En este Adviento, Mons. Caride animó a revisar los enojos del corazón
El obispo propuso trabajar una de las cosas que más nos quitan la paz que son nuestros enojos: "Todos podemos aprender mucho de nuestros enojos, porque cada uno tiene una manera en sus enojos, los vivimos con una intensidad, con una frecuencia y una modalidad propia". "Esos enojos en el corazón se van entramando y van generando una actitud de rechazo hacia el otro o hacia determinados grupos".
Monseñor Caride advirtió que cuando en el otro están todos los males y en nosotros todas las virtudes, cuando hacemos una distinción entre ellos y nosotros, puede pasar que en ese entramado que se va haciendo en el corazón, y del rechazo al otro, "empieza a nacer el odio al otro, que es cuando se suma el deseo de que a ese otro le vaya mal, sufra o desaparezca".
Ante esta posibilidad, monseñor Caride propuso: "Una buena manera de prepararse para la Navidad es ir revisando esos enojos en el corazón. Esto es algo que nos va a ayudar a nosotros y también es un buen aporte, que cada uno de nosotros como cristianos podemos hacer a nuestra sociedad: trabajar los propios enojos".
Porque ahí podemos aprender cosas de nosotros, ver dónde ese enojo nos toca y por eso se hace tan intenso; ver cómo lo podemos transformar en una fuerza positiva que nos comprometa con la verdad, con la justicia, con la reparación: distintas formas para transformar eso negativo en algo positivo y nos convierta en constructores de paz".
En el final de su mensaje, monseñor Caride expresó: "En este Adviento, nos puede ayudar mucho para nuestra reflexión espiritual tomar la oración de San Francisco: Señor, hacé de mí un instrumento de tu paz, donde haya odio, yo ponga amor".+
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