Ciudad del Vaticano (AICA): “Budistas y cristianos: promovemos juntos el crecimiento de la fraternidad”, es el título del mensaje que, con motivo de la festividad de Vesakh, que este año se celebra el 14 de mayo, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, envió a los seguidores del budismo. Con la firma del cardenal Jean-Louis Tauran y el padre Miguel Ángel Ayuso Guixot MCCJ, respectivamente presidente y secretario del Pontificio Consejo, el mensaje comienza señalando que “nuestra felicitación se inspira este año en el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, de 2014, titulado “La Fraternidad, fundamento y camino a la Paz”, en el que se señala que la fraternidad es una dimensión esencial del hombre. El carácter relacional del hombre nos lleva a ver y a tratar a cada persona como un verdadero hermano; sin esta conciencia, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera.
“El hombre es un ser relacional, continúa el mensaje, y la viva conciencia de este carácter relacional nos lleva a ver y a tratar a cada persona como una verdadera hermana y un verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera”.
El mensaje del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso expresa en sus párrafos principales:
“La tradición religiosa de ustedes, inspira la convicción de que las relaciones amistosas, el diálogo, el intercambio de regalos, y el intercambio armonioso y respetuoso de puntos de vista conducen a una actitud de bondad y de amor, que a su vez genera relaciones auténticas y fraternas. También están convencidos de que las raíces de todos los males son la ignorancia y la incomprensión que nacen de la codicia y del odio y que, a su vez, destruyen los lazos de hermandad. Desafortunadamente, el egoísmo cotidiano, que está en el fondo de tantas guerras e injusticias nos impide ver a los otros como seres hechos para la reciprocidad, para la comunión y para el don.”
“Nosotros, los budistas y los cristianos vivimos en un mundo demasiado a menudo desgarrado por la opresión, el egoísmo, el tribalismo, la rivalidad étnica, la violencia y el fundamentalismo religioso; un mundo donde se trata al “otro” como a un ser inferior, una no-persona, o alguien a quien temer y, si es posible, eliminar. Sin embargo, estamos llamados, en espíritu de cooperación con otros peregrinos y con las personas de buena voluntad a respetar y defender nuestra humanidad común en los diversos contextos socio-económicos, políticos y religiosos. Basándonos en nuestras diferentes creencias religiosas, estamos llamados, en particular, a ser francos en la denuncia de todos los males sociales que perjudican a la fraternidad; a ser cuidadores que ayudan a otros a crecer en la generosidad desinteresada, y a ser reconciliadores que derriban los muros de división y promueven en la sociedad una verdadera fraternidad entre personas y grupos.
“Asistimos hoy al crecimiento del sentido de nuestra humanidad común y de una búsqueda global de un mundo más justo, pacífico y fraternal. Pero la realización de estas esperanzas dependen del reconocimiento de valores universales. Esperamos que el diálogo interreligioso, reconociendo los principios fundamentales de la ética universal, contribuya a promover un sentido renovado y profundo de la unidad y la fraternidad entre todos los miembros de la familia humana. En realidad, "cada uno de nosotros está llamado a ser un artesano de la paz, uniendo y no dividiendo, apagando el odio y no conservándolo, abriendo canales de diálogo y no alzando nuevos muros. Dialogar, encontrarnos para instaurar en el mundo la cultura del diálogo la cultura del encuentro”.
Para construir un mundo fraterno, es vital que aunemos nuestras fuerzas para educar a las personas, especialmente los jóvenes, a buscar la fraternidad, a vivir en fraternidad y tener el coraje para construir la fraternidad. Rezamos para que la celebración de Vesakh sea una oportunidad para redescubrir y promover de nuevo la hermandad, sobre todo en nuestras sociedades divididas”.
La fiesta de Vesakh
“Vesak”, el Día de la Luna Llena del mes de mayo, es el día más sagrado para millones de budistas de todo el mundo, que recuerda los tres momentos fundamentales de la vida de Gautama Buda.
Fue en el día de Vesak hace 2.500 años, más exactamente en el año 623 AC, cuando nació Buda. Asimismo, fue también en este día de Vesak cuando Buda alcanzó la iluminación y también fue en el día de Vesak cuando falleció a los 80 años de edad, alcanzando el Nirvana.
En estos días los seguidores del budismo decoran sus hogares con flores y los perfuman con incienso, visitan los templos locales, escuchan las enseñanzas de los monjes y les ofrecen dones.+
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