Mons. Aguer: “Las diversas lecturas de la realidad son una de las causas de la discordia en el país”
“La realidad es la única verdad, porque las cosas son como son y la verdad no es la afirmación estratosférica de mis ideas sino lo que existe en realidad, lo que las cosas son o lo que las cosas deben ser”, subrayó en su columna en el programa Claves para un Mundo Mejor.
Tras afirmar que “hay un problema acerca de la verdad”, consideró que “se miente mucho”.
“Sí, se miente bastante, pero a lo mejor lo que hay es una alteración de la mirada de tal modo que no se puede ver la realidad o que se la ve con anteojeras ideológicas. Esta es una de las causas principales de la discordia en la Argentina, de la persistente discordia que nos paraliza y nos frustra. Nunca se sabe cómo son las cosas porque siempre hay versiones diversas. Hay que ponerse de acuerdo y ello con referencia a la verdad, por referencia a la realidad. Allí está el principio de la concordia”, aseveró.
El prelado platense puso varios ejemplos como por ejemplo si hay pobres o no hay pobres en la Argentina y destacó que “las estadísticas oficiales afirman que la pobreza alcanza más o menos al 6% de la población; pero resulta que el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que trabaja con métodos científicos indiscutibles, dice que llega al 27%. O una cosa o la otra. Ni hablar de la pobreza infantil, que llega a cifras escandalosas”.
Monseñor Aguer recordó que hay un caso que ha sucedido recientemente: “el jugador Carlitos Tevez va a su provincia de Formosa y luego declara que ha quedado impresionado por la miseria que ha visto allí, y por el contraste social. Ese atrevimiento le valió ataques e insultos terribles; pero la miseria no la inventó sino que la vio, es innegable. Además dijo cosas muy lindas acerca de los valores y demás”.
El arzobispo platense también puso como otro ejemplo la cuestión del desempleo: “Hay cifras oficiales que hablan del descenso del desempleo, y es verdad que ha descendido el desempleo pero yo me pregunto si hablamos de trabajo genuino o si la falta de trabajo se cubre simplemente con subsidios”, indicó.
“El Estado tiene que estar presente, tiene que ayudar a los necesitados con subsidios y con todo lo que pueda, pero San Pablo dice, en una de sus cartas, así como al pasar, que el que no quiera trabajar que tampoco coma porque lo normal, lo justo, lo digno para el hombre es ganar el pan con el sudor de su frente, como se suele decir. Trabajo genuino implica crecimiento real de todos los órdenes de la economía, desarrollo, y con una intención especial por la formación y la incorporación de los jóvenes al mundo laboral”, concluyó.+
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