Panamá (AICA): Bajo el lema “¡Camina con tu familia por Panamá!” el presidente de la Conferencia episcopal panameña y arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta anunció, en rueda de prensa, la realización, el próximo 28 de diciembre, de una caminata a favor de la vida y de la familia. El acontecimiento, que ya se celebró el año pasado, tiene lugar en el marco de la solemnidad de la Sagrada Familia, con el propósito de expresar públicamente el compromiso ante la defensa de la vida, la familia y el matrimonio.
El prelado destacó que la jornada, a la cual todos están invitados, será un día festivo para vivir en familia, ya que se busca reafirmar, de manera alegre, que la familia está conformada por hombre y mujer, según el plan de Dios.
Durante la conferencia de prensa también estuvieron presentes los esposos Leyda y Enrique Morales, representantes del Movimiento Familiar Cristiano, promotores de la caminata. Ellos destacaron que la iniciativa es una ocasión propicia para valorizar a la familia, sobre todo en un día tan especial como lo es el de la Solemnidad de la Sagrada Familia de Nazaret, que es modelo para la familia cristiana.
La caminata iniciará a las 8 con una celebración eucarística en el templo de María Auxiliadora del Instituto Técnico Don Bosco. Tras la Misa comenzará el recorrido hasta el Parque Omar. Está previsto que el arzobispo de Panamá dirija para la ocasión una mensaje a las familias.
Otras diócesis del país anunciaron que se sumarán a la caminata con actividades paralelas.
Los cinco principios
La marcha de este año servirá para reafirmar el manifiesto público dando a conocer con ocasión de la realización de la primera gran marcha en 2013 y que señalaban cinco principios no negociables para la protección y el bienestar de la familia:
“la vida humana es sagrada e inviolable desde su concepción hasta su muerte natural; la familia se funda sobre el compromiso entre el hombre y la mujer, en el que ambos hacen donación de sí mismo, comprometidos a la procreación y cuidado de los hijos; la libertad de los padres de educar a sus hijos en sus valores; el derecho a la libertad de religión, no solo al culto, sino a la libre expresión de las convicciones religiosas en la vida pública, y la promoción del bien común en todas sus formas”.+
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