Mons. Urbanc pidió “no mirar a otro lado” con la droga
Monseñor Urbanc presidió los actos litúrgicos de las fiestas patronales. En el último día de celebraciones, una gran cantidad de fieles y peregrinos del departamento y de la provincia de La Rioja se acercaron al templo.
El miércoles 24, por la tarde, el obispo fue recibido por las autoridades civiles, encabezadas por el intendente Hugo Ávila, en una intersección del ejido urbano, y desde allí encabezó la procesión, acompañado por el párroco Esteban Chaile y los fieles.
Durante su homilía, Mons. Urbanc se refirió a san Juan Bautista, venerado en esta parroquia como niño, y expresó: “Es muy importante que ustedes tengan como patrono de la parroquia al santo como niño, teniendo la Palabra de Dios y a quien es la Palabra de Dios como un corderito, todo eso es providencial. El niño nos habla de pureza, de la presencia y ternura de Dios, el niño nos habla de la paz, del cariño, el cuidado y el respeto”.
El obispo de Catamarca agregó: “La misión de Juan, como precursor de Jesús y en su condición de niño, nos lleva a preguntarnos qué hacemos por nuestros niños. Hay que cuidar la vida, porque la vida es Dios mismo, que se hace presente de un modo único e irrepetible. Y eso nos enseña esta imagen de san Juan como niño”.
En otro tramo de su predicación, el pastor diocesano advirtió sobre “dos cosas muy fuertes como el flagelo de la droga, que es el desafío que tenemos hoy”, porque “está matando a nuestros chicos, hay gente que está negociando con la vida de los niños, de los adolescentes y los jóvenes”.
“Esto hay que combatirlo, con fuerza y con decisión, y no permitir que ese mal eche raíces en nuestra sociedad”, enfatizó el prelado, quien pidió más responsabilidad de los padres: “Es culpa de un padre y una madre que se borran y exponen a los hijos, porque chicos no queridos, no contenidos y no atendidos son las primeras presas. La principal necesidad del hombre es ser amado, y el que no se siente amado no desea vivir”.
En este plano, afirmó que esta problemática incumbe a todos: “Es problema de las familias, de las autoridades, de los sacerdotes, de las escuelas, de los policías, es un problema de todos, y entre todos lo tenemos que parar. No podemos seguir mirando para otro lado. Tiene que haber una toma de posición frente a este desafío, que está matando nuestros sueños, matando las ilusiones de nuestros niños”.
Monseñor Urbanc se refirió también a otras problemáticas como el suicidio y el aborto: “Nos apenan mucho los suicidios que hubo en este departamento, y la culpa la tienen los grandes, no los chicos. Lamentablemente, no han sido educados”.
“El otro atentado gravísimo –agregó- es matar a los niños en el vientre materno. Como san Juan Bautista, que levantó la voz contra el poderoso Rey Herodes, hoy nosotros tenemos que proclamar la verdad sobre la vida, la defensa de la vida y el cuidado de la vida desde el momento de la concepción hasta que parte naturalmente de este mundo”.
“Hay que defender la vida siempre, toda vida humana es digna, no hay ninguna vida que se pueda derrochar, que se pueda desechar”, insistió el obispo.
Luego de los actos litúrgicos, se llevó a cabo un acto cultural a cargo de academias de danzas del medio.+
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