Mons. Buenanueva: Señor, ¿A quién iremos?
“Ha sido un camino fascinante, aunque también fatigoso. Ha sido bueno dejarse llevar por las palabras de Jesús, experimentando el vértigo de percibir su pretensión sobre nosotros y nuestras vidas. Pero a esa vorágine nos lleva la fe”, afirma el obispo.
“Escuchar las palabras de Jesús es sentir que nuestra libertad queda desafiada en su raíz más profunda: ¿Qué estás haciendo de tu vida? ¿Hacia dónde estás caminando? ¿Cuáles son tus búsquedas, tus deseos y tus inquietudes más hondas? ¿Valen realmente la pena? ¿Le dan autenticidad a tu vida? ¿Te hacen más humano?”, enumera el prelado.
“Cada uno hace ese camino. Es un camino personal, pero no en solitario. El que cree nunca está solo”, aseguró. “Es un camino compartido: antes de mí, otros lo han transitado ya. Ahora mismo, tengo a mi lado muchos compañeros de aventura. Nos miramos, nos ayudamos a caminar, nos animamos cuando la fatiga, el desencanto o el desaliento parecen poder con nosotros”, reconoce.
“Pero hay un momento en que la mirada y la palabra del Señor se fijan en mí y, poniendo en crisis todo lo que pienso, siento y programo, me desafían a tomar una decisión”, añade.
“Este domingo, un compañero de camino – Simón Pedro – comparte con nosotros ese momento álgido de su vida. Y comparte también con nosotros sus palabras”, detalla, y anima: “Escuchémoslo y, sin falsos pudores ni vergüenza, hagamos nuestra su audacia. Sus palabras son sinceras, francas y diáfanas: ‘Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios’”, concluye.+
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