Mons. Frassia: “Sepamos que tenemos una misión”
Al comenzar, el prelado se preguntó “¿Qué querrá decir esto?”, haciendo referencia a Juan el Bautista, “el que se adelanta, el que prepara el camino; un hombre grande como persona, humilde, veraz y verdadero, obediente a Dios”. El que dio la vida “por la Verdad”, y cuando “estaba preso Juan quería saber por qué se estaba esperando en Israel al Mesías”.
Monseñor Frassia recordó que Juan: “Quería saber, no por curiosidad sino por interés de fe, y manda a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús y Jesús relata todas las cosas que hizo: curar enfermos, hacer andar paralíticos, resucitar muertos, sanar”.
Es que “la presencia de Cristo sana, cura, transforma, alimenta, fortalece. Por eso es importante el Evangelio, la oración y la Eucaristía. Él está en la Eucaristía”, afirmó el obispo. Pero sucede que “para que uno cumpla una misión tiene que tener experiencia de encuentro con Él. Y cuando uno se encuentra con Él, cuando es encontrado por Él, uno es capaz de dar testimonio y ser un buen discípulo”.
Monseñor Frassia exhortó a la comunidad a no ser “cobardes”, ni estar “dormidos”: “¡No miremos para otro lado! Cada uno tiene una existencia, una vocación y una misión. ¡Es muy triste vivir sin misión! ¡Es muy triste no escuchar la vocación! ¡Es muy triste no valorar la vida!”.
Entonces, pidió “que se vaya esa tristeza”, para poder reconocer la propia vida: “Que sepamos que tenemos una vocación y que somos llamados, pero que también sepamos que tenemos una misión. ¡Hay que descubrirla y ponerla por obra!”, anunció.
Finalmente, antes de dar la bendición final, pidió a Juan el Bautista “fuerzas para poder cumplir con la misión”.+
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