febrero 2017

El papa Francisco concedió una entrevista a la publicación gratuita mensual "Scarp de' tenis" publicada por Cáritas en Milán, Italia, con motivo de su visita el próximo 25 de marzo a Milán, donde acudirá a algunas de las zonas más desfavorecidas de esta ciudad del norte de Italia.

El pontífice señaló lo difícil que es “ponerse en los zapatos del otro”, y explicó qué aunque es algo bueno y justo dar limosna a los pobres, no se puede “arrojarle el dinero sin mirarle a los ojos, pues esto no es un gesto de cristiano”.

Ponerse en los zapatos del otro
En referencia al “pueblo de los invisibles, de las personas sin domicilio fijo”, se le preguntó al pontífice como fue recibido el llamamiento de abrir las puertas de las iglesias para recibirlos.

El llamamiento del Papa fue escuchado por muchas personas y muchas parroquias, dijo el Santo Padre. En el Vaticano hay dos parroquias y cada una recibió a una familia de Siria. Muchas parroquias en Roma abrieron sus puertas a la acogida y sé que otras, que no tienen sitio, juntaron dinero para pagar el alquiler durante un año a las personas y familias necesitadas. El objetivo debe ser la integración, es importante que los acompañen durante un período inicial. En muchas partes de Italia se hizo. Las puertas se abrieron en muchas escuelas católicas, conventos, en muchas otras estructuras. Por eso digo que el llamamiento fue escuchado. También sé de muchas personas donaron dinero para pagar el alquiler de las personas sin domicilio fijo”

“Es muy difícil meterse en los zapatos, en el lugar de los demás, porque a menudo somos esclavos de nuestro egoísmo”, señaló Francisco más adelante y explicó: “En un primer nivel, podemos decir que la gente prefiere ocuparse de sus propios problemas sin querer ver el sufrimiento u otras dificultades. Pero hay otro nivel. Ponerse en los zapatos de los demás significa tener una gran capacidad de comprender, de entender los momentos y las situaciones difíciles. Si pensamos, además, en las existencias que están hechas a menudo de soledad, ponerse en los zapatos del otro significa servicio, humildad, generosidad, que es también la expresión de una necesidad. Necesito que alguien se ponga en mis zapatos. Porque todos necesitamos comprensión, compañerismo y un consejo. Cuántas veces conocí a personas que, después de haber buscado consuelo en un cristiano, ya sea un laico, un sacerdote, una monja, un obispo, me dice: "Sí, me ha escuchado, pero no me ha entendido." Entender significa ponerse en los zapatos de los demás”.

Mirar a los ojos a los viven en la calle
En referencia a las personas sin hogar el pontífice indicó que las personas que viven en la calle entienden de inmediato cuando hay un interés real por parte de la otra persona o cuando hay, no quiero decir ese sentimiento de compasión, pero sí, ciertamente de pena. Se puede ver una persona sin hogar y mirarlo como una persona, o como un perro. Y ellos se dan cuenta de esta forma diferente de mirar”.

El gesto de san Juan Pablo II
El papa Francisco puso como ejemplo una anécdota de la vida de san Juan Pablo II: “En el Vaticano -contó Francisco- es famosa la historia de una persona sin hogar, de origen polaco, que solía estar en la Piazza Risorgimento en Roma. No hablaba con nadie, ni siquiera con los voluntarios de Cáritas que por la noche le llevaban una comida caliente. Sólo después de mucho tiempo consiguieron que les contase su historia: ‘Soy un sacerdote, conozco muy bien a su Papa, estudiamos juntos en el seminario’. La voz llegó a san Juan Pablo II, que oyó el nombre, confirmó que había estado con él en el seminario y quiso encontrarlo. Se abrazaron después de cuarenta años, y al final de la audiencia, el Papa pidió ser confesado por el sacerdote que había sido su compañero. “Pero ahora te toca a ti”, dijo el Papa. Y su compañero de seminario fue confesado por el Papa. Gracias al gesto de un voluntario, de una comida caliente, de unas palabras de consuelo, de una mirada bondadosa, esta persona pudo recuperarse y hacer una vida normal que lo llevó a ser capellán de un hospital. El Papa lo había ayudado, por supuesto, esto es un milagro, pero también es un ejemplo para decir que las personas sin hogar tienen una gran dignidad”.

Francisco relató en la entrevista otro ejemplo: “En el arzobispado de Buenos Aires en una reja entre un portal y la acera vivían una familia y una pareja. Los encontraba cada mañana cuando salía. Los saludaba e intercambiaba unas palabras con ellos. Nunca pensé en echarlos. Alguien me dijo: “Ensucian la Curia”, pero la suciedad está dentro. Yo creo que hay que hablar con la gente con gran humanidad, no como si tuvieran que pagarnos una deuda y no tratarlos como si fueran pobres perros”.

Preguntado sobre si es “es justo dar limosna a las personas que piden ayuda en la calle”, el Papa respondió: “Hay tantos argumentos para justificarse a sí mismo cuando no se da limosna. "¿Pero cómo, yo le doy el dinero y luego se lo gasta en un vaso de vino?’. Un vaso de vino es la única felicidad que tiene en la vida, eso está bien. Pregúntate, más bien, que es lo que haces tu en secreto, que felicidad buscas a escondidas. O bien, a diferencia de él, eres más afortunado, tienes una casa, una esposa, hijos, ¿Qué es lo que te lleva a decir, "Ocúpense ustedes de él”.

Una ayuda siempre es justa. Desde luego, no es bueno lanzar al pobre solo algunas monedas. Es importante el gesto, ayudar a los que piden mirándoles a los ojos y tocando sus manos. Echar el dinero y no mirar a los ojos, no es un gesto de cristiano. Enseñar la caridad no es descargar las propias culpas, pero es un acercarse, un mirar a una miseria que llevo dentro de mí y que el Señor comprende y salva. Porque todos tenemos miserias dentro”.

Lo difícil es “integrar” a los migrantes
¿Se puede acoger a todos los migrantes sin distinción o es necesario establecer un límite? Le preguntaron al Papa en la entrevista.

“Los que llegan a Europa -respondió Francisco- huyen de la guerra o del hambre. Y de alguna manera somos culpables porque explotamos sus tierras, pero no hacemos ningún tipo de inversión para que ellos puedan beneficiarse. Tienen derecho a emigrar y tienen derecho a ser acogidos y ayudados. Pero esto debe hacerse con esa virtud cristiana que debe ser propia de los gobernantes; la prudencia. ¿Qué significa? Significa aceptar a todos aquellos que se “pueden” recibir Y esto con respecto a los números”.

“Pero es igualmente importante reflexionar sobre “cómo” recibir. Porque recibir significa integrar. Esto es lo más difícil, porque si los inmigrantes no se integran, se guetizan. …Integrar, significa entonces, entrar en la vida del país, respetar la legislación del país, respetar la cultura del país, pero también respetar la propia cultura y las propias riquezas culturales. La integración es un trabajo muy difícil. Recibir, acoger, consolar e integrar inmediatamente. Lo que falta es la integración. Cada país debe ver a cuantos puede acoger. No se puede acoger si no hay posibilidad de integración”.

En la Argentina todos somos inmigrantes
“Nunca me sentí desarraigado, dijo el Papa. En la Argentina todos somos emigrantes. Por eso allí el diálogo interreligioso es lo normal. En la escuela había judíos llegados en su mayoría de Rusia y musulmanes sirios y libaneses, turcos o con el pasaporte del Imperio Otomano. Había mucha hermandad”

Preguntado sobre qué cosas extrañaba de Buenos Aires el Papa respondió: “Sólo hay una cosa que echo mucho de menos: la posibilidad de salir y pasear por la calle. Me gusta ir a visitar las parroquias y conocer gente.

La solidaridad de los humildes
¿Es posible la solidaridad donde hay pobreza y miseria? Le preguntaron a Francisco.

“Le hablo de mi experiencia en Buenos Aires. En los barrios pobres hay más solidaridad que en los del centro -respondió el pontífice- y añadió: En las villas miseria hay muchos problemas, pero a menudo los pobres son más solidarios entre sí porque sienten que se necesitan mutuamente. He encontrado más egoísmo en otros barrios, no quiero decir ricos porque sería calificar descalificando, pero la solidaridad que vemos en los barrios pobres, no se ve en otros lugares, aunque la vida sea más complicada y difícil. En los barrios pobres, por ejemplo, se ve más la droga, pero sólo porque en otros barrios está “tapada” y se usa con guantes blancos.

Por último, en referencia a su inminente visita a la ciudad italiana, el papa Francisco dijo que “no conozco Milán. He estado allí sólo una vez, por unas horas, en los años setenta. Pero tengo un gran deseo, espero conocer a tanta gente. Es mi mayor expectativa: Sí, espero encontrar a tanta gente”.+

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Mons. Buenanueva: Abusos: verdad, justicia y misericordia

Con el título “Abusos: verdad, justicia y misericordia”, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, hizo un análisis y "algo más" sobre la información que circuló en medios argentinos de que el papa Francisco, apelando a un criterio de misericordia, habría mitigado las sanciones sugeridas por la Congregación de la Fe para algunos sacerdotes abusadores.

Texto del análisis
Días pasados, comenzó a circular en los medios argentinos la información de que el Papa Francisco, apelando a un criterio de misericordia, habría mitigado las sanciones sugeridas por la Congregación de la Fe para algunos sacerdotes abusadores. Aquí la información de Clarín: http://www.clarin.com/mundo/papa-reduce-sanciones-curas-pederastas-nombre-misericordia_0_r1dcXUg9x.html

La información difundida en Argentina está basada en la investigación de una periodista especializada (vaticanista) de Associated Press, Nicole Winfield. Aquí su artículo, cuya lectura es ilustrativa: https://apnews.com/f1de2d44062e44f1b790fc5b0a5a7f55/Papa-reduce-discretamente-las-sanciones-a-curas-pederastas?utm_campaign=SocialFlow&utm_source=Twitter&utm_medium=AP_Noticias

A continuación, un análisis de estas noticias, y un poco más.

Ante todo, quisiera señalar que se trata de un tema delicado, complejo y sensible. El periodismo hace bien en investigar y publicar. Romper el silencio sobre este tema ha sido uno de los factores claves para que la Iglesia enfrente esta crisis, tal vez, la más fuerte en estos últimos 50 años.

El criterio de fondo: dar voz a las víctimas y cuidar el proceso de hacerles justicia y ayudarlas en la sanación de sus heridas. Por esto es un tema delicado y sensible: está en juego su bienestar personal, fuertemente herido por estos delitos.

Abro un paréntesis: Estas noticias muestran el valor de comunicadores expertos en temas eclesiales, que con profesionalidad abordan estas cuestiones. Aunque también resultan escasos. Al menos, por estos lares. No se pretende que sean condescendientes con Ia Iglesia, sino que sepan de qué hablan. Las críticas precisas, basadas sobre datos rigurosos y contrastados, son más incisivas y le hacen un enorme bien a la Iglesia, incluso si nos ponen a parir, como dicen los españoles. El ejemplo del Spotlight está ahí para ser imitado. Cierro el paréntesis.

Para formarse una opinión fundada y brindar una palabra responsable sobre los hechos a que alude la noticia, es necesario poner algunos datos más sobre la mesa. Me parece que la información ofrecida, hasta donde puedo observar, resulta imprecisa y, en algunos puntos, también confusa. La información, según mi criterio, necesita ser más específica: ¿cuántos casos concretos son? ¿Basta hablar de un puñado de casos para después solo referir uno? ¿Qué características tuvieron esos delitos? ¿El Papa Francisco mitigó una sanción ya establecida o eligió, como está previsto, una pena distinta a la propuesta por la Congregación de la Fe? ¿Qué circunstancias aconsejaron este presunto cambio? ¿Se hizo apelación al criterio misericordia? La mitigación de una sanción por esa razón ¿es contraria a la justicia? Tomar semejante decisión en ciertos casos ¿significa, sin más, bajarle intensidad a la lucha contra los abusos en la Iglesia? ¿Es confiable la fuente que habría filtrado la información? ¿No tenemos aquí un nuevo episodio de la resistencia al Papa y el deseo de desacreditarlo que, en Argentina, encuentra además un terreno fértil en varios actores que persiguen el mismo objetivo?

Aquí, sin embargo, nos topamos con una dificultad que proviene de los propios procedimientos eclesiásticos: ¿cómo conjugar la necesaria discreción con criterios de transparencia igualmente legítimos? Mucho más en la sociedad que vivimos y sus estándares de información pública.

Se multiplican las preguntas. Esperemos contar con mejor información para poder conocer el tenor real de los hechos. Opiniones apresuradas corren el riesgo de enrarecer el ambiente y llevar más zozobra a las víctimas.

No se puede desconocer que, algunos que están disconformes con el mensaje de Francisco sobre la centralidad de la misericordia y la compasión, no dejan de señalar el “peligro” de este acento, sobre todo, por las consecuencias que tiene para la forma cómo la Iglesia ha de entenderse y configurarse a sí misma en el complejo mundo de hoy. Y este cuestionamiento alcanza diversos campos pastorales: por ejemplo, las nuevas perspectivas en pastoral familiar, sobre todo los nuevos paradigmas para acompañar situaciones de fragilidad; la cercanía del Papa a los vulnerables y a las periferias; su enfoque de la ecología integral y el cuidado de la creación; hasta llegar a este punto: su acento en la misericordia debilitaría la respuesta de la Iglesia a los abusos. También aquí se lo tiende a contraponer (falsamente, a mi criterio) a Benedicto XVI.

Se necesita un atento discernimiento de las opiniones que se vierten, juzgándolas en perspectiva.

Por eso, en este delicado y complejo tema, hay que ir más a fondo.

Soy de la opinión de que la guerra contra los abusos en la Iglesia está en curso. Algunas batallas significativas ya han sido ganadas, y otras vienen siendo dolorosamente perdidas. Un solo caso es ya una tragedia. Creo que se ha pecado de ingenuidad al creer que semejante problemática humana e institucional era de rápida solución. Que bastaban criterios claros y normas adecuadas. Se están requiriendo además: decisión y convencimiento, capacitar a la mayor cantidad posible de personas en la prevención, claridad de metas, perspectiva sistémica, mucha paciencia y una buena dosis de resiliencia. Sobre todo si hay que pensar en un cambio de mentalidad para afrontar con mayor decisión e inteligencia esta problemática.

No ha sido fácil afrontar esta crisis, superando formas inadecuadas de pensarla y abordarla, comprendiendo además su real dimensión y gravedad. Ha sido realmente muy duro. Es mi propia experiencia personal.

En este contexto, se da hoy en la Iglesia una discusión muy viva y fuerte sobre varios de los puntos que toca esta información: ¿necesariamente la sanción a un cura abusador tiene que ser la dimisión del estado clerical? ¿No hay que aplicar las penas de manera proporcionada a la configuración concreta de cada delito como hace el derecho penal secular? ¿No hay diferencia entre un pederasta serial y uno que no lo es? ¿Qué hacemos con los curas abusadores, una vez que han expiado sus delitos en la cárcel, por ejemplo? ¿Simplemente desligarnos de ellos? ¿Y los que fueron hallados culpables por la justicia eclesial y exonerados por la secular? ¿No es conveniente que, reducido el riesgo de contacto con posibles víctimas, la Iglesia ejerza un rol de vigilancia más estricta? Si bien hay consenso en las líneas de fondo (tolerancia cero, transparencia, colaboración con la justicia secular y, sobre todo, prioridad de la perspectiva de las víctimas), también hay legítima diversidad de posiciones en cuestiones, de suyo, opinables.

No son cuestiones de fácil respuesta. Personalmente me inclino hacia la posición que sostiene que, en las actuales circunstancias, la comisión de un solo delito invalida ya al sacerdote para ejercer el ministerio. Por tanto, que la dimisión del estado clerical es la sanción más adecuada. Aunque no dejo de interrogarme por la parte de verdad que expresan las otras opiniones, digamos así, más garantistas.

Una de las batallas ganadas es precisamente que, dentro de la Iglesia, es cada vez mayor el número de personas -laicos, consagrados y pastores- que se involucra con decisión en la lucha contra los abusos. Se intercambia información; se habla, se discute y se actúa; se comparten experiencias de prevención y se exige a los responsables que sean coherentes con las normas y criterios eclesiales. Una señal esperanzadora de un proceso que, aún con altibajos, no tiene retorno.

Ahora, una palabra sobre la relación entre misericordia y justicia. Mi opinión es la siguiente: cuando la Iglesia aborda los casos de abusos, la justicia y la misericordia deben estar presentes, del principio al final del proceso, aunque por caminos diversos que, llegado el momento también pueden entrecruzarse.

Justicia para todos. Misericordia para todos. Esto vale, en primer lugar, para las víctimas, pero también para los victimarios. Sobre estos últimos concentro mi atención ahora.

Un cura que es encontrado culpable de abuso sexual debe expiar su delito ante la sociedad. Normalmente, eso significa: cárcel. En esto tiene un rol primario la justicia penal del estado. También quienes han tenido diversos grados de responsabilidad de la conducta delictiva de los abusadores han de hacerse cargo de las consecuencias civiles de esos delitos, es decir: pagar los resarcimientos económicos que establezca la justicia. Esto vale para las diócesis, si los delincuentes son del clero secular, o para los institutos de vida consagrada, en el caso de religiosos o religiosas.

Esto es hacer justicia a la víctima, que, incluso para el difícil proceso de sanación interior, necesita ver sancionado a quien le infringió semejante daño. Pero es hacer justicia incluso al victimario que, para su proceso de rehabilitación humana, necesita expiar su delito de forma concreta y -digámoslo sin tapujos- también dolorosa. Lo necesitamos también como Iglesia, porque hemos de hacernos cargo solidariamente de la responsabilidad de no haber sabido cuidar a los más vulnerables que nos han sido confiados. Un verdadero camino penitencial…

Así, entonces, desde el principio, la justicia. Pero también la misericordia ha de tener lugar, desde el comienzo: es decir, la posibilidad del arrepentimiento y, eventualmente, el perdón como acto espiritual. Apelando a su fe, un creyente puede leer la dura sanción penal, tanto secular como canónica, como expresión de la misericordia que busca siempre el arrepentimiento del pecador y la salvación eterna de su alma. Esa es la ley suprema de la Iglesia.

No hay que confundir el criterio de misericordia con el juicio acerca de la idoneidad de un sujeto concreto para ejercer el ministerio pastoral. Un sacerdote delincuente que es también un hombre pecador, jamás debe dudar de la misericordia de Dios y de la compasión de la Iglesia. Si se arrepiente tendrá el perdón abundante del Dios misericordioso, cuyo Hijo ha derramado su sangre para arrancar al mundo del poder deshumanizante del pecado. Incluso si está purgando una justa condena en la cárcel. Lo que también habrá que hacer, e invocando la misma lógica de misericordia, es ayudar a ese sacerdote a comprender que sus actos han herido tan profundamente el sacerdocio que, de hecho, ya no podrá ejercerlo como la Iglesia quiere que sea vivido: como expresión visible, publica y sacramental de la caridad del Buen Pastor.

En algunos casos, se tratará de hombres severamente afectados por alguna forma de patología que, seguramente, nunca debieron ser admitidos a la vida sacerdotal o religiosa. En otros, tal vez la mayoría de los casos, se trata de una historia de libertad que se fue enredando cada vez más en un proceso de deterioro espiritual y moral que terminó manifestándose en un conducta sexual depredadora, aunque seguramente también en otras formas de abuso de conciencia, manipulación emocional de los demás, autoritarismo, abusos en la gestión de los bienes, descontrol en otros campos de la conducta y un largo y doloroso etcétera.Véase, si no, los casos recientes de algunos fundadores, protagonistas de hechos aberrantes. Benedicto XVI, refiriéndose a uno de ellos, habló de verdaderos “falsos profetas” que, en su momento, sedujeron a muchos, gozaron de un poder omnímodo y amplia impunidad. Algo que ha de movernos a un serio examen de conciencia en la Iglesia, especialmente entre quienes somos sus responsables.

El abuso sexual, protagonizado por curas célibes u hombres que no lo son, tanto dentro como fuera de la Iglesia, es, en definitiva una forma de abuso de poder en lenguaje sexual, que refleja la cada vez más fuerte incapacidad de establecer vínculos sanos y verdaderamente humanizantes. Más que un problema de sexo, el de los abusos, es un problema de vínculos humanos mal logrados y peor vividos. Como ya he dicho en otra oportunidad, incluso si la Iglesia optara por el sacerdocio casado no podría dejar de atender a estas dificultades.

Hasta aquí mi opinión.

Sobre estos temas necesitamos seguir informándonos, discutiendo y, sobre todo, generando un clima eclesial adecuado que haga que nunca más (sí, ¡nunca más!) se den estos delitos que tanto daño han provocado en la vida de demasiadas personas.

Ese es el verdadero objetivo que nos debe quitar el sueño.+

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Mons. Ojea instó a aprovechar el Miércoles de Ceniza para empezar a cambiar la vida

San Isidro (Buenos Aires) (AICA): El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, recordó que el Miércoles de Ceniza, con el que comienza la Cuaresma, la Iglesia hace una invitación a “detenernos frente a esta realidad de lo que somos”. “Que el Señor nos conceda aprovechar el Miércoles de Ceniza para empezar a cambiar nuestra vida, considerando también la miseria que somos para que el Señor nos cambie y nos convierta”, pidió.
“La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza. Ese día nosotros recibimos en nuestra frente, con la señal de la cruz la ceniza que el Ministro nos impone, diciendo generalmente: ‘Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás’ o ‘Conviértete en el Evangelio’”, recordó el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea.

El prelado subrayó que “ésta es una invitación que nos hace la Iglesia a detenernos frente a esta realidad de lo que somos, somos también ceniza, es decir, somos nada; y no es que un día vamos a ser nada y ceniza, como si dijésemos: ‘No importa, qué me voy a preocupar por esas cosas, ya llegará el día de mañana’, sino que somos ahora, actualmente, niebla, oscuridad, pecado, muerte, nada; son realidades que tienen que ver con nuestros límites, con nuestras pobrezas”.

“Entonces la Iglesia nos invita a mirar de frente, a no tener a la espalda a nuestra pobreza y a convertir el corazón, a Dios lo que le importa es un corazón convertido, un corazón constrito y humillado como dice el Salmo 50, para que pueda volver a Dios, un corazón que se hace ceniza para que Dios lo vuelva a crear de nuevo, para poder reconstruir nuestra vida, enderezarla y hacerla más feliz”, sostuvo.

Monseñor Ojea afirmó que “si no consideramos esta parte de nuestra realidad, no llevaremos una vida savia, noble y feliz”.

“Que el Señor nos conceda aprovechar el Miércoles de Ceniza para empezar a cambiar nuestra vida, considerando también la miseria que somos para que el Señor nos cambie y nos convierta”, concluyó.+

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Buenos Aires (AICA): Mañana, 1º de marzo, es el miércoles llamado ¨de Ceniza¨, día en que comienza la Cuaresma, período de 40 días en el cual los cristianos se dedican a la oración, las privaciones voluntarias, la limosna, y los actos de caridad y misericordia, como preparación para celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. El mensaje del Santo Padre para este tiempo litúrgico tiene por lema: “La palabra es un don. El otro es un don”.
Mañana, 1º de marzo, es el miércoles llamado "de Ceniza", día en que comienza la Cuaresma, período de 40 días en el cual los cristianos se dedican a la oración, las privaciones voluntarias, la limosna, y los actos de caridad y misericordia, como preparación para celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

En este día, en el que se practica el ayuno y la abstinencia de carne, se efectúa el rito de la imposición de la ceniza en la cabeza de los fieles. Se trata de las cenizas de los ramos de olivo del año anterior.

El signo es penitencial, por eso el sacerdote, al imponer estas cenizas, dirá: "Recuerda que eres polvo y al polvo volverás". Una frase que proviene del libro del Génesis y que recuerda a todo hombre y mujer su condición limitada y mortal y que debe poner su confianza en el Señor, único Dios.

Durante estos días la liturgia adopta para las celebraciones el color morado símbolo de la austeridad cuaresmal.

La Cuaresma
Este tiempo litúrgico llama a la conversión para preparar la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirse de los pecados y cambiar para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Ramos, cuando se inicia la Semana Santa. El color litúrgico es el morado, que significa penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo invita a cambiar de vida. La Iglesia invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. También para vivir una serie de actitudes cristianas que ayudan a parecerse más a Jesucristo.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, se busca desterrar del corazón el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen al amor a Dios y a los hermanos. También se aprende a conocer y apreciar la Cruz de Jesús.

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estadía de los israelitas en Egipto.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de Oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en Occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

Mensaje del Papa. Como todos los años, se hace público el mensaje del Santo Padre para este tiempo litúrgico. El lema elegido para este año por Francisco es “La palabra es un don. El otro es un don”. » Texto completo del mensaje de Cuaresma.+

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Endepa exhortó a deponer actitudes violentas y represión a comunidades indígenas

Buenos Aires (AICA): “Hacemos un llamado, en especial a los gobiernos, a abandonar actitudes de violencia y represión frente a comunidades indígenas, e involucrarse en la superación positiva de los conflictos en territorios indígenas, en un marco de respeto por la verdad y las normas jurídicas vigentes, incluyendo a los indígenas como parte esencial de la solución mediante medidas no violentas que propicien el diálogo, la amistad social y la paz”, pidieron en un mensaje final los delegados del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) que participaron del 24 al 26 de febrero de un encuentro anual de coordinación en la Casa Nazaret, de Buenos Aires.
Delegados del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) participaron del 24 al 26 de febrero de un encuentro anual de coordinación en la Casa Nazaret, de Buenos Aires, donde ratificaron su compromiso de acompañar a los pueblos indígenas “en actitud respetuosa y fraterna de escucha, de aprendizaje, de diálogo intercultural, de acompañamiento en la lucha por sus derechos”.

En un mensaje final titulado “Lo que hemos visto y oído. Compartiendo el camino”, los participantes advirtieron que “la Madre Tierra, casa común de todos nosotros, sigue siendo saqueada, devastada y vejada impunemente”, y que “son numerosos los conflictos por los territorios donde una vez más constatamos que intereses poderosos, de empresas extractivas de latifundios en manos extranjeras y locales, de emprendimientos urbanísticos, entre otros, son protegidos por los gobiernos nacional y provinciales”.

Ante esta situación, Endepa llamó a los gobiernos para que abandonen “actitudes de violencia y represión frente a comunidades indígenas” y se involucren “en la superación positiva de los conflictos en territorios indígenas, en un marco de respeto por la verdad y las normas jurídicas vigentes, incluyendo a los indígenas como parte esencial de la solución mediante medidas no violentas que propicien el diálogo, la amistad social y la paz”.

Texto del comunicado
1. Nos hemos reunido en nuestro primer Encuentro anual de Coordinación Nacional, agentes de pastoral de Endepa, que hacemos camino articulados y vivimos codo a codo con los Pueblos Indígenas en Argentina. Tenemos la inmensa alegría de estar con ellos, en actitud respetuosa y fraterna de escucha, de aprendizaje, de diálogo intercultural, de acompañamiento en la lucha por sus derechos.

2. Vemos que la Madre Tierra, casa común de todos nosotros, sigue siendo saqueada, devastada y vejada impunemente. Son numerosos los conflictos por los territorios donde una vez más constatamos que intereses poderosos, de empresas extractivas de latifundios en manos extranjeras y locales, de emprendimientos urbanísticos, entre otros, son protegidos por los gobiernos nacional y provinciales.

3. Al mismo tiempo nos preocupa e inquieta ver, la dureza con que son reprimidos los que defienden su derecho a la tierra y a vivir en un ambiente sano. Muchos de los territorios y comunidades indígenas del país se encuentran en áreas de conflicto y de conflictos importantes: de tierras, mega minería, petróleo, bosque, agua, contaminación de los ríos, etc.

4. Lo que ha vivido recientemente el Pueblo Mapuche en Cushamen (Chubut) y Guaraní en Embarcación (Salta) son graves acontecimientos que nos han mostrado las diferentes reacciones de la sociedad y de los gobiernos. Nos asombra la dura represión a los hermanos Mapuches del Lof de Cushamen. Como Equipo hemos contribuido para aportar al diálogo.

Los indígenas se hicieron visibles para el país por estos hechos de represión.
Vemos que resulta necesario repensar ciertos términos que son muy difundidos por los medios de comunicación y no siempre reflexionados por todos.

5. Los pueblos indígenas en Argentina han sufrido un despojo histórico que continua y se consolida con mayor violencia cada vez que los gobiernos ignoran su relación vital y espiritual con la tierra y sus reclamos históricos. Frente a ello, con distintas formas y estrategias de lucha, resisten hace más de cinco siglos su exterminio en defensa de su tierra, su cultura.

6. Nos preocupa que el conjunto de medidas que toman quienes luchan por sus derechos, se los presente como si fuera el conflicto en sí, sin considerar las verdaderas causas que lo originan.

Creemos que el origen se vincula al despojo histórico, a la falta de espacio para desarrollar la vida comunitaria y de respeto por las formas propias de ver el desarrollo, a la prepotencia de los intereses económicos y connivencia entre sectores de poder, a la falta a la falta de consulta que ignora sus prioridades y aspiraciones, a la negación de la identidad indígena, al incumplimiento de las leyes, a la criminalización de quienes lideran reclamos legítimos, entre otros.

7. Como consecuencia, y para legitimar estas acciones, se exponen en grandes medios masivos de comunicación acusaciones falaces e infundadas contra los pueblos indígenas, denotando una concepción de fondo racista y discriminatorio.

8. Por todo ello, hacemos un llamado, en especial a los gobiernos, a abandonar actitudes de violencia y represión frente a comunidades indígenas, e involucrarse en la superación positiva de los conflictos en territorios indígenas, en un marco de respeto por la Verdad y las normas jurídicas vigentes, incluyendo a los indígenas como parte esencial de la solución mediante medidas no violentas que propicien el diálogo, la amistad social y la paz.+

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Monseñor Dus: “Cuaresma, un tiempo para renovar esa actitud de estar en camino”

Resistencia (Chaco) (AICA): “La fidelidad de Jesús que venció las tentaciones y las pruebas del ‘desierto’ animan y sostienen al creyente para reconquistar la libertad de espíritu y para transformar el propio ámbito en esa ‘tierra prometida’, donde se armonicen las relaciones con los otros y con lo creado”, destacó el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, en su mensaje para la Cuaresma, y agregó: “Tiempo en el cual renovar esa actitud de estar en camino”.
“Cuaresma, que este año transcurre desde el 1 de marzo hasta el 13 de abril, nos encamina de nuevo hacia la celebración de la Pascua. La muerte y la resurrección de Jesús han signado nuestra historia. Así se nos ha revelado una lógica nueva para vivir, y con ella se nos ha regalado una esperanza cierta de redención, para el ser humano y para el mundo”, destacó el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, en su mensaje para la Cuaresma.

El prelado señaló que “el éxodo, el paso del desierto y la llegada a la tierra prometida sintetizan el itinerario de la historia de Israel, pero es también un paradigma de vida para la Iglesia y el cristiano”.

“Desde esta mirada hablamos de la Cuaresma como un tiempo en el ‘desierto’, tiempo en el cual renovar esa actitud de estar en camino; también nosotros, hacia una ‘tierra prometida’”, afirmó, y añadió: “La fidelidad de Jesús que venció las tentaciones y las pruebas del ‘desierto’ animan y sostienen al creyente para reconquistar la libertad de espíritu y para transformar el propio ámbito en esa ‘tierra prometida’, donde se armonicen las relaciones con los otros y con lo creado”.

El arzobispo aseguró que escuchar que “Jesús nos dice: ‘Te invito a resucitar conmigo’, implica aceptar que la vida es un don para el servicio y la misión con la que Jesús sigue haciendo historia con nosotros”.

“Una entrega de amor operante como el suyo nos hace pasar siempre de la muerte a la vida: ‘Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos’”, subrayó.

Monseñor Dus sostuvo que “Pascua con Jesús significa resucitar con los otros. Un amor que hace también resucitar a los hermanos, porque es capaz de irradiar, atraer e inspirar el bien en el corazón del que es alcanzado por Él”.

“El amor verdadero es muerte a nosotros mismos, para resucitar en la comunión que busca incluir y transformar la realidad en cualquier parte o situación que vivamos”, precisó.

“Que nuestra caridad concreta nos haga vivir este año una Pascua inédita y gozosa, con esa alegría genuina que transmite la felicidad de creer”, concluyó.+

» Texto completo de la carta pastoral

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Buenos Aires (AICA): La Acción Católica Argentina (A.C.A) llevará a cabo el seminario internacional “El otro es un don”, que tratará el tema “Nuevas esclavitudes, nuevas cadenas”, y tendrá lugar el 11 de marzo en la sede de la A.C.A Nacional.
En respuesta al llamado del papa Francisco a decir basta a la trata de personas, la Acción Católica Argentina prepara el Seminario Internacional sobre Nuevas esclavitudes, nuevas cadenas: “El otro es un don”.

La actividad, que tendrá lugar en la sede de la Acción Católica Argentina el 11 de marzo de 9 a 16, es organizada conjuntamente con la Asociación Civil Vínculos en Red, Liga de Madres de Familia, la Mesa Argentina de Organizaciones de Mujeres y la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (Umofc).

La convocatoria de la A.C.A responde a la invitación del Papa a decir basta a la trata de personas, y se enmarca en la campaña “Cuidemos la Tierra. Cuidemos la vida”, que busca renovar el compromiso para defender y fortalecer la dignidad de la vida y la justicia.

Durante la jornada se desarrollarán dos paneles: “Todos somos responsables” y “Del dolor a la esperanza activa”, con la participación de especialistas y referentes en el tema, como también víctimas de la trata de personas que darán su testimonio.

Formulario de inscripción.+

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Guala, un grupo especial antisecuestro de la policía nacional de Colombia, fue enviado a Mali para ayudar a las autoridades locales a encontrar a la hermana Gloria Cecilia Narváez Argoti, religiosa de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, secuestrada en Karangasso en el sur de Mali.

El grupo Guala está especializado en la búsqueda de personas secuestradas y dispone de competencias técnicas y de inteligencia. Los agentes colombianos trabajarán junto con sus homólogos de Mali y los de al menos un país europeo que ya están realizando investigaciones sobre la religiosa.

Los secuestradores de la hermana Cecilia afirmaron ser yihadistas, pero por ahora no se tiene una conformación cierta sobre el motivo del secuestro.

La religiosa colombiana fue secuestrada en la tarde del 7 de febrero, alrededor de las 21, cuando un grupo de hombres armados irrumpieron en la parroquia de Karangasso en Koutiala, secuestraron a la hermana y huyeron con el automóvil de la parroquia.

“No sabemos quiénes la secuestraron. La Guardia Civil y la policía están investigando. Los obispos también se están moviendo para obtener información en la zona”, dijo el padre Edmond Dembele, secretario general de la Conferencia Episcopal de Mali. “La zona donde fue secuestrada la religiosa es tranquila y esto es lo que sorprende. Esa zona del país todavía no había sido tocada por la inseguridad que azota otras zonas de Mali”, dijo el sacerdote.

El secuestro narrado por una religiosa de la comunidad
Soy la hermana Clara Natalia Vera Espinosa. Tengo 37 años. Soy de Río Negro (Antioquia, Colombia) y desde hace 2 años que profesé, trabajo en Mali junto con la hermana Gloria Cecilia que fue secuestrada el 7 de febrero. Juntas atendemos a casi 400 mujeres a las que les enseñamos a coser y las alfabetizamos.

Siendo aproximadamente las 21.30 estábamos reunidas en la sala de recreo las hermanas Gloria Cecilia, Sofía y yo. La hermana Adelaida se encontraba en la capilla.

En estos momentos sentimos los perros ladrar en el corredor, yo salí para ver lo que ocurría. Aparecieron 4 hombres, tez negra, vestidos de civil. Tres de ellos eran jóvenes y llevaban armas de fuego. El cuarto, un poco mayor, de unos cincuenta años, armado con un machete. Este último es el que iba adelante. Los perros quisieron atacarlo pero él se defendió utilizando el machete intentando matar uno de los perros. Yo grité 'por favor, no nos hagan nada'.

Las hermanas Gloria Cecilia y Sofía salieron corriendo para esconderse. La hermana Sofía salió en dirección a su cuarto y la hermana Gloria Cecilia corrió hacia la cocina.

Los hombres me hicieron entrar de nuevo en la sala y me ordenaron que me sentara. En esos momentos escuché que golpeaban fuertemente una puerta. Luego me enteré que la hermana Sofía logró encerrarse en su cuarto con llave. Mientras los hombres golpeaban con violencia su puerta, ella se refugiaba debajo de la cama haciendo llamadas de auxilio, según me contó luego.

Poco después oigo el grito de la hermanas Gloria Cecilia. Los hombres logaron detenerla y la obligaron a regresar a la sala, donde se sentó y suplicó que no nos hicieran nada, que teníamos niños huérfanos al cuidado, que éramos misioneras, que no éramos europeas sino colombianas, que no teníamos dinero.

Fue entonces cuando nos dijeron que eran yihadistas, aunque según nos dicen del obispado hasta ahora nadie reivindicó el secuestro.

En ese momento, el hombre que nos dijo que eran yihadistas nos deja al cargo de los otros que están armados y se dirige a las habitaciones. Escuché fuertes golpes. La hermana Sofía me contó después que estaban golpeando su puerta. Gracias a Dios que no pudo derribarla, así que el hombre regresó a la sala y se llevó las cuatro computadores que teníamos.

Luego comenzó el siguiente ‘diálogo’ entre él y la hermana Gloria Cecilia:

-Las dos o al menos una de ustedes se viene conmigo
-Yo. Soy la más mayor.

-¿Y quién es la jefa o la responsable?
-Yo

-¿Cuánto pagaría usted por ella?
Se refería a mí. La hermana Gloria Cecilia no respondió…

Tras un tenso silencio el hombre ordenó a uno de los otros armados que acompañaran a la hermana Gloria Cecilia a traer su pasaporte y les indicó cómo debían sujetarla.

La hermana Gloria Cecilia vino con su cartera en la mano.

-Dame el dinero
-Sólo tengo el que está en la cartera (30.000 francos cefas)

-¿Y dónde está la caja fuerte?
-No tenemos dinero

Después el mismo hombre me ordenó ir a buscar mi pasaporte. Voy a mi habitación acompañada de un hombre armado, tomo la cartera con mis documentos (pasaporte, cédula de ciudadanía colombiana, carnet de vacunación, etc) y regreso a la sala.

Tras quitarme mis papeles me llevan a otra habitación y me dejan vigilada por uno de los hombres armado. Desde la otra habitación escucho que el hombre le pide las llaves del auto a la hermana Gloria Cecilia. Luego escuché que salía el coche del garaje. Entonces viene el hombre que había estado dando órdenes y me dice que debo permanecer en ese cuarto por lo menos tres horas. Me encierran con llave.

Desde el cuarto siento un gran golpe como si hubieran tumbado la puerta de la entrada de la casa, luego unos gritos, pero no entiendo qué dicen. Finalmente oí un tiro, que también lo escuchó la hermana Adelaida, según me contó después.

Cuando se fueron logré salir de mi cuarto. Escuché que la hermana Sofía hablaba por teléfono. Tras varios intentos y con ayuda de un amigo, logramos abrir la puerta de Sofía. Poco después llegó la hermana Adelaida y logramos reunirnos las tres. Pero ya no estaba la hermana Gloria Cecilia.

El obispo nos reubicó porque teme que los hombres vuelvan a la casa. De momento, todas las actividades están paradas: el orfanato, la atención a las madres…

Después nos enteramos que los hombres abandonaron nuestra ambulancia relativamente cerca de las casas donde habían dejado sus motos.

Algunas informaciones dicen que pasaron a Burkina Faso, otras que las autoridades locales habrían detenido a dos sospechosos, pero de momento no sabemos nada. ¡Nada!

Los secuestradores nos dijeron que la devolverían en dos días, pero ya pasaron 18 y no sabemos nada de nuestra hermana Gloria Cecilia.

Las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada están en Mali desde 1996. Su labor es conocida y reconocida por las autoridades locales. No es extraño, pues atienden a húerfanos desde recién nacidos a los 2 años y ayudan a unas 400 mujeres en talleres de costura y alfabetismo.

La superiora, hermana Norma Quesada, dice que la hermana Gloria Cecilia “es una mujer muy entregada, una educadora que sabe ver cuáles son las necesidades de las personas".+

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Mons. Ñáñez: Cuaresma, tiempo de ejercicios espirituales de toda la Iglesia

Córdoba (AICA): El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, consideró a la Cuaresma como ¨los ejercicios espirituales de toda la Iglesia¨, e invitó a vivir este tiempo litúrgico, y de preparación para el Sínodo diocesano, en la convicción de que es “una ocasión privilegiada para vivir el encuentro con Jesús, con su amor misericordioso y salvador y para decidirse a corresponderlo de manera confiada, agradecida y fiel¨”.
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, destacó que la Cuaresma es un tiempo de gracia, un tiempo “fuerte” del año litúrgico que invita a redescubrir el amor de Jesús, y a “animarnos a vivir una primera experiencia de amor de Jesús si aún no la tuvimos”.

El prelado escribió una carta a las comunidades arquidiocesanas con ocasión de la Cuaresma y en el marco de la realización del próximo Sínodo en Córdoba.

Tras señalar que “una de las propuestas para la Cuaresma es la de leer con especial atención, con frecuencia y en clave de oración la Palabra de Dios, especialmente el santo Evangelio”, recordó que el papa Francisco alienta en este período a meditar la parábola del rico que banqueteaba y del pobre Lázaro.

“Como Iglesia que está en Córdoba y que se encamina a la realización de un nuevo Sínodo, estamos invitados a redescubrir el amor del principio que tal vez se ha entibiado en nosotros o incluso estamos invitados a hacer una primera experiencia del amor de Jesús, a dejarnos fascinar por Él, para sentirnos motivados a responderle a nuestra vez, a vivir de ese amor ‘que hace nueva todas las cosas’, que siempre nos sorprende y que debe ser el eje y el motor de toda nuestra vida de discípulos misioneros de Jesús”, sostuvo.

El arzobispo cordobés destacó que “la recompensa de ser fieles a este empeño es la de recibir como don precioso la vida verdadera, ya desde aquí, y luego, esa misma vida en plenitud, más allá de nuestra peregrinación terrena: ‘al vencedor, le daré de comer del árbol de la vida, que se encuentra en el Paraíso de Dios’”.

“El Santo Cura Brochero invitaba a sus feligreses a los ejercicios espirituales en la convicción de que eran una ocasión privilegiada para vivir el encuentro con Jesús, con su amor misericordioso y salvador y para decidirse a corresponderlo de manera confiada, agradecida y fiel”, subrayó.

Monseñor Ñáñez consideró que “la Cuaresma son los ejercicios espirituales de toda la Iglesia”, por lo que invitó a pedir la intercesión de San José Gabriel del Rosario, y de “su” Purísima, “la gracia de vivir con intensidad y compromiso esta Cuaresma, de descubrir o redescubrir el amor salvador de Jesús y vivir el amor ‘del principio’ o volver a ese amor primero”.

“Augurándoles un tiempo de mucha gracia, me es grato saludarlos con cariño y asegurarles mi recuerdo en la oración, encomendándome a la de todos ustedes”, concluyó.+

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La Plata (Buenos Aires) (AICA): La comunidad diocesana platense celebró, este sábado 25 de febrero, a la beata María Ludovica de Ángelis, al cumplirse 55 años de fallecimiento. El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, presidió por la misa en la catedral local, mientras que el obispo auxiliar, monseñor Alberto Bochatey OSA, encabezó la procesión y presidió la Eucaristía en la parroquia que lleva el nombre de la religiosa.
La comunidad diocesana platense celebró, este sábado 25 de febrero, a la beata María Ludovica de Ángelis, al cumplirse 55 años de fallecimiento.

Al mediodía, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, presidió la misa en la catedral, y por la tarde, el obispo auxiliar, monseñor Alberto Bochatey OSA, encabezó la procesión y presidió la Eucaristía en la parroquia que lleva el nombre de la religiosa.

El templo, ubicado en calle 524 entre 120 y 121, fue fundado por monseñor Aguer, al cabo de la Misión Juvenil Arquidiocesana de 2011, en adyacencias de la bajada de la autopista Buenos Aires - La Plata, en una de las periferias de la capital bonaerense.

En su homilía, monseñor Aguer volvió a pedirles a los fieles que acudan a su intercesión, "en especial, ante graves problemas de salud de los niños. Para que pronto pueda verificarse otro milagro, y podamos solicitarle al Santo Padre su canonización".

El prelado calificó a la religiosa como "una gloria de la Iglesia platense... Su ejemplo debe llevarnos a más y más sacrificios, en favor de los que sufren. Y a no dejarnos vencer por las adversidades, que siempre salen a nuestro encuentro".

En momentos de conflictos gremiales, en ámbitos educativos y sanitarios bonaerenses, monseñor Aguer hizo votos para que el ejemplo de la querida religiosa inspire soluciones justas para las partes. Y que no sufran las consecuencias los niños; en especial, los más pobres.

En tanto, en la parroquia que lleva el nombre de la beata, concelebraron con monseñor Bochatey, el administrador parroquial, presbítero Cristian Aguero; y el presbítero Javier Fronza, del Tribunal Eclesiástico platense.

Un vida de servicio
María Ludovica de Ángelis nació el 24 de octubre de 1880, en San Gregorio –pueblito de los Abruzzos-, Italia, e ingresó con las Hijas de la Misericordia, fundadas por Santa María Josefa Rossello, el 14 de noviembre de 1904. Tres años después llegó a la Argentina, y fue destinada al Hospital de Niños platense.

Infatigable y apasionada por Cristo, a quien reconocía con ardiente caridad en los niños enfermos, logró obtener salas de cirugía, salas para los pequeños yacentes, nuevas maquinarias, un edificio en Mar del Plata, para la convalecencia de los niños; una capilla (hoy parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de City Bell), y las quintas de la zona para que sus niños tuviesen siempre alimento genuino.

Durante 54 años fue amiga y confidente; consejera y madre, guía y consuelo de cientos de personas, de toda condición social, en City Bell. Murió en La Plata, en 1962, a los 82 años.

Su proceso de beatificación comenzó en 1996. Fue declarada Venerable en 2001, y fue beatificada en Roma, en 2004, por San Juan Pablo II. Sus restos descansan en la catedral de La Plata; donde se pide su especial intercesión, de modo particular, frente a graves problemas de salud de los niños internados en el Hospital que hoy lleva su nombre.+

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El ecumenismo se hace “caminando” no en un laboratorio, dijo el Papa a los anglicanos

Ciudad del Vaticano (AICA): Durante su visita a la parroquia anglicana Todos los Santos este domingo 26 de febrero, el papa Francisco contestó a las preguntas que le formularon algunos miembros de la Congregación. Preguntas que giraron en torno a las semejanzas entre católicos y anglicanos, el flujo de la actual relación antre ambas Iglesias y la meta común de la unidad cristiana por la cual trabajan, a las que Francisco respondió de forma abierta y espontánea.
Durante su visita a la parroquia anglicana Todos los Santos este domingo 26 de febrero, el papa Francisco contestó a las preguntas que le formularon algunos miembros de la Congregación. Preguntas que giraron en torno a las semejanzas entre católicos y anglicanos, el flujo de la actual relación antre ambas Iglesias y la meta común de la unidad cristiana por la cual trabajan, a las que Francisco respondió de forma abierta y espontánea.

La primera pregunta se la formuló un estudiante y fue sobre las relaciones actuales entre ambas confesiones, considerando que “muchos católicos han escuchado hablar del rey Enrique VIII, pero no conocen las tradiciones anglicanas y el progreso ecuménico de este medio siglo”.

El rey Enrique VIII se separó de la Iglesia Católica al no permitírsele el divorcio de su esposa, Catalina de Aragón. En el proceso mandó a ejecutar a su canciller Santo Tomás Moro y al obispo San Juan Fisher, quienes murieron mártires por negarse a prestarle obediencia al soberano.

Al respecto el Papa señaló: Vemos que las relaciones entre católicos y anglicanos son buenas, aunque “en la historia hay cosas feas por todas las partes”. Entretanto precisó que “arrancar un pedazo de la historia y ponerlo como un símbolo, como ejemplo de lo que fue siempre, no es justo”. Porque esos momentos –aseguró– tienen que ser entendidos en su hermenéutica.

“También en los santos, tenemos una común comunión”, recordó Francisco, y señaló que las dos Iglesias nunca los renegaron. Existieron además relaciones de hermandad en tiempos feos, en el que el poder político o religioso se mezclaban”.

Como ejemplo de estas relaciones, entre católicos y anglicanos, el pontífice contó que conoció a un anciano jesuita en Buenos Aires de familia inglesa, y que él católico, de joven fue monaguillo en la ciudad de Rosario en el funeral que se celebró de la Reina Victoria, o sea que “en esos tiempos existían también estas relaciones”.

El Papa también explicó que algo que “mantuvo fuerte nuestra relación entre las tradiciones religiosas son los monjes, los monasterios. Los monjes tanto católicos como anglicanos son una gran fuerza espiritual de nuestras tradiciones”.

“Las relaciones se van mejorando cada vez más y esto es bueno. No hacemos todas las cosas iguales, pero caminamos juntos”, precisó y añadió: “una figura que nos ayudará a pensar es: ‘dos pasos adelante y medio hacia atrás’, y debemos seguir en esto.

La segunda pregunta la formuló una profesora anglicana de la Universidad La Sapienza de Roma: “Su predecesor, el papa Benedicto XVI alertó sobre el riesgo, en el diálogo ecuménico, de dar prioridad a la colaboración de la acción social antes que seguir el camino más exigente del acuerdo teológico. Parece que usted parece preferir lo contrario, es decir, ‘caminar y trabajar’ juntos para alcanzar la meta de la unidad de los cristianos. ¿Es cierto?”.

¿Cuál de las dos cosas es prioritaria? Se interrogó Francisco y contó lo del patriarca Atenágora que le dijo al papa Pablo VI: ‘Hagamos nosotros la unidad y pongamos a los teólogos en una isla para que piensen. Lo dijo bromeando, pero me confirmaron que lo dijo.

Al respecto, Francisco dijo no conocer el contexto en el que Benedicto XVI dijo eso, pero precisó que “las dos cosas son importantes, ciertamente, pero esto no se puede hacer en un laboratorio, se tiene que hacer caminando, en camino”. Porque el ecumenismo es un camino, añadió Francisco.

La tercera pregunta, formulada por un nigeriano, se refería a las relaciones ecuménicas entre las Iglesias en África, Asia o en el Pacifico, en contraste con las de Europa, concretamente sobre aquello que las del viejo continente pueden “aprender del ejemplo de las Iglesias en el sur del mundo”.

Al respecto, el Santo Padre dijo que “las Iglesias jóvenes tienen una vitalidad distinta, porque son jóvenes. Buscan un modo distinto de expresarse, por ejemplo, una liturgia aquí en Roma o Londres o París, no es lo mismo que en tu país, donde la ceremonia católica se expresa con una alegría distinta, diversa, propia de las Iglesias jóvenes”.

El Papa luego contó que está estudiando junto a sus colaboradores la posibilidad de viajar a Sudán del Sur, acompañado de Justin Welby, el líder de la comunión anglicana, ya que los obispos católicos, anglicanos y presbiterianos le solicitaron hacer la visita para lograr la paz.+

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La Plata (Buenos Aires) (AICA): La comunidad diocesana platense celebró, este sábado 25 de febrero, a la beata María Ludovica de Ángelis, al cumplirse 55 años de fallecimiento. El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, presidió por la misa en la catedral local, mientras que el obispo auxiliar, monseñor Alberto Bochatey OSA, encabezó la procesión y presidió la Eucaristía en la parroquia que lleva el nombre de la religiosa.
La comunidad diocesana platense celebró, este sábado 25 de febrero, a la beata María Ludovica de Ángelis, al cumplirse 55 años de fallecimiento.

Al mediodía, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, presidió la misa en la catedral, y por la tarde, el obispo auxiliar, monseñor Alberto Bochatey OSA, encabezó la procesión y presidió la Eucaristía en la parroquia que lleva el nombre de la religiosa.

El templo, ubicado en calle 524 entre 120 y 121, fue fundado por monseñor Aguer, al cabo de la Misión Juvenil Arquidiocesana de 2011, en adyacencias de la bajada de la autopista Buenos Aires - La Plata, en una de las periferias de la capital bonaerense.

En su homilía, monseñor Aguer volvió a pedirles a los fieles que acudan a su intercesión, "en especial, ante graves problemas de salud de los niños. Para que pronto pueda verificarse otro milagro, y podamos solicitarle al Santo Padre su canonización".

El prelado calificó a la religiosa como "una gloria de la Iglesia platense... Su ejemplo debe llevarnos a más y más sacrificios, en favor de los que sufren. Y a no dejarnos vencer por las adversidades, que siempre salen a nuestro encuentro".

En momentos de conflictos gremiales, en ámbitos educativos y sanitarios bonaerenses, monseñor Aguer hizo votos para que el ejemplo de la querida religiosa inspire soluciones justas para las partes. Y que no sufran las consecuencias los niños; en especial, los más pobres.

En tanto, en la parroquia que lleva el nombre de la beata, concelebraron con monseñor Bochatey, el administrador parroquial, presbítero Cristian Aguero; y el presbítero Javier Fronza, del Tribunal Eclesiástico platense.

Un vida de servicio
María Ludovica de Ángelis nació el 24 de octubre de 1880, en San Gregorio –pueblito de los Abruzzos-, Italia, e ingresó con las Hijas de la Misericordia, fundadas por Santa María Josefa Rossello, el 14 de noviembre de 1904. Tres años después llegó a la Argentina, y fue destinada al Hospital de Niños platense.

Infatigable y apasionada por Cristo, a quien reconocía con ardiente caridad en los niños enfermos, logró obtener salas de cirugía, salas para los pequeños yacentes, nuevas maquinarias, un edificio en Mar del Plata, para la convalecencia de los niños; una capilla (hoy parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de City Bell), y las quintas de la zona para que sus niños tuviesen siempre alimento genuino.

Durante 54 años fue amiga y confidente; consejera y madre, guía y consuelo de cientos de personas, de toda condición social, en City Bell. Murió en La Plata, en 1962, a los 82 años.

Su proceso de beatificación comenzó en 1996. Fue declarada Venerable en 2001, y fue beatificada en Roma, en 2004, por San Juan Pablo II. Sus restos descansan en la catedral de La Plata; donde se pide su especial intercesión, de modo particular, frente a graves problemas de salud de los niños internados en el Hospital que hoy lleva su nombre.+


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Roma (Italia) (AICA): El papa Francisco reveló este domingo a los fieles de la parroquia anglicana de All Saints en Roma su proyecto de viajar a Sudán del Sur con el primado Justin Welby para intentar poner fin a la guerra civil y llamar la atención del mundo sobre la hambruna que afecta ya a dieciséis millones de personas en el Cuerno de África. “Todos quieren la paz. Estamos viendo si se puede hacer el viaje”, sostuvo.
El papa Francisco reveló este domingo a los fieles de la parroquia anglicana de All Saints en Roma su proyecto de viajar a Sudán del Sur con el primado Justin Welby para intentar poner fin a la guerra civil y llamar la atención del mundo sobre la hambruna que afecta ya a dieciséis millones de personas en el Cuerno de África.

En la primera visita de un Papa a una iglesia anglicana en Roma, Francisco comentó a los fieles que “los obispos anglicanos y católicos han venido a pedirme que vaya a Sudán del Sur, pero no solo, sino con el primado Justin Welby. Todos quieren la paz. Estamos viendo si se puede hacer el viaje”.

El miércoles, tras la catequesis en la audiencia general, el pontífice exhortó a dejar de lado “las declaraciones” y buscar ayudas concretas para solucionar la hambruna declarada en Sudán del Sur que está “afectando a millones de personas, entre ellos a muchos niños”.

“Despiertan particular preocupación las dolorosas noticias que llegan del atormentado Sudán del Sur, donde a un conflicto fratricida se une una grave crisis alimentaria que afecta a la Región del Cuerno de África y que condena a la muerte por hambre a millones de personas, entre ellos a muchos niños”, sostuvo.

“En este momento, es más necesario que nunca el compromiso de todos a no quedarse sólo en declaraciones, sino a hacer que sean concretas las ayudas alimentarias y a permitir que puedan llegar a las poblaciones que sufren. El Señor sostenga a estos nuestros hermanos y a cuantos obran para ayudarlos”, agregó.

Sudán del Sur, el Estado más reciente en el mundo, se desangra en una guerra civil iniciada en 2013 entre el presidente Salva Kiir y los rebeldes del ex vicepresidente Rick Machar, con horrendos crímenes de guerra contra civiles, cercanos al delito de genocidio, por ambas partes.

Aunque sufre una grave sequía, la principal causa de la hambruna es la guerra, que impide el acceso de ayuda humanitaria.+

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Mons. Buenanueva: “Dios quiere que todos los hombres se salven”

San Francisco (Córdoba) (AICA): En su reflexión semanal sobre el padrenuestro, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva se centró en la voluntad de Dios: “¿Por qué ‘su’ voluntad en vez de ‘mi’ voluntad?”, planteó, y explicó que Jesús “me invita a desear, como Él y con Él, que se haga la voluntad de su Padre, aquí en la tierra como en el cielo”.
Monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, obispo de San Francisco, reflexionó en su columna semanal sobre “la voluntad de Dios”, expresada en el padrenuestro. Al respecto, explicó que hablar de Su voluntad produce “una difusa incomodidad”.

“¿Por qué ‘su’ voluntad, en vez de ‘mi’ voluntad? ¡Soy un hombre libre! ¿Por qué subordinarme a un poder que viene de fuera, a normas y leyes que, serán muy sabias, pero que no termino bien de entender qué tienen que ver conmigo?”, interrogó, y respondiendo a tal inquietud, explicó que Jesús “me invita a desear, como Él y con Él, que se haga la voluntad de su Padre”.

Incluso Jesús, detalla el obispo, orando en el huerto de Getsemaní, pide: “Abba, Padre, todo te es posible: aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. En ese momento, “Jesús, el Hijo, al sumergirse así en la oración, siente angustia, ‘una tristeza de muerte’”.

En este sentimiento de Jesús, destaca el prelado, nos ponemos en sintonía con Él: “Verlo a él buscar, en todo, la voluntad de su Padre; que ella sea el pan cotidiano de su vida de peregrino y misionero. Verlo hacer la voluntad de Dios estando con los pobres, los pecadores, resucitando a los muertos, entregando la vida”.

En Jesús hemos conocido la libertad de Dios que no es autoritarismo de líder tóxico, capricho de celebridad de moda, ni desinhibición del que no se ha dado cuenta de que otros están con él en la aventura de la vida.

“Dios quiere que todos los hombres se salven, y lleguen al conocimiento de la verdad”, recuerda monseñor Buenanueva, y añade que toda la libertad y voluntad divina “se concentran en una palabra sagrada que también hemos conocido gracias a tu Hijo, Jesús: resurrección”.

La reflexión del prelado continúa respondiendo al interrogante inicial: “Eso es lo que has querido siempre, desde el primer instante de la creación. Es lo que Vos querés, y lo que yo busco, aunque, en ocasiones, me pierdo un poco”, manifiesta, reconociendo la sintonía con Jesús y la coincidencia entre las voluntades humana y divina.

“En la tierra como en el cielo”, recuerda el obispo, tomando el cielo como símbolo de la trascendencia de Dios, “misterio de amor y libertad”. El cielo ha sido abierto para nosotros por Jesús, por su pascua de pasión, muerte y resurrección, señala, y agrega que “nuestro cielo es la humanidad gloriosa del Señor, cuerpo entregado y transfigurado en el que hay lugar para todos. En ese cuerpo transfigurado por el Espíritu, el querer de Dios se cumple plenamente: vida para todos”.

“Suplicamos que se haga la voluntad del Padre en esta historia, porque aprendemos por una dolorosa experiencia, que nuestra libertad no consigue todo, de una vez y para siempre. Suplicamos hacer la voluntad de Dios, alimentándonos de ella cada día, con la fatiga de tener, muchas veces, que empezar de nuevo, haciéndonos cargo de las limitaciones propias y ajenas”, culminó.+

» Texto completo de la reflexión
 

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Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA): Con motivo del 32º aniversario del fallecimiento de la Sierva de Dios María Cecilia Perrín de Buide, la mujer argentina que tras diagnosticársele cáncer ofreció su vida para salvar a su hija en gestación, se celebrará una misa en la catedral de Bahía Blanca el 1º de marzo, a las 19.
A 30 años del fallecimiento de la Sierva de Dios María Cecilia Perrín de Buide, la mujer argentina que tras diagnosticársele cáncer ofreció su vida para salvar a su hija en gestación, será conmemorada con una celebración eucarística el 1º de marzo a las 19, en la catedral de Bahía Blanca.

En octubre de 2016, concluyó la fase diocesana de la causa de beatificación. En esa ocasión, el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti, destacó la importancia de ese momento “para la Iglesia y el Movimiento de los Focolares (al que ella pertenecía)”, y pidió “que por la oración de todos y por intercesión de María Cecilia Perrín de Buide, Dios vaya también haciendo posible algún milagro”.

La biografía de la joven
María Cecilia Perrín nació en Punta Alta, provincia de Buenos Aires, el 22 de febrero de 1957, hija de Angelita y Manuel Perrín. Fue la tercera de cinco hermanos: María Inés y Jorge, los mayores; Eduardo y Teresa, los menores. Estudió en el Instituto Canossiano Sagrado Corazón, donde también dejó fuertes testimonios de santidad entre sus compañeras.

El ámbito familiar en el cual se desenvuelve la vida de la joven Cecilia es de profundas raíces cristianas. En su familia, caló muy profundamente la espiritualidad de Chiara Lubich: fueron de las primeras familias que adhirieron al Movimiento de los Focolares en Punta Alta y Cecilia una de las primeras “gen”.

El 20 de mayo de 1983, luego de dos años de noviazgo, Cecilia contrajo matrimonio con Luis Buide. En febrero de 1984, embarazada, se le diagnosticó cáncer. Tomó la firme decisión de aceptar la voluntad de Dios y se apoyó en cuatro pilares: su profunda fe, su amor a “Jesús Abandonado”, el afecto de su esposo, familiares y amigos; y la fuerza de la unidad con quienes compartían su ideal de vida.

El diagnóstico era irreversible. No obstante, había una gran alegría por la ilusión de la nueva vida que llegaría. Los médicos consideran realizar un “aborto terapéutico” para salvar la vida de Cecilia. Ella se negó rotundamente y, sabiendo que era imposible su supervivencia luego de dar a luz, pronuncia su ‘sí’ con serenidad y claridad al Señor.

Ella escribe: “Hoy le pude decir a Jesús que sí. Que creo en su amor más allá de todo y que todo es amor de Él. Que me entrego a Él”. El 1º de marzo de 1985, con 28 años, falleció.

Sus restos mortales descansan en la Mariápolis Lía en O'Higgins, Buenos Aires, por expreso pedido de ella, para que aquellos que la fueran a ver, encontraran un lugar de alegría y esperanza y no de muerte y desolación.

Su fama de santidad, su heroicidad en la entrega, su ejemplo de vida cristiana y muchas gracias que fueron escuchadas y concedidas han hecho que se comience su causa de canonización. El 10 de noviembre de 2005, la Santa Sede la declaró sierva de Dios, dando el consentimiento para que se inicie su causa de beatificación y canonización. El acto de cierre de la fase diocesana para la causa de beatificación se realizó el 20 de octubre del 2016 en la curia de la arquidiócesis de Bahía Blanca.+

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Mons. Radrizzani anunció nuevos destinos pastorales

Mercedes (Buenos Aires) (AICA): El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, dio a conocer los cambios que se efectuarán en las parroquias de la arquidiócesis y compartió algunas reflexiones en ocasión del tiempo de Cuaresma, próximo a comenzar.
Monseñor Agustín Radrizzani SDB, arzobispo de Mercedes-Luján, dio a conocer las modificaciones que se llevarán a cabo en algunas parroquias y que afectan a ocho sacerdotes de la arquidiócesis.

El presbítero Carlos Augusto Dayraut, quien presentó la renuncia a la parroquia por su edad, acompañará a los ancianos del hogar de Junín como capellán. El presbítero Alberto Gagliano, seguirá en la comunidad de Alberdi, y acompañará también a la comunidad de Alem. El presbítero Antonio Roberto Giovanettone acompañará a la comunidad de Vedia.

El presbítero Lucas Javier García trabajará, a partir de septiembre, en la basílica Nuestra Señora de Luján. El presbítero Oscar Mentimurro realizará sus tareas pastorales en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de General Rodríguez. La comunidad de Carmen de Areco tendrá como pastor al presbítero Ricardo Rodríguez.

Por un reiterado pedido del obispo de Arezzo (Italia), monseñor Riccardo Fontana, el presbítero José Salgado continuará su ministerio en Italia. El presbítero Domingo Soria, por su parte, continuará acompañando como párroco a la comunidad de Navarro.

El arzobispo agradeció la disponibilidad de los sacerdotes para aceptar los cambios propuestos, que se harán efectivos durante la próxima octava de Pascua.

Con motivo del tiempo de Cuaresma, próximo a comenzar, monseñor Radrizzani compartió unas reflexiones del papa Francisco para meditar sobre la parábola del pobre Lázaro y el hombre rico, destacando “la realidad de que el otro, el prójimo, es un don para cada uno de nosotros”. La primera invitación que nos hace la parábola, explica el Papa y reitera el prelado, es a “abrir las puertas de nuestro corazón”.

El Santo Padre recuerda que “la codicia es la raíz de todos los males”, y considera la Cuaresma como “un tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo”.

Monseñor Radrizzani finalizó deseando que “esta Cuaresma nos renueve a todos en esta apertura a los hermanos, en modo especial a los necesitados”.+

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Roma (Italia) (AICA): El papa Francisco visitó este domingo la comunidad anglicana, con motivo de los 200 años de la erección del templo All Saints, de Roma, donde exhortó a católicos y anglicanos a reforzar sus lazos y dejar atrás las diferencias del pasado. “Los invitó a animarnos mutuamente para volvernos cada vez más discípulos fieles de Jesús, cada vez más libres de los prejuicios del pasado y deseosos de rezar para y con los otros”, sostuvo en el marco de una visita considerada histórica.
El papa Francisco visitó este domingo la comunidad anglicana, con motivo de los 200 años de la erección del templo All Saints, de Roma, donde exhortó a católicos y anglicanos a reforzar sus lazos y dejar atrás las diferencias del pasado.

En una visita que fue considerada histórica, el pontífice fue recibido por el obispo anglicano Robert Innes, quien le agradeció su ministerio a favor de los pobres, los inmigrantes, y por abordar temas éticos que trascienden las fronteras.

El Papa bendijo un ícono de Cristo (San Salvatore) y luego, junto al obispo anglicano, encendieron velas delante de esta imagen. La celebración prosiguió con la renovación de las promesas bautismales, leídas por el pontífice y el reverendo Innes.

Francisco recordó que desde los 200 años de la inauguración de ese templo, las cosas en el mundo cambiaron mucho y también entre anglicanos y católicos, que en el pasado se miraban con sospechas y hostilidad.

"Por primera vez, un Obispo de Roma visita vuestra comunidad. Es una gracia y también una responsabilidad: la responsabilidad de reforzar nuestras relaciones en alabanza de Cristo, al servicio del Evangelio y de esta ciudad", sostuvo.

“Hoy gracias a Dios nos reconocemos como lo que verdaderamente somos: hermanos y hermanos en Cristo, mediante nuestro común bautismo”, destacó, y agregó: “Como amigos y peregrinos deseamos caminar juntos, seguir juntos a Nuestro Señor Jesucristo”.

Por último, Francisco animó a católicos y anglicanos a convertirse en “discípulos cada vez más fieles a Jesús, cada vez más liberados de los respectivos prejuicios del pasado y cada vez más deseosos de rezar por y con los otros".+

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Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco explicó este domingo, antes de la oración del ángelus el mensaje del Evangelio de hoy dijo que “es un fuerte llamado a confiarse en Dios que cuida a todos los seres vivientes de la creación, provee el alimento a los animales y se preocupa de los lirios y hierbas del campo”. Además invitó a confiar en Dios, sin perder la serenidad ante las preocupaciones.
El papa Francisco explicó este domingo, antes de la oración del ángelus el mensaje del Evangelio de hoy dijo que “es un fuerte llamado a confiarse en Dios que cuida a todos los seres vivientes de la creación, provee el alimento a los animales y se preocupa de los lirios y hierbas del campo”. Además invitó a confiar en Dios, sin perder la serenidad ante las preocupaciones.

Al final del rezó del Ángelus, durante sus saludos envió su apoyo al grupo venido con ocasión del “Día Mundial de las Enfermedades Raras” que será pasado mañana 28 de febrero y les deseó, tanto a los pacientes como sus familiares, que tengan una adecuada ayuda tanto a nivel médico como legislativo.

Texto completo de las palabras del Papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio de hoy (cf. Mt 6.24 a 34) es un fuerte llamado a fiarse de Dios, no lo olviden… fiarse de Dios! que cuida de los seres vivos de la creación. Él da alimento a todos los animales, cuida de los lirios y la hierba del campo (cf. vv 26-28.); su mirada benévola y solícita acompaña cotidianamente nuestras vidas. Ella pasa por el interior de nuestras preocupaciones , que amenazan con quitarnos la serenidad y el equilibrio. Pero esta ansiedad es a menudo inútil, porque no puede cambiar el curso de los acontecimientos. Jesús nos llama con insistencia a no preocuparnos por el mañana (cf. vv 25.28.31.), recordando que por encima de todo hay un Padre amoroso que nunca se olvida de sus hijos: fiarnos de él no resuelve mágicamente los problemas, pero nos permite afrontarlos con el ánimo necesario. Con valentía. Soy valiente porque me fío de mi Padre, que cuida de todo y me quiere tanto.

Dios no es un ser distante y anónimo: Él es nuestro refugio, la fuente de nuestra serenidad y nuestra paz. Es la roca de nuestra salvación, a la que podemos aferrarnos con la certeza de no caer, quien se aferra a Dios no se cae jamás, y es nuestra defensa contra el mal siempre en acecho. Dios es nuestro gran amigo, el aliado, el padre, pero no siempre nos damos cuenta. No nos damos cuenta de que tenemos un amigo, un aliado, un Padre, que nos quiere tanto. Y preferimos apoyarnos en los bienes inmediatos, que podemos tocar…bienes tangibles, olvidando, y a veces negando, su bien supremo, es decir, el amor paternal de Dios. ¡Sentirlo Padre, en esta época de orfandad es tan importante! En este mundo huérfano… ¡Sentirlo Padre! Nosotros nos alejamos del amor de Dios cuando andamos en la búsqueda obsesiva de los bienes terrenales y de las riquezas del mundo, manifestando así un amor exagerado a esta realidad.

Jesús nos dice que esta búsqueda afanosa es ilusoria y motivo de la infelicidad. Él da a sus discípulos una regla de vida fundamental: "Busquen primero el Reino de Dios" (v 33). Se trata de llevar a cabo el proyecto que anunció Jesús en el Sermón de la Montaña, confiando en Dios que no defrauda…tantos amigos, tantos que nosotros creíamos amigos nos han desilusionado. Dios nunca defrauda… trabajando como fieles administradores de los bienes que Él nos ha dado, incluso de los bienes terrenales, pero sin "caer en la exageración" como si todo, incluso nuestra salvación dependiera sólo de nosotros.

Esta actitud evangélica requiere una elección clara, que el pasaje de hoy indica con precisión: "No se puede servir a Dios y al dinero" (v. 24). O el Señor… o los ídolos fascinantes pero ilusorios. Esta elección que estamos llamados a hacer, repercute por tanto, en todos nuestros actos, actividades y tantos compromisos. Es una elección que hay que hacer de manera clara y renovar constantemente, porque la tentación de reducir todo al dinero, al placer están presionando. ¡Hay tantas tentaciones por esto!

Mientras que honrar a estos ídolos conduce a resultados tangibles aunque fugaces, elegir a Dios y a su Reino no siempre muestra inmediatamente sus frutos. Es una decisión que se toma en la esperanza y deja a Dios la plena realización. La esperanza cristiana está ordenada al cumplimiento futuro de la promesa de Dios y no se detiene ante ninguna dificultad, ya que está fundada en la fidelidad de Dios, que nunca falla. El es fiel, es un Padre fiel, un amigo fiel, es un aliado fiel.

Que la Virgen María nos ayude a confiar en el amor y la bondad del Padre celestial, a vivir en Él y con Él. Este es el requisito previo para superar los tormentos y las adversidades de la vida, e incluso las persecuciones, como nos lo demuestra el testimonio de tantos hermanas y hermanos nuestros. (Traducción del italiano: Sofia Lobos de Radio Vaticana).+

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Mons. Aguer recomendó tener serenidad y abandono en Dios

La Plata (Buenos Aires) (AICA): “Mis amigos, hoy quiero tratar con ustedes un tema espiritual que podríamos llamar la serenidad o la confianza en Dios o el abandono en Dios. Es algo difícil para la gente moderna que nos creemos protagonistas de todo y a Dios lo invocamos cada tanto para que nos ayude en nuestras empresas. Pero no sé si la cosa va por ahí”. Así comenzó el arzobispo de La Plata Mons. Héctor Aguer su reflexión televisiva semanal, el sábado 25 de febrero por Canal 9 de TV.
“Mis amigos, hoy quiero tratar con ustedes un tema espiritual que podríamos llamar la serenidad o la confianza en Dios o el abandono en Dios. Es algo muy difícil para gente como nosotros, para la gente moderna que nos creemos protagonistas de todo y a Dios lo invocamos cada tanto para que nos ayude en nuestras empresas. Pero no sé si la cosa va por ahí”.

Así comenzó el arzobispo de La Plata monseñor Héctor Aguer su reflexión televisiva semanal, en el programa Claves para un Mundo Mejor emitido el sábado 25 de febrero por Canal 9 de TV

“Hoy -expresó- hay mucha inquietud en la gente, en todos, en nosotros mismos. Vivimos con los pelos de punta. ¿Cómo hacer para tranquilizarse un poco especialmente en los momentos que dedicamos a la oración o estamos a solas?”.

Dijo que en la Iglesia existe toda una tradición espiritual acerca de lo que se llama el "abandono en Dios", y para ello invitó a leer en la Biblia el Salmo 130, que precisamente habla sobre el descanso en Dios y termina diciendo "espera Israel en el Señor".

Tras recitar el salmo 130,, primero en hebreo y luego en castellano, monseñor Aguer explicó que en el texto "hay una palabra que se refiere al niño destetado y que quiere decir eso. En la cultura bíblica el niño mamaba hasta los tres o cuatro años de su mamá y la idea que el salmo quiere expresar es que cuando el niño está prendido al pecho de la madre y necesita su leche está ansioso, está como angustiado y mama. Y el salmo nos señala que cuando el chico ya no tiene más necesidad de estar prendido al pecho de su madre entonces reposa tranquilamente en su regazo y por eso el Salmo dice “Señor: yo no busco grandeza que supera mi capacidad sino como un niño en brazos de su madre. Como un niño en brazos de su madre así está mi alma dentro de mí”.

“Por eso -prosiguió el arzobispo platense- hablo de serenidad en Dios y cómo podemos obtener tranquilidad en Dios a través de esta espiritualidad del abandono en saber que Dios es nuestro Padre. Es nuestro Padre que tiene un amor maternal por nosotros. Eso es lo interesante de este salmo que nos habla de un Dios que es padre y madre. El amor de Dios tiene un carácter maternal y por eso uno puede descansar en su regazo sin inquietud alguna, sin necesidad de prenderse demasiado a Él y esto implica la confianza. Por eso no debemos confiar tanto en nosotros mismos, en nuestras grandes empresas, no buscamos grandezas -dice el salmo- ni cosas que superan mi capacidad sino que acallo y modero mis deseos como un niño destetado en brazos de su madre”.

Concluyó diciendo que “en general somos bastante inmoderados. A veces la misma actividad, la misma obligación nos lleva a serlo pero habría que hacer el esfuerzo por calmarnos un poco. Como un niño destetado está mi alma dentro de mí. Y el salmo se está refiriendo a un espíritu que hay que tratar de ir consiguiendo. Espero que esto nos sirva para algo en nuestra vida”.+

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