El papa Francisco expresó a los periodistas en su vuelo de regreso a Roma que “si a una persona no se le permite objetar en conciencia, se le está negando un derecho”.
Como funcionaria en el estado de Kentucky, Kim Davis, al negarse a otorgar las licencias matrimoniales había apelado a la objeción de conciencia por motivos religiosos, protegida por la Constitución y la Primera Enmienda,
Sin embargo, las autoridades no respetaron el derecho de esta funcionaria a objetar en conciencia y la encarcelaron durante cinco días, hasta que un juez federal ordenó su puesta en libertad. Eso sí, se le ordenó que “no interfiriera con los otros empleados de su oficina en la entrega de licencias matrimoniales a las parejas elegibles del mismo sexo”.
Posteriormente a su excarcelación, en una declaración divulgada por sus abogados, Davis defendió que no siente "hostilidad" hacia nadie ni actúa "con mala voluntad"; y volvió a argumentar que la emisión de licencias para parejas homosexuales "entran en conflicto con la definición de matrimonio de Dios, con mi nombre puesto en el certificado, violaría mi conciencia".
El caso de esta funcionaria reabrió el debate en los Estados Unidos acerca del derecho a la objeción de conciencia y Davis se convirtió en un auténtico símbolo de este derecho. +
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