La Plata (Buenos Aires) (AICA): En su habitual columna televisiva en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, por América TV, el arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, ponderó el llamado misional del papa Francisco y lo refirió a la realidad eclesial de la arquidiócesis platense. Confesó que le “resulta emocionante advertir cómo a veces lo hace con expresiones tan típicamente argentinas”, y puso como ejemplo “decir que la Iglesia tiene que salir de las sacristías o, como le dijo a los jóvenes, que tienen que hacer lío, es decir hacer presente a Cristo en toda circunstancia y no tener miedo de dar ese testimonio”.
Confesó que le “resulta emocionante advertir cómo a veces lo hace con expresiones tan típicamente argentinas”, y puso como ejemplo “decir que la Iglesia tiene que salir de las sacristías o, como le dijo a los jóvenes, que tienen que hacer lío, es decir hacer presente a Cristo en toda circunstancia y no tener miedo de dar ese testimonio”.
Señaló que “se trata de algo fundamental: lo que el Papa está diciendo es que la Iglesia tiene que estar presente allí donde se registran las grandes necesidades del hombre y la mujer de hoy. Especialmente en aquellos sitios donde la necesidad religiosa se hace sentir más fuertemente”.
El prelado platense explicó que para él, como Pastor, “la llamada papal es un estímulo extraordinario a lo que venimos haciendo en la arquidiócesis de La Plata, y dijo que le llama la atención ver “cómo va creciendo la población, especialmente en las zonas periféricas, y por eso estamos tratando de erigir parroquias, de abrir capillas en los barrios”.
“Esos centros -aclaró- deben ser centros integrales de evangelización y de misión. No basta solo la catequesis, el culto, la asistencia; tampoco el roperito de Cáritas o el paquetito de comida, hace falta interesarse por el bien integral de tantísima gente, por supuesto desde la perspectiva evangélica y tratando de llevarlos a Cristo, de hacerles descubrir a Dios”.
Manifestó que observa en los barrios de la arquidiócesis platense, la necesidad de ayudar a tantas mamás a que puedan alimentar, nutrir bien a sus hijos y es éste, muchas veces, un problema de educación. También los problemas de los jóvenes, de los adolescentes que no tienen ni saben dónde ir, ofrecerles ámbitos de inserción y tantas cosas más. ¡Colegios incluso! Estamos abriendo jardines de infantes en sitios donde la matrícula no da abasto en las escuelas estatales, que luego se ampliarán al nivel primario”.
“Se trata, entonces, de una presencia activa de la Iglesia allí donde hace falta estar, para presentar integralmente el mensaje de Cristo”, afirmó y mencionó lo que se está haciendo en algunas áreas de la sociedad.
“Pienso -dijo- en la Pastoral de la Cultura, en la Pastoral Social, en la vinculación con organizaciones de la sociedad. En muchas ciudades y barrios, existen organizaciones locales que trabajan seriamente por los demás y que tienen una gran apertura a lo religioso. En La Plata, por ejemplo, Pastoral Social está haciendo una obra admirable, desde hace años, de presencia en estos ámbitos, incluso mediante ciclos de cine o de encuentros periódicos con distintas ONG, y transmitiendo la Doctrina Social de la Iglesia”.
“Entonces, vuelvo a la figura del papa Francisco, que nos es tan entrañable: nos está estimulando para que multipliquemos nuestros esfuerzos. Yo veo cómo nuestras comunidades responden y cómo tantos laicos generosamente se ofrecen a estos variados servicios eclesiales”.
“Tenemos que acompañar todo esto -concluyó- con nuestro interés y con nuestra oración. Se los comento para que ustedes nos acompañen con su afecto y con sus oraciones”.+
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