Mons. Martínez y las fortalezas y problemáticas de las familias diocesanas
Posadas (Misiones) (AICA): El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, advirtió que “en relación con las fortalezas podemos decir que en nuestra diócesis encontramos muchas familias que son casa y escuela de valores, que existen grupos pastorales preocupados y ocupados por acompañar a las familias, y que existen medios de comunicación y otros disponibles que son colaboradores” y en cuanto a las problemáticas citó “el progresivo aumento de parejas en situación irregular, la pérdida de valores en el seno familiar, y la falta de una pastoral orgánica que acompañe a la familia en sus diferentes etapas”. Alentó en este sentido a aplicar las propuestas pastorales del sínodo diocesano a fin de “disminuir las problemáticas y potenciar las fortalezas, permitiendo que las familias de nuestra diócesis, día a día puedan ser testimonio de comunión”.
“Por la importancia del tema de la familia el Papa ha planteado que desde la oración y la reflexión nos involucremos en un tiempo sinodal participando desde nuestras diócesis, y que sobre todo nos dispongamos a pensar caminos de evangelización que introduzcan los vínculos de las familias, y que abracemos a tantos que necesitan experimentar el abrazo misericordioso de Dios”, subrayó en su reflexión semanal
Sobre la base de las Orientaciones Pastorales diocesanas, el prelado advirtió que “una parte importante de la población está afectada por difíciles condiciones de vida que amenazan directamente la institución familiar”, por lo que consideró que “en nuestra condición de discípulos y misioneros de Jesucristo, estamos llamados a trabajar para que esta situación sea transformada, y la familia asuma su ser y su misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia”.
Tras recordar que “los desafíos pastorales para esta temática fueron definidos a partir de algunas fortalezas y problemáticas visualizadas en nuestra diócesis”, sostuvo que “en relación con las fortalezas podemos decir que en nuestra diócesis encontramos muchas familias que son casa y escuela de valores, que existen grupos pastorales preocupados y ocupados por acompañar a las familias, y que existen medios de comunicación y otros disponibles que son colaboradores”.
“Como problemáticas de nuestras familias podemos citar el progresivo aumento de parejas en situación irregular, la pérdida de valores en el seno familiar, y la falta de una pastoral orgánica que acompañe a la familia en sus diferentes etapas. La aplicación de las propuestas pastorales enunciadas por los sinodales permitirá disminuir las problemáticas y potenciar las fortalezas, permitiendo que las familias de nuestra diócesis, día a día puedan ser testimonio de comunión”, detalló.
Finalmente, monseñor Martínez invitó a pedirle a Dios “por este año que vamos a iniciar. Seguro que en nuestro corazón tenemos dolores y alegrías, cosas que queremos pedir y también agradecer a Dios. Como obispo y pastor quiero pedir a Dios por todos nosotros, para que empecemos un año donde podamos crecer en justicia, en solidaridad y paz”.+
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