Mons. Han Lim Moon: Las dos direcciones de Jesús para obrar en la Pascua
Monseñor Moon definió el obrar de Jesús en Semana Santa en dos direcciones: “Su amor hacia su Padre y su amor hacia los hombres”. Para comprender su amor al Padre, la clave es “la obediencia a la voluntad del Padre que quiere salvar a todos los hombres. Jesús escuchó al Padre y le obedeció hasta la muerte y muerte de cruz”, explicó.
Y aunque Jesús “pide al Padre evitar el sufrimiento”, enseguida le dice: “Que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Por eso la obediencia, que a Jesús le costó “súplicas, fuertes clamores, lágrimas y, finalmente, su vida”.
Por otro lado, está el amor a los hombres, donde la clave es “la solidaridad”: “Él asumió y abrazó toda la condición humana: lo bueno para llevarlo a su plenitud y la miseria para rescatarla. ¿Y cómo asumió la miseria? Abrazando con amor en su persona todos los sufrimientos del hombre: incomprensión, abandono, humillación, tortura, injusta condena a muerte, despojo total y, finalmente, la muerte”, mencionó monseñor Ham Lim Moon
“Este abrazo doloroso y amoroso de Jesús a todos los hombres, con el que asume la voluntad del Padre, es el camino de la Pascua, que quiere decir ‘paso’ a la libertad y a la vida”, agregó luego. En efecto, “al llegar al Padre, Jesús nos presenta purificados, reconciliados y justificados porque Él ya pagó con su vida todas nuestras ofensas. Y así, participaremos en la vida de la resurrección”.
Al concluir, el obispo se preguntó: “¿Dónde encontramos a Jesús en esta Semana Santa para que nos abrace?”, y la respuesta fue: “En todos los que están sufriendo como Él y también en quienes los socorren con amor auténtico y en Jesús Eucaristía, que es Él humilde y sencillo amando al Padre y a todos los hombres”.+
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