Por otro lado, la Santa Sede, de acuerdo con las medidas dispuestas el pasado 11 de marzo para luchar contra la epidemia, ha establecido que los dicasterios e instituciones vinculados a ellos no suspendan su actividad.
Así se indica en un comunicado de la Oficina de Prensa, donde se señala que “se ha confiado a los responsables de los dicasterios la función de continuar a garantizar los servicios esenciales de la Iglesia Universal, predisponiendo contingentes mínimos de personal en oficina e incentivando para todo aquel que sea posible el trabajo a distancia”.
Con esas medidas se busca “limitar la exposición de los empleados y, al mismo tiempo, garantizar el ejercicio del ministerio petrino”.
Asimismo, “en caso de contacto de los empleados de la Santa Sede o ciudadanos del Estado de la Ciudad del Vaticano con el coronavirus, la Dirección de Sanidad e Higiene dispuso un protocolo para la comunicación inmediata de los casos a las autoridades sanitarias del lugar de residencia y del Estado de la Ciudad del Vaticano”. +
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