El obispo auxiliar Nicolás Baisi presidió en la iglesia del seminario una misa de acción de gracias que fue concelebrada por monseñor Alberto Bochatey OSA, también obispo auxiliar platense, y numerosos sacerdotes. Entre los asistentes estuvo el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en plena rehabilitación tras su accidente doméstico.
En su homilía, monseñor Baisi -que fue rector del seminario diocesano de San Miguel- graficó lo difícil que es conducir una casa de formación. “Tarea delicada -subrayó-, que requiere de mucha sabiduría, perseverancia y paciencia. Le damos gracias a Dios por haberle dado esos dones al padre Gabriel, y le agradecemos a él haberlos puesto, generosamente, a su servicio”.
Por su parte, monseñor Aguer tuvo expresiones de gratitud hacia el rector durante una cena ofrecida en el seminario.
“Lo conozco desde 1985, cuando fue mi alumno de gracia en la acultad de Teología de Buenos Aires. Sé de su preparación y entrega. Y conozco, también, qué significa la tarea de conducir un seminario. Valoramos, entonces, su fecunda labor de estos años y le deseamos lo mejor en su nuevo desafío pastoral”, dijo el arzobispo.
En nombre de los superiores de la casa, el vicerrector del seminario, presbítero Mariano Monsonis, agradeció la dedicación del padre Delgado. “Estuvo en todos los detalles durante estos años. Desde la profundidad de la formación, hasta la cocina y el mantenimiento. Y ha tenido con los sacerdotes que vivimos aquí, especialmente con los mayores, un trato delicado, lleno de atenciones”, afirmó.
Otro momento muy impactante se vivió durante las palabras de gratitud que le dirigió, en nombre de todos los formandos, el seminarista Carlos Julián Reyes Toso, del segundo año de Teología. “Jamás olvidaremos -destacó- toda su preocupación, toda su entrega y toda su generosidad para formarnos del mejor modo, como pide la Iglesia. Su testimonio deja en nosotros huellas imborrables”.
A la hora de agradecer, el padre Delgado tuvo palabras de vivo reconocimiento “a Dios, nuestro Señor”, porque “lo que somos, todo lo que nos sucede, desde lo más importante a lo más insignificante, es fruto de la generosidad y gratuidad divinas”.
El sacerdote también agradeció a monseñor Aguer haberle confiado esta tarea. “¡Cuántas cosas vividas juntos en esta querida casa! Pasan delante de mi memoria innumerables recuerdos e imágenes, tantas alegrías y algunas tristezas compartidas en familia”, dijo.
En el arzobispado de La Plata sostuvieron que, en estos casi nueve años de servicio, el Delgado “volcó su capacidad y pasión por la Iglesia en promover sólidas vocaciones al sacerdocio”. De hecho, el seminario platense es hoy uno de los más numerosos y de mayor prestigio en el continente.
El padre Delgado asumirá el próximo domingo 9 de agosto, a las 11, como párroco de Nuestra Señora de la Merced, ubicada en calle 11 Nº 667, de La Plata.+
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