Durante la jornada, se abordaron temas relacionados a las áreas de familia, misión, vida y pastoral social, catequesis y educación, juventud y vocación, liturgia, y movimientos e instituciones.
En cuanto al área familia, se propusieron actitudes como servicio, apertura, salida al encuentro, predisposición, contención, misión permanente. En ese sentido, se expusieron algunas acciones concretas a tener en cuenta: mayor comunicación entre las parroquias, formar una pastoral familiar e integrar a otras pastorales.
Respecto al área misión, las actitudes que destacaron son la alegría, la disposición a la escucha, perseverancia y continuidad en el seguimiento de las familias misionadas, salir de las comodidades, miradas compartidas hacia los necesitados (especialmente a los más pobres). Se proponen ser una Iglesia de puertas abiertas que acoge y acompaña, salir al encuentro de las personas con la Biblia, la Virgen, agua bendita; visitar a las familias llevando un mensaje. Además se impulsa un mayor protagonismo de los laicos, con el compromiso de los sacerdotes para el acompañamiento de la Iglesia en salida.
Por otra parte, se promueve una mayor formación de los laicos, un “dejar hacer” dentro del estilo sinodal; adaptar las estructuras (días, horarios) a la realidad de los barrios o pueblos; generar espacios de encuentro (lectura de la Palabra, mateadas, gestos solidarios).
En el área “Vida y Pastoral Social”, destacaron las actitudes de la escucha, acompañamiento, salida al encuentro, perseverancia. En lo concreto, se propone salir al encuentro del hermano con presencia cercana, mirada compasiva y misericordiosa; generar espacios de encuentro; dar respuestas.
A los miembros del área “Catequesis y educación” se les pide disponibilidad para salir de la comodidad y ser creativos, escuchar más que oír; formación en el uso de la tecnología; construir puentes hacia el prójimo haciendo comunidad en la diversidad (ver, oír, orar, actuar); oración y misión; no cansarse de invitar y de sembrar.
Las propuestas concretas son: Salir a buscar e invitar al que no viene, misionar desde el lugar donde trabajamos en la comunidad cristiana, romper con la estructura del “Dios castigador” para reencontrarnos con el “Dios misericordioso”.
En el área juventud y vocación, destacaron las actitudes de animarse a salir, “despertarse”; incluirse; dar testimonio, darse a conocer a otros jóvenes; perseverar; ser inclusivos con otros jóvenes; confiar en el don como agentes pastorales; escuchar. En lo concreto, se busca hacer propuestas vitales a los jóvenes, crear y recrear espacios de espiritualidad juvenil, incorporar la música en las distintas propuestas juveniles, crear lazos entre grupos, movimientos, misioneros, con propuestas e intercambio de materiales y formación; ser misioneros digitales, salir y misionar.
Además, se sugiere ser parte de los encuentros no sólo en el servicio; crear una página juvenil oficial; hacer encuentros vocacionales de las distintas opciones de vida.
En el área de Liturgia, se identificaron como actitudes necesarias: la creatividad, salir al encuentro, aceptar al hermano sin condiciones, disponibilidad a la escucha y la comunicación, no sentirse imprescindibles.
En ese sentido, se propone una “Iglesia de puertas sin llave”, acoger al hermano con cariño, que el sacerdote salude a la salida del templo, celebraciones con cantos más animados que ayuden a vivirla, potenciar los gestos en las celebraciones. Por otra parte, se aconseja pronunciar homilías breves, llevando la Palabra a la vida; integrar la tecnología a la liturgia para facilitar la participación.
En el área de Movimientos e Instituciones, las actitudes esperadas son: compartir las realidades y vivencias de las distintas comunidades; mayor comunicación; uso de las redes sociales; apertura a las necesidades de la comunidad.
Las propuestas concretas para esta área son: incentivar la oración comunitaria; apoyo mutuo entre jóvenes y adultos; invitar a las familias a participar de actividades recreativas, mayor formación de los laicos; salir al encuentro de la gente del barrio; llevar la Virgen a las casas con perseverancia y apertura a todos.
En cuanto a lo realizado hasta ahora, se logró que en todas las parroquias haya catequesis, Cáritas, y en algunas proyectos misioneros. Sin embargo, se advierte que la gente está más indiferente.
Se propone formar a la comunidad en la sinodalidad; fomentar la pertenencia a una comunidad hacia una Iglesia Viva; conocer la realidad de la diócesis: meterse, ir hacia todos. Contagiar a otros (en radios, en grupos bíblicos).
Por otra parte, se incentiva la catequesis de adultos, la promoción de Radio María, y formar Grupos de Jesús como modo de catequesis de adultos.
Informes: www.diocesisdesantarosa.org y en Facebook.+
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