Mons. Canecín animó a los egresados a “edificar sobre roca”
La celebración tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora del Rosario y estuvo acompañada por las autoridades del colegio, encabezadas por el rector Gustavo Micelli y el secretario académico, profesor Nicolás Perrota.
En su homilía, el obispo destacó la importancia de haber cerrado el ciclo secundario con la misa, que es "la cumbre a la cual traemos toda la vida y es la fuente de la cual todo brota”.
”Queridos jóvenes que egresan este año: la misa es para ustedes un punto de llegada de todo el proceso formativo, todos estos seis años recorridos trajeron a ustedes hoy a la misa” aseguró.
“Hoy comienza una nueva etapa en sus vidas, algo distinto y diferente” que “no será más bella ni menos, porque cada etapa tiene su belleza, cada etapa formativa de la vida tiene la grandeza y su hermosura” resaltó el obispo.
Por otra parte, destacó el acompañamiento de la familia en los acontecimientos significativos, porque “lo que es plenamente humano no hay que perderlo, la capacidad de alegrarse con los miembros de una familia”.
Reflexionando sobre el salmo 30: “Prueben y vean qué bueno es el Señor”, el prelado dijo a los jóvenes egresados que “es una hermosa invitación, hagan la prueba y véanlo; se nos invita a hacer la experiencia que es más que conocer conceptualmente: supone el conocimiento, pero la experiencia va mas allá, marca el corazón y la vida, deja una huella que no se borra”.
Luego hizo referencia a la expresión del profeta Isaías y animó a “confiar en el Señor para siempre porque el Señor es una roca eterna”. También destacó “la promesa de Jesús cuando dijo a Pedro que la fuerza del mal nunca prevalecerá contra la Iglesia”, y recordó que “la Iglesia está edificada en la roca y en la fe de Pedro”.
En ese sentido, reconoció que “tiene muchas circunstancias y problemas, a veces parece que naufraga, a veces parece que el agua entra y quiere hundir la barca de Pedro, pero no se hunde porque está edificada sobre la roca”.
A los jóvenes egresados, monseñor Canecín aconsejó: “Ustedes se van abriendo a la vida y en este mundo que les propone tantas ofertas y propuestas, sepan discernir en qué y en quién van a poner la confianza”.
“Tengan en cuenta lo que dice el Evangelio: 'El que escucha mis palabras y las pone en práctica es como aquel que edifica sobre roca', vienen las tormentas, los problemas, que son parte de la vida y de la condición humana, los conflictos y las crisis, que son parte de la vida, también la enfermedad es parte de la vida. No son una desgracia, sino parte de la condición humana”.
“Estos textos tienen una luz muy grande”, dijo el obispo en referencia a la Palabra, y reiteró la recomendación a los egresados: “Hay que hacer la prueba, vean qué bueno es edificar sobre roca”.
“La cultura que hoy nosotros vivimos, es una cultura de lo efímero”, porque es “pan para hoy y hambre para dentro de un ratito”. “Todo pasa, vean el vértigo de las noticias, hay muchas ofertas consumistas donde pareciera que nada está llamado a permanecer”, advirtió. Ante esto, recordó las palabras de San Pablo: “El que cree en la Palabra y en el Señor nunca quedará confundido”.
“La vida es hermosa y bella, ustedes tienen que construir con lo que sus familias y sus educadores aportaron en sus vidas, lo que aportó la sociedad y la Iglesia. Por eso, tienen que saber discernir bien”, entonces “pensemos, sobre quién estoy edificando mi vida y cuáles son los criterios” concluyó.+
Publicar un comentario