“Los asentamientos donde viven miles de familias en situación de exclusión, y en los barrios donde una pobreza que está signada por la precariedad laboral, donde la única ilusión de mucha gente es el sobrevivir, perdiendo lo que caracterizó a nuestra Patria sobre la movilidad social y las posibilidades de crecimiento y ascenso social”, advirtió.
El prelado sostuvo que “salir de la desnutrición, la educación, y el trabajo digno son caminos necesarios para salir del sistema donde la mayor meta de los más pobres sea el ‘sobrevivir’”.
Al referirse al Día del Trabajador, invitó a pedirle a San José Obrero poder “poner el corazón para acentuar una sociedad donde el trabajo digno sea un camino de verdadero exponente”.
“La pastoral urbana debe considerar esta realidad para que el Evangelio genere ambientes de justicia y solidaridad, y compartiendo los dolores y sufrimientos que las ciudades presentan en nuestro tiempo”, subrayó.
Por último, monseñor Martínez aseguró que “si bien el ambiente en el que vivimos, puede ser complejo con los nuevos desafíos que presenta el creciente relativismo y la pastoral urbana, tenemos la certeza de que contamos con la gracia de Dios y el gozo de haberlo conocido a Jesucristo el Señor”.+
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