La expresión pública de fe de los católicos llevó por lema "Una misma alegría. Una misma familia. Un mismo pan" y significó para la arquidiócesis de Buenos Aires el inicio del camino preparatorio para el XI Congreso Eucarístico Nacional, que se hará el año próximo en Tucumán.
El purpurado presidió la celebración eucarística en el interior del templo porteño a raíz de las condiciones climáticas y luego encabezó la procesión tradicional alrededor de la Plaza de Mayo, durante la cual el purpurado impartió la bendición eucarística desde la caja de un camión.
La celebración del Corpus comenzó por la mañana con una marcha juvenil desde cuatro puntos de la ciudad que convergió alrededor de las 13 en la plaza Miserere, en el barrio de Once.
Allí los jóvenes fueron recibidos por el cardenal Poli, quien los alentó a mantener “la alegría, la unidad y el encuentro con Jesús".
Al concluir la ceremonia religiosa concelebrada por los obispos auxiliares porteños y numerosos sacerdotes, el cardenal Poli renovó la consagración de la ciudad y de la arquidiócesis a Nuestra Señora de Luján, para luego encabezar la procesión tradicional con el Santísimo Sacramento alrededor de la Plaza de Mayo.
La hostia consagrada fue llevada en una custodia, seguida por el purpurado, los demás prelados, sacerdotes, la Archicofradía del Santísimo Sacramento, los abanderados de los colegios católicos, los seminaristas, los jóvenes y el resto de la feligresía.+
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