Mil jóvenes católicos provenientes de los partidos que componen la diócesis de Mar del Plata se reunieron en Santa Clara del Mar durante el fin de semana para la "Invasión de Pueblos". La iniciativa, organizada por el Movimiento Juvenil Diocesano, se realiza desde hace 47 años ininterrumpidos, y este año el lema elegido fue "Yo soy una misión en esta tierra". Hubo mucha alegría, color, música y un verdadero testimonio de fe juvenil.
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, se hizo presente y pudo compartir todo el tiempo con los jóvenes. También fue oportunidad para conversar con ellos, que le compartieron sus inquietudes, problemas y también sus alegrías. Monseñor Marino agradeció a los jóvenes su sinceridad y también su cercanía.
"Ustedes han venido a rezar y reflexionar, a celebrar juntos la Eucaristía, a cantar sus ideales, a expresarse como jóvenes, pero también a hacer silencio y a tomarse en serio esta vida donde somos una misión. Como les decía en el mensaje preparatorio de este encuentro, en este lema se unen, sin separación posible, nuestro ser cristiano y nuestro compromiso misionero. Es muy importante que entendamos esto”, dijo el obispo.
“La misión –agregó- no es algo que se añade a mi vida cristiana, sino que está necesariamente vinculada con mi Bautismo y mi Confirmación. Estos sacramentos nos convierten en discípulos y misioneros de Jesucristo. Entre ambos existe una profunda vinculación".
En la misa de clausura, el obispo invitó a dar gracias porque muchos tomaron conciencia de su misión y se comprometieron a vivir su vida de este modo.
“¡Qué importante descubrirlo desde jóvenes, entender la vida como peregrinación, como siembra del Evangelio! Pasamos una sola vez por este mundo, ¡y qué importante es acertar en la forma de vivir, en darle sentido a nuestro paso por este mundo! ¡Qué alegría poder decir que, gracias a nuestro testimonio, otros encontraron a Cristo, porque se sintieron atraídos por algún gesto, alguna palabra, porque supimos ser instrumentos de la gracia de Jesucristo!", expresó monseñor Marino.
"Mis felicitaciones a todos ustedes, queridos jóvenes, saben que los llevo en el corazón. Me quedé aquí desde el comienzo hasta el final y a una parte de ustedes los pude escuchar durante todo este tiempo. Que sean a fondo aquello que se han comprometido ser; testigos y misioneros de Jesucristo Salvador de todos los hombres", concluyó el obispo.
Actividades
Durante los tres días en que se llevó a cabo la Invasión de Pueblos, se desarrollaron diversas actividades trabajando en el tema de la vocación y de la misión. Cristian Saint Germain, docente en la Universidad Católica Argentina y en cursos para animadores juveniles, fue el principal expositor.
En la organización estuvo el párroco de Santa Clara, presbítero Martín González; el asesor del Movimiento Juvenil Diocesano, presbítero Silvano De Sarro, y el viceasesor, presbítero Raúl Escudé, y decenas de jóvenes y consagrados que llevaron adelante esta multitudinaria actividad.
Los jóvenes también realizaron una misión por las casas y en espacios públicos de la localidad. El sábado por la noche se realizó una marcha en la que se inauguró una imagen de Stella Maris en el muelle de los pescadores, como un signo del paso de los jóvenes en Santa Clara. También, en el marco del año de la vida consagrada, el sábado se realizó una expo carisma en la que estuvieron presentes las diversas congregaciones religiosas de la diócesis.
Como pidió el papa Francisco, con esta edición de la Invasión de Pueblos "hubo mucho lío". Los jóvenes renovaron su alegría y su compromiso con Jesús. Con entusiasmo y nuevas expectativas, ya comienzan a prepararse para la próxima edición, que se realizará en 2016 en la parroquia Santa María, de Balcarce.+