Protocolo de aborto: “¿Quiénes somos para decidir sobre la vida de los demás?”
“En primer lugar nos parece lamentable que se quiera resolver y reducir el drama de una mujer embarazada que tiene la tentación de abortar, como un mero problema sanitario o de salud, cuando en realidad se toma sólo la salud de la mujer y no la salud del niño en su vientre, ya que es persona humana”, expresó.
En ese sentido consideró que “no resuelve el drama humano, al contrario, lo agrava”, porque tiene en cuenta “la salud de uno y no del otro”. “Es realmente eliminar una vida humana”, sostuvo.
La medida, señaló el prelado, “se inscribe como un eslabón más de lo que san Juan Pablo II decía ‘la cultura de la muerte’, y el papa Francisco nos habla de la ‘cultura del descarte’, entonces hay personas que no tienen derecho a vivir. Lo que antes era considerado un delito, ahora es considerado un derecho”, advirtió.
“Además, este protocolo de algún modo da la puerta libre al aborto en la Argentina eludiendo la acción del Congreso, que hace apenas un año se manifestó rechazando los proyectos que había sobre la legalización del aborto”, consideró. “Me parece que no contribuye para nada a una mejora de la salud en la Argentina, no mejora para nada en el desarrollo de nuestra civilización”, añadió.
“El presidente saliente del Uruguay cuando en su primer gobierno vetó la ley del aborto decía que ‘El grado de civilización de una sociedad se mide por la defensa de los más débiles... el más débil es el niño en el vientre de la madre’, por lo tanto el aborto es un retroceso en la civilización”, continuó.
Finalmente, consideró que “teniendo en cuenta esta grieta que divide a los argentinos y que el presidente ha dicho que quiere cerrar, creo que con estas medidas no ayuda a crear un clima de mayor pacificación, de mayor respeto, de aceptación de lo que el Congreso recientemente ha manifestado”.
“Como sabemos, en un sistema republicano, el pueblo no gobierna ni delibera, sino por medio de sus representantes. Sus representantes se han expedido y, por lo tanto, el pueblo se ha expedido. Creemos que estas medidas no responden a la cultura de nuestro pueblo”, afirmó.
“Nuestro repudio a estas medidas, nuestra firme oposición a todo lo que sea un atentado contra la vida, a esta cultura de la muerte, a esta cultura del descarte, donde hay unos que pueden vivir y otros que no”, concluyó monseñor Martín, planteando un interrogante: “¿Quiénes somos para decidir sobre la vida de los demás?”.+
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