), con el cual concluye el Evangelio de Mateo, presenta el momento de la despedida final del Resucitado a sus discípulos.

La escena se desarrolla en Galilea, lugar donde Jesús les había llamado a seguirlo para formar el primer núcleo de su nueva comunidad. Aquí por tanto, los discípulos han pasado por el "fuego" de la pasión y de la resurrección; a la vista del Señor resucitado se postran ante Él, aunque algunos siguen todavía dudosos. A esta comunidad llena de miedo, Jesús deja la inmensa tarea de evangelizar el mundo; y concreta este encargo con la orden de predicar y bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (cf. v. 19).

Por tanto, la Ascensión de Jesús al cielo constituye el fin de la misión que el Hijo ha recibido del Padre y el inicio de la continuación de esta misión por parte de Iglesia. De hecho, a partir de este momento, la presencia de Cristo en el mundo es mediada por sus discípulos, aquellos que creen en Él y lo proclaman. Esta misión durará hasta el final de la historia y gozará de la ayuda del Señor resucitado, el cual asegura: “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (v. 20) .

Su presencia aporta fortaleza en la persecución, consuelo en el sufrimiento, apoyo en las situaciones de dificultad a las que se enfrentan la misión y el anuncio del Evangelio. La Ascensión de Jesús nos recuerda de esta ayuda de Jesús y de su Espíritu que da confianza y seguridad a nuestro testimonio cristiano en el mundo. Nos revela porqué existe la Iglesia: ¡existe para anunciar el Evangelio!, ¡sólo para ésto! La Iglesia somos todos nosotros, los bautizados. Hoy, estamos invitados a comprender mejor que Dios nos ha dado una gran dignidad y la responsabilidad de anunciarlo al mundo, de "hacerlo accesible a la humanidad". Esta es nuestra dignidad, ¡este es el mayor honor en la Iglesia!

En esta fiesta de la Ascensión, mientras volvemos nuestra mirada al cielo, donde Cristo ascendió y está sentado a la derecha del Padre, fortalecemos nuestros pasos sobre la tierra para continuar con entusiasmo y coraje nuestro camino, nuestra misión de testimoniar y vivir el Evangelio en cualquier entorno. Sin embargo, somos conscientes de que ésto no depende, ante todo, de nuestras fuerzas ni de la capacidad de organización o de los recursos humanos. Sólo con la luz y el poder del Espíritu Santo podemos cumplir eficazmente nuestra misión de dar a conocer y experimentar cada vez más a los demás, el amor y la ternura de Jesús.

Pidamos a la Virgen María que nos ayude a contemplar los bienes celestiales, que el Señor nos promete, y a convertirnos en testigos más creíbles de la resurrección, de la verdadera Vida”. (trad. de Radio Vaticana)+

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Génova: El Papa recuerda que hay “urgencia de misión” sabiendo que Jesús nos acompaña

El Santo Padre concluyó la visita apostólica, que realizó este sábado 27 de mayo, a la ciudad de Génova, presidiendo una multitudinaria misa en la Gran Plaza Kennedy de esta ciudad italiana. El pontífice centró su reflexión en el anuncio de la Buena Nueva y la oración de intercesión entre los miembros de la Iglesia. Francisco instó a los cerca de 75 mil fieles a no “fosilizarse” en temas que no son centrales para la vida cristiana, sino a dedicarse totalmente a la “urgencia de la misión” evangelizadora que Cristo ha encomendado.

“Como para los discípulos de los orígenes, nuestros lugares de anuncio son las calles del mundo: y sobre todo allí que el Señor espera ser conocido hoy. Como en los orígenes desea que el anuncio sea llevado con su fuerza: no con la fuerza del mundo, sino con la fuerza límpida y suave del testimonio alegre. Esto es urgente”, exhortó el Papa.

Dejemos atrás -pidió el pontífice- “las murmuraciones y las fingidas discusiones de quien se escucha solo a sí mismo” para “trabajar eficazmente por el bien común y la paz”.

“Vamos a jugar con coraje, convencidos de que hay más alegría en dar que en recibir. El resucitado y Señor siempre intercede por nosotros, que Él sea la fuerza de nuestra marcha, el valor de nuestro caminar”, añadió.

Asimismo, Santo Padre aseguró que Jesús, en “un acto de suprema confianza”, “cree en nosotros más de lo que creemos en nosotros mismos”.

Afirmó que el Señor nos envía a anunciar la Buena Nueva “a pesar de nuestras faltas” y aunque sepa que nunca “será perfecto”. Sin embargo, explicó que para Jesús “es muy importante que pronto superemos una gran imperfección: la cerrazón”.

“Porque el Evangelio no puede ser encerrado y sellado, porque el amor de Dios es dinámico y quiere alcanzar a todos. Para anunciar todavía es necesario andar, salir de sí mismo. Con el Señor no se puede estar quieto, acomodado en el propio mundo o en el recuerdo nostálgico del pasado; en Él está prohibido detenerse en la riqueza adquirida”, añadió.

En ese sentido, el Pontífice enfatizó que “la riqueza para Jesús está en el andar, con confianza: allí se revela su fuerza. Porque el Señor no aprecia las comodidades y el confort, pero incomoda y relanza siempre”.

Por otra parte, el Santo Padre resaltó que el poder de Dios es el de “unir el cielo con la tierra”, algo que también realiza la Iglesia a través de la oración de intercesión.

“Cuando Jesús subió al Padre nuestra carne humana, atravezó el umbral del cielo: nuestra humanidad está ahí, en Dios, para siempre. Ahí está nuestra confianza, porque Dios no se separará más del hombre”.

Texto de la homilía del Santo Padre (trad. Radio Vaticano)
Hemos escuchado aquello que Jesús Resucitado dice a los discípulos antes de su ascensión: “se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt.28,18). El poder de Jesús, la fuerza de Dios. Este tema atraviesa las lecturas de hoy: en la primera Jesús dice que no les corresponde a los discípulos conocer “tiempos o momentos que el Padre ha reservado a su poder”, pero les promete la “fuerza del Espíritu Santo” (Hechos 1,7-8); en la segunda san Pablo habla de la “extraordinaria grandeza de su potencia con nosotros” y “de la eficacia de su fuerza” (Ef.1,19). Pero ¿en qué cosa consiste esta fuerza, este poder de Dios?

Jesús afirma que es un poder “en el cielo y sobre la tierra”. Es sobre todo el poder de conectar el cielo con la tierra. Hoy celebramos este misterio, porque cuando Jesús ha subido al Padre nuestra carne humana ha atravesado el umbral del cielo: nuestra humanidad está ahí, en Dios, para siempre. Ahí está nuestra confianza, porque Dios no se separará más del hombre. Y nos consuela saber que en Dios, con Jesús, hay preparado para cada uno de nosotros un lugar: un destino de hijos resucitados nos espera y por esto vale la pena vivir aquí abajo buscando las cosas de allá arriba, donde se encuentra nuestro Señor (CFr.Col.3,1-2). Esto es lo que hizo Jesús, con su poder de unir la tierra con el cielo.

Pero este poder suyo no ha terminado una vez que subió al cielo, continúa también ahora y dura para siempre. De hecho, propiamente antes de subir al Padre Jesús ha dicho: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt.28,20). No es un modo de decir, un simple reaseguro, como cuando antes de partir para un largo viaje se dice a los amigos: “Los recordaré”. No, Jesús está verdaderamente con nosotros y para nosotros: en el cielo muestra siempre al Padre su humanidad, nuestra humanidad, y así “está siempre vivo para interceder” (Heb.7,25) a nuestro favor. He aquí la palabra clave del poder de Jesús: intercesión. Jesús ante el Padre intercede cada día, cada momento por nosotros. En cada oración, en cada uno de nuestros pedidos de perdón, sobre todo en cada misa, Jesús interviene: muestra al Padre los signos de su vida ofrecida, sus llagas, e intercede, obteniendo misericordia para nosotros. El es nuestro “abogado” (Cfr.1Jn.2,1) y, cuando tenemos alguna “causa” importante hacemos bien a confiársela, a decirle: “Señor Jesús, intercede por mí, por nosotros, por aquella persona, por aquella situación”.

Esta capacidad de interceder Jesús la ha dado también nosotros, a su Iglesia, que tiene el poder y también el deber de interceder, de rezar por todos. Podemos preguntarnos: “¿Yo rezo?” nosotros como Iglesia, como cristianos ejercitamos este poder llevando a Dios las personas y las situaciones?”. El mundo tiene necesidad. Nosotros mismos tenemos necesidad. En nuestras jornadas corremos y trabajamos tanto, nos empeñamos en muchas cosas; pero corremos el riesgo de arribar a la tarde cansados y con el alma cargada, iguales a una nave cargada de mercadería que después de un viaje fatigoso entra en el puerto con el deseo solamente de atracar y apagar la luz. Viviendo siempre corriendo y tantas cosas por hacer, nos podemos perder cerrarnos en nosotros mismos y convertirnos en inquietos por algo sin sentido. Para no quedar sumergidos en este “malestar existencial”, recordemos cada día “tirar el ancla a Dios”: llevemos a él los pesos, las personas y las situaciones, confiémosle todo. Es esta la fuerza de la oración, que une el cielo con la tierra, que permite que Dios entre en nuestro tiempo.

La oración cristiana no es un modo para estar más en paz con sí mismos o encontrar alguna armonía interior; nosotros rezamos para llevar todo a Dios, para confiarle el mundo: la oración es intercesión. No es tranquilidad, es caridad. Es pedir, buscar, llamar (cfr. Mt 7,7). Es ponerse en juego para interceder, insistiendo asiduamente con Dios los unos por los otros (cfr. Hechos1,14). Interceder sin cansarse: es nuestra primera responsabilidad, porque la oración es la fuerza que hace ir adelante el mundo; es nuestra misión, una misión que al mismo tiempo cuesta fatiga y da paz. Este es nuestro poder: no prevalecer o gritar más fuerte, según la lógica de este mundo, pero ejercitar la fuerza humilde de la oración, con la cual se pueden también detener las guerras y obtener la paz. Como Jesús intercede siempre por nosotros ante el Padre, así nosotros sus discípulos, no nos cansemos jamás de rezar para acercar la tierra al cielo.

Después de la intercesión emerge, del Evangelio de hoy, una segunda palabra clave que revela el poder de Jesús: el anuncio. El señor envía a los suyos a anunciarlo con la sola fuerza del Espíritu Santo: “Vayan por todas partes y hagan discípulos míos en todos los pueblos” (Mt 28,19). Es un acto de extrema confianza en los suyos: Jesús confía en nosotros, ¡cree en nosotros más de cuanto nosotros creemos en nosotros mismos! Nos envía a pesar de nuestros límites; sabe que no somos perfectos y que, si esperamos convertirnos en mejores para evangelizar, no comenzaremos jamás.

Para Jesús es muy importante que pronto superemos una gran imperfección: la cerrazón. Porque el Evangelio no puede ser encerrado y sellado, porque el amor de Dios es dinámico y quiere alcanzar a todos. Para anunciar todavía es necesario andar, salir de sí mismo. Con el Señor no se puede estar quietos, acomodados en el propio mundo o en los recuerdos nostálgicos del pasado; con él está prohibido mantenerse calmo en las seguridades adquiridas. La seguridad para Jesús está en el andar con confianza: allí se revela su fuerza. Porque el señor no aprecia la comodidad, pero incomoda y relanza siempre. Nos quiere en salida, libres de la tentación de contentarse cuando estamos bien y tenemos todo bajo control. Vayan nos dice también hoy Jesús, que en el bautismo ha conferido a cada uno de nosotros el poder del anuncio. Por eso andar en el mundo con el Señor pertenece a la identidad del cristiano. No es solo para sacerdotes, monjas y consagrados. El cristiano no está detenido, sino en camino: con el Señor hacia los otros. Pero el cristiano no es un corredor que corre como loco o un conquistador que tiene que llegar antes que los otros. Es un peregrino, un misionero, un “maratonista esperanzado”. Suave, pero decidido en el caminar; confiado y al mismo tiempo activo; creativo, pero siempre respetuoso; emprendedor y abierto; laborioso y solidario. ¡Con este estilo recorremos los caminos del mundo!

Como para los discípulos de los orígenes, nuestros lugares de anuncio son las calles del mundo: y sobre todo allí que el Señor espera ser conocido hoy. Como en los orígenes desea que el anuncio sea llevado con su fuerza: no con la fuerza del mundo, sino con la fuerza límpida y suave del testimonio alegre. Esto es urgente. Pidamos al Señor la gracia de no fosilizarse sobre cuestiones no centrales, sino de dedicarse plenamente a la urgencia de la misión. Dejemos a otros las murmuraciones y las fingidas discusiones de quien se escucha solo a sí mismo y trabajemos concretamente por el bien común y la paz; pongamos en juego con coraje, convencidos que hay más alegría en el dar que en el recibir (cfr. Hechos 20,35). El Señor resucitado y vivo, que siempre intercede por nosotros sea la fuerza de nuestro andar, el coraje de nuestro caminar. +

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