Mons. Sánchez: “Ser testigos del resucitado”

Mons. Sánchez: “Ser testigos del resucitado”

Tucumán (AICA): El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, celebró la misa del Domingo de Pascua en los estudios de Canal 10 de Tucumán, haciéndose presente en los hogares a través de la televisión y los medios digitales. El prelado invitó a los tucumanos a ser “testigos del resucitado. Que esta Buena Noticia ilumine toda nuestra vida. Centremos nuestra vida en lo esencial, no en lo material ni en lo terrenal, sino en los vínculos, el amor, la vida, en Él, en las cosas celestiales, en lo que es eterno, en lo que permanece para siempre”.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, celebró la misa del Domingo de Pascua en los estudios de Canal 10 de Tucumán, haciéndose presente en los hogares a través de la televisión y los medios digitales.

Al comenzar su prédica, el arzobispo exclamó: “¡Cristo está vivo, el crucificado ha resucitado! El que estaba encerrado en el sepulcro y en la oscuridad, reventó la piedra y esa oscuridad la llenó de luz, ¡esta es la Buena Noticia! ¡Este es Cristo el Señor!”. “La vida y la muerte se encontraron en un duelo admirable. La muerte ha sido vencida porque Cristo está vivo y es la fuente de nuestra alegría y nuestra esperanza”.

Refiriéndose al relato evangélico de Juan, monseñor Sánchez se preguntó: “¿Qué fue a buscar María Magdalena al sepulcro? Fue a buscar el cuerpo sin vida del Señor, de aquel que ella vio cuando lo crucificaron”. Sin embargo, “al ver la piedra abierta, ella supone que habían robado el cuerpo, por eso corre a anunciarlo a los discípulos”. Pedro y el discípulo amado también corren al sepulcro, recordó e invitó a la comunidad a “salir de nuestra postración para ir al encuentro del Señor. Él se deja encontrar y nos llena de paz”.

En este sentido, animó a ser como María Magdalena, “vayamos al encuentro del Señor”; a ser como Pedro, que también corre en busca del Señor y ve los signos de la resurrección; pero más bien, exhortó a ser como el discípulo amado que, “cuando vio las vendas en el suelo, el sepulcro vacío y el sudario bien envuelto, creyó que Cristo había resucitado”.

“Crezcamos en la fe, maduremos en la fe, démonos cuenta que el Señor es el triunfador que ha vencido a la muerte con su resurrección, pero porque la asumió en carne propia: el dolor, el sufrimiento y hasta la muerte, para destruirla y regalarnos a nosotros vida para siempre, ¡éste es la Buena Noticia!”.

Monseñor Sánchez mencionó que “en este tiempo de dolor, de pandemia, Él nos abre a la esperanza. En esta Semana Santa, cómo hemos ido dando pasos de crecimiento en la fe en familia y en comunión fraterna y en comunión solidaria, ¡qué lindo che!”, se alegró el arzobispo y recordó que estamos transitando el este año mariano nacional: “Tenemos la certeza de que la muerte no tiene la última palabra, Cristo ha resucitado y María nos alienta y nos acompaña, porque es Madre del pueblo y esperanza nuestra”.

Por eso, anheló “que podamos ser contantes y fuertes en la fe, renovándola en este Cristo muerto y resucitado. La certeza de que el Señor nos ama para que podamos vivir alegres en la esperanza y activos en la caridad. La fuerza del amor de Cristo vive en nosotros, dejemos encender nuestro corazón por la luz del cirio pascual. Que ese fuego nos permita purificar nuestros egoísmos, ambiciones, mezquindades, dobles intenciones, para que podamos vivir en el amor; y que ese fuego lo podamos irradiar a los demás”.

El prelado invitó a los tucumanos a ser “testigos del resucitado. Que esta Buena Noticia ilumine toda nuestra vida. Centremos nuestra vida en lo esencial, no en lo material ni en lo terrenal, sino en los vínculos, el amor, la vida, en Él, en las cosas celestiales, en lo que es eterno, en lo que permanece para siempre”.

Y destacó la importancia de “significar nuestra fe con obras, en el servicio y el amor al hermano”, porque “ese Cristo sufriente es mi hermano que está padeciendo”. “Cuánta gente está trabajando y sirviéndonos a los que estamos en casa, esos son los Cristos vivos: descubrámoslo”.

Finalmente, volvió a invocar a María: “La que está a nuestro lado, que nos custodia, nos acompaña y nos malcría como hijos. Cristo ha resucitado y Ella nos trae esa presencia del Señor”. Monseñor Sánchez de unió a la propuesta de los obispos del Celam de consagrar el continente a la Virgen de Guadalupe, “porque queremos acogernos a su ternura”, para que ella nos alcance del Señor la gracia de la liberación de la pandemia.+

Let's block ads! (Why?)

Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Diocesis de Celaya

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets