Lahore (Pakistán) (AICA): La agencia misionera Fides informó que el 27 de marzo un tribunal de primera instancia en Lahore, Pakistán, condenó a muerte a Sawan Masih, un cristiano acusado de blasfemia, por los presuntos insultos al profeta Mahoma durante una conversación con un amigo musulmán, hace un año, en marzo de 2013. El episodio provocó una violenta reacción masiva: 3.000 musulmanes, para castigar a Sawan Masih y a todos los cristianos, atacaron y arrasaron la “Joseph Colony”, barrio cristiano de Lahore, el 9 de marzo del año pasado. El trágico resultado de ese ataque –que quedó impune– fue de 2 iglesias y más de 100 hogares cristianos quemados, mientras que la población huyó aterrorizada.
El episodio provocó una violenta reacción masiva: 3.000 musulmanes, para castigar a Sawan Masih y a todos los cristianos, atacaron y arrasaron la “Joseph Colony”, barrio cristiano de Lahore, el 9 de marzo del año pasado. El trágico resultado de ese ataque –que quedó impune– fue de 2 iglesias y más de 100 hogares cristianos quemados, mientras que la población huyó aterrorizada.
La multitud se calmó sólo después de que Sawan Masih fue arrestado por la policía. Según lo informado por Fides, el proceso se llevó a cabo con el hombre en la cárcel por cuestiones de seguridad. Los abogados se habían mostrado optimistas sobre la posible absolución de las acusaciones, “manifiestamente infundadas” y anunciaron una apelación inmediata ante el Tribunal superior.
Según la acusación, el hombre dijo: “Jesús es el único Dios verdadero, Él vendrá a salvarme mientras que el Profeta de los musulmanes es un dios falso”.
Masih negó las acusaciones, diciendo que no había dicho nada sobre Mahoma, y que las acusaciones, claramente inventadas, eran resultado de la controversia relativa a una propiedad.
La defensa de Masih dijo que en la denuncia presentada ante la policía, “hay dos versiones paralelas: los testigos citados en la primera versión son diferentes de los registrados en la 'declaración suplementaria', presentada ocho días después de los hechos. En ésta se introdujeron, de manera deshonesta, observaciones sobre las presuntas frases de naturaleza blasfema”.
Se recuerda que la misma dinámica (acusaciones de blasfemia y testimonios presentados una semana después de los supuestos hechos) se utilizó en el primer juicio a Asia Bibi, la mujer cristiana condenada a muerte por blasfemia hace 4 años.
Sawan, convencido de no haber hecho nada malo, vive este período de prueba permaneciendo firme en la fe y confiando en el proceso de apelación.
Nasir Saeed, director de la ONG Claas (“Center for Legal Aid Assistence and Settlement”), que está siguiendo de cerca el caso, declaró: “Es otro caso más de acusaciones falsas. Por desgracia, la ley sobre la blasfemia se ha convertido en una poderosa herramienta en manos de los extremistas, constantemente utilizada para atacar a las iglesias, quemar pueblos y aldeas cristianas y también matar a gente inocente. Esta ley es incompatible con los derechos humanos y debe ser cambiada”.+
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