Recordarán al Card. Copello, a 50 años de su muerte

Recordarán al Card. Copello, a 50 años de su muerte

Buenos Aires (AICA): Mañana, jueves 9 de febrero, a las 12,30, en la catedral de Buenos Aires será celebrada una santa misa por el eterno descanso y en memoria del cardenal Santiago Luis Copello, al cumplirse ese día el 50º aniversario de su fallecimiento. El domingo 23 de julio, en la misma catedral se celebrará una santa misa, a cuyo término se descubrirá una placa recordatoria de quien fue el 20º obispo de Buenos Aires, 6º arzobispo de esta sede primada y primer cardenal de la América hispana.
Mañana, jueves 9 de febrero, a las 12,30, en la catedral de Buenos Aires será celebrada una santa misa por el eterno descanso y en memoria del cardenal Santiago Luis Copello, al cumplirse ese día el 50º aniversario de su fallecimiento.

Además, el domingo 23 de julio, cercano al 25 de julio, fiesta del Apóstol Santiago, onomástico del cardenal Copello, en la misma catedral se celebrará una santa misa, a cuyo término se descubrirá una placa recordatoria de quien fue el 20º obispo de Buenos Aires, 6º arzobispo de esta sede primada y primer cardenal de la América hispana. Seguidamente se hará la presentación de la edición de sus Memorias.

Datos biográficos del cardenal Copello
Santiago Luis Copello nació en San Isidro el 7 de enero de 1880. Realizó sus estudios primarios y secundarios en Buenos Aires, en el Colegio San José de los Padres Betharramitas. Cursó sus estudios eclesiásticos en el seminario mayor San José, de La Plata, y luego en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde se doctoró en Filosofía en 1899, y en Teología en 1903, año en que regresó al país.

Fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1902 y ejerció su ministerio sacerdotal en la diócesis de La Plata desde 1903 hasta 1918.

El 8 de noviembre de 1918 el papa Benedicto V lo nombró obispo titular de Aulón y auxiliar de la diócesis de La Plata. Recibió la consagración episcopal el 30 de marzo de 1919 de manos del obispo de La Plata, monseñor Juan Nepomuceno Terrero, y de los obispos Francisco Alberti y José Orzali como coconsagrantes.

El 15 de mayo de 1928 el papa Pío XI lo designó obispo auxiliar de la arquidiócesis de Buenos Aires, y el 20 de septiembre de 1932 el mismo Papa lo nombró arzobispo de Buenos Aires.

El 16 de diciembre de 1935 Pío XI lo creó cardenal. Fue el primer cardenal que nació y ejerció el sacerdocio en Hispanoamérica. El 29 de enero de 1936 fue proclamado Cardenal Primado de la Argentina.

Como cardenal participó de tres cónclaves: en 1939 cuando se eligió a Pío XII; en 1958 en el que se eligió a Juan XXIII; y en 1963 donde se eligió a Pablo VI. De 1962 a 1965 participó del Concilio Vaticano II.

Tras 26 años de servicio como arzobispo de Buenos Aires, el 25 de marzo de 1959 renunció y fue nombrado Canciller Apostólico con residencia en Roma, donde falleció el 9 de febrero de 1967 de un infarto al corazón en la clínica Villa Estuardo, de Roma, a los 87 años que acababa de cumplir el 7 de enero. En la basílica de San Pedro, con la asistencia del papa Pablo VI, de 22 cardenales y de unas 1.500 personas, entre las que se hallaba el canónigo monseñor Carlos R. Copello, sobrino del extinto cardenal, celebró la solemne misa exequial el cardenal Secretario de Estado Amleto Cicognani. Al término de la conmovedora ceremonia Pablo VI bendijo el túmulo.

Sus restos descansan hoy en la cripta de la basílica del Santísimo Sacramento.

El cardenal Caggiano anunció la muerte del cardenal Copello
“Mientras esperábamos la anunciada visita de quien fue pastor ilustre de la arquidiócesis de Buenos Aires durante más de treinta años, ha fallecido ayer en Roma el eminentísimo señor cardenal Santiago Luis Copello”.

Así comenzaba el auto pastoral con el que el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Antonio Caggiano, anunciaba a la comunidad diocesana el fallecimiento del cardenal Copello y establecía el 16 de febrero como día de oración pública en la catedral, en las parroquias e iglesias de Buenos Aires. El solemne funeral se celebró a las 19 en la catedral.

El auto pastoral del cardenal Caggiano continuaba en estos términos:

Creador de más de setenta parroquias
"Nuestra arquidiócesis está de luto. Ella le debe la consagración de su vida durante un período largo de su existencia en que, con visión certera, respondió a las necesidades más urgentes de su gestión arzobispal con inteligencia, con éxito y al mismo tiempo con modestia singular.

"Indudablemente que al hacerse cargo del arzobispado de Buenos Aires recibió una gran herencia de tradición profundamente religiosa y una vida cristiana floreciente en numerosas parroquias, institutos religiosos, casas de estudio, obras de apostolado y obras sociales organizadas que eran fruto de sus antecesores en el ministerio apostólico.

"Pero es más que evidente que al dejar el arzobispado, el panorama religioso de Buenos Aires había sido modificado. Nuestra ciudad había progresado ediliciamente y habíase extendido desmesuradamente, mientras la población se alejaba de su centro hacia los límites de la Capital Federal, quedando alejada de los centros parroquiales.

"El cardenal Copello comprendió bien la urgencia del problema y lo afrontó con decisión y éxito. A su esfuerzo perseverante y metódico se debe la creación de más de setenta parroquias, cuarenta de las cuales le deben la construcción de sus iglesias y casas parroquiales.

"Cuando se habla de parroquias nuevas no se habla solamente de construcciones materiales, sino de organización de comunidades y familias parroquiales, dotadas de párrocos y sacerdotes encargados de la formación cristiana de sus fieles.

"No es esa la única obra del cardenal Copello, pero es tal vez por su importancia diocesana, por su mole y por su urgencia, la principal de su gobierno eclesiástico.

"Por lo demás, su vida modesta y ejemplar acentuó la tradición gloriosa de sus antecesores, los arzobispos de Buenos Aires. No pretendo en estos momentos hacer su apología, sino encabezar nuestra común oración privada y pública en sufragio de nuestro querido cardenal difunto. Estoy seguro de que el elogio fúnebre más autorizado y más objetivo es el que pronunció Su Santidad Pablo VI.

Mensaje de condolencia de Pablo VI
"En estos momentos en que conmueve nuestro espíritu la dolorosa noticia del piadoso fallecimiento del cardenal Santiago Luis Copello, canciller de la Santa Iglesia Romana, antes pastor eximio de esa arquidiócesis, que ilustrara con sus preclaras virtudes y encomiable celo, expresamos a todo el querido pueblo argentino el testimonio de nuestro vivo pesar por la pérdida de tan ilustre hijo y colaborador nuestro, mientras ofreciendo sufragios por su eterno descanso enviamos a ese noble país una especial bendición apostólica".+

Let's block ads! (Why?)

Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Diocesis de Celaya

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets