Mons. Buenanueva: “La misericordia cura y levanta a quien realmente está caído”
“Siempre la Iglesia ha ofrecido el perdón y la paz de Cristo a quienes han estado involucrados en un aborto. ¿Cómo podría obrar de otra manera? Somos discípulos de Jesús, el que comió con los pecadores, el que devolvió dignidad a la mujer pecadora no menos que al corrupto cobrador de impuestos, hasta llegar al ladrón arrepentido y crucificado junto a Jesús”, expresó el obispo.
Para monseñor Buenanueva, “nadie que estando mal debajo de su piel y habiéndose acercado con una mínima disposición del corazón ha sido rechazado por Jesús”, porque esa “es la norma suprema para la Iglesia”. En su diócesis, desde la época del obispo Baldomero Martini, todos los sacerdotes reciben la facultad de absolver el pecado del aborto.
No solo con aborto
En su carta, el Santo Padre repasa otras situaciones angustiosas que en el Año Santo de la Misericordia tienen que estar en el centro de atención de los fieles. “Es extraño que se las silencie tan ruidosamente; es también una atención selectiva y discriminadora ante el inmenso mundo del sufrimiento humano”, observó el obispo.
Monseñor Buenanueva destacó que el Papa también se muestra preocupado por los enfermos, los ancianos y los encarcelados, y dicha preocupación debe ser también de toda la Iglesia. “Las obras de misericordia corporales y espirituales que Francisco quiere que volvamos a destacar amplían también el horizonte de periferias a las que debemos ir con el bálsamo de la misericordia y ternura divinas”, detalló.
Cada vez que un fiel viva personalmente una o más de estas obras obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar, señala Francisco en su escrito. Por su parte, el obispo de San Francisco recordó que el recuerdo piadoso de los difuntos es también un hecho significativo de misericordia, y para ellos también puede obtenerse el don de la indulgencia jubilar.
Finalmente, monseñor Buenanueva destacó que el Papa haya querido reconocer la validez y licitud del sacramento de la reconciliación administrado por presbíteros de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, conocidos comúnmente como lefebvristas. “Hago notar la valoración positiva que el Papa hace de la ‘buena fe y práctica sacramental’ de estos hermanos que no se encuentran en plena comunión con el obispo de Roma”, dijo el obispo.
“Nada más católico que la misericordia de Dios que siempre ensancha los horizontes, rompiendo esquemas rígidos y demasiados estrechos. Sobre todo los más difíciles de ampliar: los del corazón, la propia mirada y valoración de los demás”, concluyó monseñor Buenanueva en su mensaje.+
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