El congreso, según informó el episcopado, comenzará el lunes 16 de noviembre con un Concierto por la Paz en el Teatro Colón y se extenderá hasta el miércoles 18 en un ámbito académico de la ciudad de Buenos Aires.
Durante el congreso se abordarán temas como el fanatismo y la religión; la educación y los credos; la familia, la vida y la convivencia; el compromiso de las religiones con la ecología y la viabilidad de la vida en el planeta; los refugiados por la religión y el hambre, y la trata de personas. Al cierre de los paneles habrá una conferencia magistral brindada por los presidentes honorarios y un enviado papal. El tema a abordar, al igual que el lema, será “Una senda hacia la paz”.
Los impulsores del congreso interreligioso esperan contar con la palabra de distinguidas personalidades internacionales de la vida política, cultural y diplomática, que expondrán a través de videoconferencias. Además, aguardan un mensaje del papa Francisco para la apertura.
De la reunión preparatoria participaron los presidentes honorarios del Congreso: monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, y el rabino Abraham Skorka. Acompañó la reunión monseñor Carlos Malfa, secretario ejecutivo de la CEA y obispo de Chascomús.
También asistieron el presidente y el secretario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires; Adelmo Gabbi y Guillermo Carracedo, respectivamente, y el director de la Caja de Valores de la misma institución, César Tortorella.
Se hicieron presentes el presidente del Consejo Consultivo del Congreso y presidente emérito y fundador de la Red Argentino-Americana para el Liderazgo (REAL), Ricardo Vanella, y su actual presidente, Juan Pablo Laporte; el fundador y vicepresidente de la Fundación Judeo-Cristiana-Islámica para las Américas (Fujcia), Gustavo Guillermé; el presidente de la Fundación Argentina para el Desarrollo de la Educación y la Cultura (Fadepec), Jorge Aguilera, y el director ejecutivo del Congreso, Fernando Martín.
Al término del encuentro, monseñor Arancedo consideró que se trata de “un camino, una senda, una semilla de la paz", y al respecto añadió: "Nos sentimos responsables, como hombres de fe, en proponer estos valores que están comprometidos y comprometen la dignidad de la persona humana. Es un servicio que hacemos a todos, por eso estamos los credos unidos en una fe monoteísta trabajando en esta senda de la paz”.
Por su parte, el rabino Skorka expresó: “La idea es conformar un encuentro con conspicuos representantes de la Argentina y del exterior que puedan darnos un mensaje profundo sobre temas que nos afectan directamente, como por ejemplo, la esclavitud en el siglo XXI y qué es lo que ocurre con el factor religioso, donde lamentablemente se lo distorsiona matando en nombre de Dios. Todo esto sobre la base del diálogo, una materia tan pendiente en nuestro medio y a nivel universal”.+
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