“Serán estas dos semanas una preciosa oportunidad para permanecer en casa, en familia, y recuperar el diálogo, la lectura, la oración, la meditación de la Palabra de Dios, el arreglo del hogar y el descanso. Algo muy propio de estos días de Cuaresma y que, constreñidos por la pandemia, nos viene muy bien para prepararnos a celebrar la Pascua, fiesta del triunfo de la vida, el amor, la unidad, la alegría y la paz”, expresó el prelado.
En consecuencia, pidió a los sacerdotes del clero catamarqueño que “coloquen un cartel bien visible en los accesos para información de los fieles”, y que “celebren cada día la misa en privado por las intenciones que los fieles ya consignaron o que quieran pedir, poniendo como intención prioritaria que cuanto antes termine este flagelo”.
Asimismo, dispuso reprogramar bautismos, bodas, procesiones y misas de exequias, y animó a la comunidad diocesana a poner en práctica “las consignas que se nos van dando, ya que es una enseñanza que debemos aprender para una mejor convivencia social y el cuidado de los unos por los otros”.
“Invocando la protección de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, de los gloriosos apóstoles Pedro y Pablo, el valeroso Juan Bautista, del justo José, de la bienaventurada siempre Virgen María y del santo cura Brochero, en su día, los bendigo y confío a la protección de nuestro buen Padre celestial, dador de todo bien”, concluyó. +
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