La diócesis de Mar del Plata recordó al cardenal Pironio




Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA): Una gran cantidad de fieles se acercó el jueves 5 de febrero a la catedral de los Santos Pedro y Cecilia para participar de la misa en memoria del siervo de Dios Eduardo Pironio, segundo obispo de esta diócesis y, posteriormente, cardenal de la Iglesia. El obispo diocesano, monseñor Antonio Marino, destacó el legado espiritual del purpurado y pidió rezar por las vocaciones.

Una gran cantidad de fieles se acercó el jueves 5 de febrero a la catedral de los Santos Pedro y Cecilia para participar de la misa en memoria del siervo de Dios Eduardo Pironio, segundo obispo de esta diócesis y, posteriormente, cardenal de la Iglesia.

El obispo diocesano, monseñor Antonio Marino, presidió la Eucaristía. Concelebraron con él unos 23 sacerdotes, acompañados de varios diáconos permanentes, seminaristas, novicios y religiosos. Durante la celebración recibió el ministerio del lectorado el seminarista Gonzalo Garzón.


Monseñor Marino, en su homilía, invitó a los presentes a agradecer a Dios por el don y el testimonio de vida que monseñor Pironio dejó en la diócesis. Aseguró que “resulta imposible olvidar su figura, su ejemplo y la luz de sus escritos”.


El obispo afirmó que Pironio era un hombre con un “vivo sentido de realismo espiritual”, consciente del llamado de todos a la santidad, pero atento a las limitaciones de hombres y mujeres.


Monseñor Marino recordó que Pironio solía decir que la Iglesia “se realiza en una diócesis con tal obispo y tales sacerdotes”, y allí deben descubrir a Cristo y entregarse a Cristo, sintiéndose alegres de realizar ese misterio de la Iglesia en ese momento.


Según relató, Pironio sostenía que el llamado a la santidad debía mover a experimentar cada día el llamado a un cambio, a una generosidad más profunda en la vocación. “Esta vocación a la santidad supondrá que todos los días tendremos que lavarnos la cara. Todos los días tenemos también necesidad de purificación, de limpiarnos”, dijo, parafraseando uno de sus escritos.


“Este hombre, tan sereno y amable, nunca supo de arreglos con el espíritu del mundo, ni ante él se avergonzó del Evangelio”, aseguró monseñor Marino.


Luego, refiriéndose al seminarista Gustavo Garzón, que recibió el ministerio del lectorado, monseñor Marino pidió rezar para que no falten sacerdotes en la diócesis, suplicando a Dios que envíe más vocaciones.+



Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Diocesis de Celaya

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets