Mons. Olivera: “En Adviento, detengamos la prisa, demos gracias”
“El tiempo de Adviento, el tiempo de la espera, tiene momentos especiales para meditar, asimilar, rumiar y que quede grado en nuestro corazón. Por una parte, porque nos preparamos para celebrar el cumpleaños del Dios con nosotros, nos convoca para ser conscientes de la encarnación del Verbo”, subrayó.
El prelado animó a colocar el pesebre en las casas y las unidades de las fuerzas armadas y de seguridad, al señalar que estas representaciones “evocan ese acontecimiento y preparan para recordar agradecido lo que fue la Encarnación”.
“Deberíamos decir con mucha fuerza, como señalaban los primeros cristianos, Maranatha ‘ven Señor Jesús’. El Adviento nos prepara para esta segunda venida gloriosa, nos prepara para recordar el acontecimiento de la Encarnación y preparar el corazón para que el Pesebre, sea nuestra propia vida y corazón que, en nosotros, tenga sí un lugar el Señor”, sostuvo.
“No estemos distraídos, no estemos apurados, al ver nuestra realidad, todo esto nos cae en un poco difícil, terminando el año, entonces, en este tiempo, frenemos, detengamos esa prisa, demos gracias por este acontecimiento, pero avivando ese deseo de la segunda venida de este Señor que vendrá con gloria”, añadió.
Monseñor Olivera afirmó que el Adviento “prepara, agudiza, para descubrir en la mirada a los más pobres, el más necesitado, el hermano. Pero no solo el pobre material, también debemos prestar atención a los que están careciendo de justicia, de libertad, de acompañamiento, de posibilidades, de tantos bienes que no son solo los bienes materiales, por ello, debemos descubrir al Dios que se hace Carne”.
“Solo en este tiempo del Adviento, bien vivido, podemos prepararnos para vivir una santa Navidad, una Navidad cristiana. Debemos fundar los cimientos que nos permitan celebrar la fiesta de la Navidad, para ello, tienen fundamental importancia cada uno de estos domingos que nos van preparando, que nos sostienen en esta vida y en esta peregrinación de la fe”, expresó.
“La clave es un Dios que nos ama, un Dios que está cerca, un Dios que está entre nosotros. Feliz tiempo de Adviento, fecundo tiempo de Adviento. Quiera Dios que podamos vivir de verdad una nueva Navidad en nuestra vida”, concluyó.
Informes: www.obispadocastrenseargentina.org.+
Publicar un comentario