El texto –que puede leerse completo en el sitio web de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU)– es pródigo en elogios a la vida republicana del país. “Una de las 20 democracias plenas del mundo, amiga del diálogo y los consensos y dueña de un territorio sin sustos de volcanes o de terremotos”, afirman los prelados y destacan que el Estado “ha ido madurando hacia una laicidad positiva”. En ese sentido, alentó “el compromiso político de los laicos católicos” y también “a quienes actúan en la política partidaria a conocer a fondo la rica doctrina social de la Iglesia”.
Por otra parte, como “síntomas alarmantes de enfermedades a las que hay que buscarles remedio”, los obispos mencionaron el índice de suicidios, especialmente de jóvenes, que coloca al Uruguay en el primer lugar de América Latina.
Además, advirtieron que “formamos el país más envejecido del continente: tenemos un estancamiento crónico de la población, somos los tres millones de siempre. ¿Cuál es el motivo? ¿Será que tenemos poco amor a la vida?”.
El valor de la vida humana
Bajo este escenario, la CEU mencionó algunos elementos claves que los católicos deberían tomar en cuenta en las próximas elecciones, entre los cuales subrayó en primer lugar “la valoración de la vida desde su concepción hasta la muerte natural”.
Explicó que “por la ciencia tenemos la evidencia de este comienzo y creemos que toda vida humana tiene un carácter sagrado. Protegerla, cuidarla, defenderla, es un deber esencial”.
“Este criterio no es compatible con los abortos que se realizan. No nos resulta para nada ajeno el sufrimiento de una mujer que espera un hijo no deseado; creemos que el camino a recorrer, como sociedad, es poner los mejores esfuerzos para que ninguna mujer se vea enfrentada al drama del aborto, que es la peor de las soluciones”, afirmaron.
Otro aspecto a considerar es “la nueva condición de la mujer en el mundo de hoy. Su protagonismo en los más diversos ámbitos de la sociedad enriquece a todos con la peculiaridad de su aporte. Esto lo vemos hoy también felizmente plasmado en el ámbito político”.
Colonización ideológica que destruye la familia
Por otra parte, es importante la visión de la familia como “base de nuestra sociedad” y por lo tanto el Estado debe velar por su “estabilidad moral y material para la mejor formación de los hijos dentro de la sociedad”.
En ese sentido, “no podemos pasar por alto que, desde algunos ámbitos del Estado, se difunde una visión de la persona y su sexualidad encaminada a la ‘deconstrucción’ de la familia, que equivale a su destrucción”.
Además, “vemos con honda preocupación que forma parte del proceso de ‘deconstrucción’, que el Estado se apropie del derecho y el deber primario de los padres de educar a sus hijos según su propia escala de valores, para darles desde la infancia una visión deformada de la sexualidad, del matrimonio y de la familia”.
Para los obispos, “estamos sufriendo en Uruguay una auténtica ‘colonización ideológica’, denunciada en más de una ocasión por el papa Francisco y por nosotros mismos”.
Otros puntos que llamaron a tomar en cuenta son “la libertad de educación”, velar por “fuentes de trabajo”, el “cuidado del medio ambiente” y exigir dirigentes políticos que “actúen con transparencia”.
Al concluir su mensaje, los obispos de Uruguay aclararon que “nuestra palabra brota del amor a nuestra tierra y a su gente”.
“Alentamos a todos los hermanos en la fe y a los que, sin compartirla, escuchan nuestra voz, a comprometernos como ciudadanos para construir un Uruguay que siempre queremos más justo y más libre”, concluye el comunicado de la CEU.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias del Uruguay tendrán lugar el próximo domingo 27 de octubre.+
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