La corte suprema de esta república islámica del sur de Asia, lindera a la India, decidió revocar la sentencia y promete revisar el caso. De acuerdo con las declaraciones de Joseph Nadeem, tutor de la familia de la mujer, a la agencia Fides, en la audiencia celebrada este miércoles 22 de julio, tres jueces declararon “admisible” el recurso presentado por el abogado de la mujer, Saiful Malook, de fe musulmana.
Ahora, el caso será revisado por la Corte Suprema, que entrará en el fondo de las cuestiones planteadas por la defensa. Mientras tanto, hasta la próxima audiencia, que aún no está fijada, la pena de muerte ha sido suspendida.
Joseph Nadeem, que estaba presente en el juzgado, responsable de la Renaissance Education Foundation, y que se encarga de los honorarios de los abogados y de la asistencia a la familia de Asia Bibi, dijo que la audiencia se ha llevado a cabo en un ambiente tranquilo y que no había líderes religiosos islámicos o musulmanes extremistas presentes en el tribunal.
Nadeem declaró a Fides: “El de hoy es un paso adelante importante. Estamos muy satisfechos. Ahora es el momento de orar juntos al Señor para derretir los corazones de las personas involucradas en este caso, incluyendo los jueces, y rezar para que se haga justicia y Asia sea puesta en libertad”.
“Oremos para que Asia sea fortalecida cada vez más por la gracia del Espíritu Santo. Rezamos por su liberación”, dijo el responsable de la familia de esta mujer.
El suplicio de esta mujer
Asia Noreen, más conocida como Asia Bibi, nació entre 1964 y 1971, y está casada con Ashiq Masih. Es católica y tiene cinco hijos. En junio de 2009, esta campesina fue enviada a buscar agua mientras trabajaba en un campo, por lo que otras mujeres musulmanas protestaron ya que, al no ser musulmana, contaminaría el recipiente y lo haría impuro. Le exigieron abandonar su fe cristiana y que se convirtiera al Islam, pero ella se opuso.
En su defensa, Bibi respondió a sus compañeras que "Cristo murió en la cruz por los pecados de la humanidad" y preguntó a las mujeres qué había hecho Mahoma por ellas. Al oír tales palabras, las mujeres acudieron al imán local, quien la denunció a la Policía por blasfemia. El artículo 295 del Código Penal de Paquistán sanciona con la muerte el blasfemar contra el profeta del Islam.
El 8 de noviembre de 2010 fue condenada a la horca por una corte del distrito de Nankana, por el delito de blasfemia contra el profeta Mahoma. Desde entonces, su caso tuvo repercusión mundial por defender su fe y negarse a profesar la religión musulmana.
El juez Naveed Iqbal, quien la condenó a muerte, entró en la celda y le ofreció convertirse al islam para salir libre. Asia respondió que prefería morir como cristiana que salir de la prisión siendo musulmana. Bibi también añadió a su abogado: "he sido juzgada por ser cristiana. Creo en Dios y en su enorme amor. Si el juez me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por Él".
Agrupaciones cristianas católicas y de otras denominaciones trabajaron para evitar su muerte, y hasta los obispos de Paquistán pidieron al papa Benedicto XVI que medie en el conflicto. El pontífice pidió el indulto. En España, varias agrupaciones han desarrollado actividades y manifestaciones para atraer la atención sobre esta mujer, cuya vida aún puede ser arrebatada.+
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