“Estas dos consignas mueven la educación católica, es lo más importante para dar”, sostuvo durante su homilía antes cientos de alumnos, docentes y directivos de las comunidades educativas.
“Por eso, propongo a los docentes y directivos que no se olviden de recordar en su disciplina, en su ciencia, que tenemos un Dios que es Padre y que nos ama, y que tenemos que respetar a todos los hombres y a todas las mujeres, porque el mismo Jesús puso en verdad esta cosa”, subrayó, y completó: “No podemos amar a Dios, que no vemos; si no amamos, en concreto, con palabras y con gestos, a quienes tenemos a nuestro lado y vive, respira y tiene ideales como nosotros”.
El purpurado porteño recordó que “uno de los motivos de la enseñanza en la Iglesia es presentar a Jesús en todo el proceso educativo. Es lo más importante que tenemos para decir”.
“Por su puesto, que todas las ciencias, todas las disciplinas, todas las técnicas que podemos dar para adelantar la vida de los jóvenes, en su cultura, crecimiento intelectual, ese es también el esfuerzo de la Iglesia. Pero por sobre todas las cosas tenemos que iluminar, proponer, decirles que hay un Padre Dios, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo que nos ama”, enfatizó.
“Si después de todo un proceso educativo, nuestros niños y jóvenes se llevan esta máxima en su vida, enseñanza que dura la vida entera, entonces podemos decir que la educación católica tiene su sentido”, aseguró.
Al referirse a la segunda consigna, la de amar a los hermanos, el cardenal Poli insistió en afirmar que junto a la primera deben “iluminar el corazón de los niños y jóvenes”.
“Es lo que más nos cuesta. A veces nuestra religión solo dirigida al Padre: mi fe en Dios, mi Dios. Pero es un Dios exigente que ha estampado su imagen y semejanza en el otro, en la otra. Y es lo que más nos cuesta reconocer”, reconoció.
“El semejante es aquel que tiene vida y tenemos que respetarla en todas sus facetas. Es también el que tiene y debe de tener las mismas oportunidades que uno; es aquel que piensa distinto, es aquel que ha tomado opciones de no creer. Todo hombre es mi hermano, decía San Pablo IV, no sólo los cristianos”, puntualizó.
La Misa por la Educación es una iniciativa de la Vicaría de Educación del arzobispado de Buenos Aires, organismo que el hoy papa Francisco creó en su primer día como arzobispo de Buenos Aires en 1998.+
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