San Isidro (Buenos Aires) (AICA): En vísperas del Sínodo de la Familia, el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, explicó que “nosotros vamos a pensar como Iglesia cómo vamos a atender y acompañar estas realidades con las que nos encontramos en nuestras familias. El papa Francisco dice que la Iglesia es como un hospital de campaña donde hay heridos, y los heridos hay que atenderlos”. “Nuestras familias también son como hospitales de campaña donde hay necesidades insatisfechas. Todo esto nosotros tendremos que ir trabajándolo y respondiendo según nuestras responsabilidad como Iglesia. Para que pueda nacer en la Iglesia una verdadera pastoral familiar, que pueda acompañar a todas las familias sin ninguna exclusión”, subrayó.
En el marco del próximo Sínodo de las Familias, el prelado consideró necesario ir preparándose para “poder pensar nuestras familias. La belleza de ellas, las heridas de nuestras familias y las soledades también. Hay que reflexionar cómo acompañar a las familias en su realidad concreta. Pensar el equilibrio de los afectos, en muchos casos la falta de los afectos” y estimó que uno de los objetivos es “cómo atender en nuestras familias los problemas enormes de unidad, de concordia y de paz. Las peleas, las luchas, las dificultades y las divisiones”.
“Hay muchas cosas que generan también dolor”, reconoció y sostuvo: “Toda separación es mucho dolor. Si tuviéramos que ‘medir el dolor del mundo’, una parte importante la llevarían las separaciones de los afectos y las rupturas. Son situaciones que empiezan para toda la vida pero que se quiebran en un momento de la historia”.
El obispo sanisidrense explicó que “nosotros vamos a pensar como Iglesia cómo vamos a atender y acompañar estas realidades con las que nos encontramos en nuestras familias. El papa Francisco dice que la Iglesia es como un hospital de campaña donde hay heridos, y los heridos hay que atenderlos”.
“Nuestras familias también son como hospitales de campaña donde hay necesidades insatisfechas. Todo esto nosotros tendremos que ir trabajándolo y respondiendo según nuestras responsabilidad como Iglesia. Para que pueda nacer en la Iglesia una verdadera pastoral familiar, que pueda acompañar a todas las familias sin ninguna exclusión. Que todas las familias sientan la cercanía de Jesús sea cual fuera la situación en que se encuentren. Le pedimos a la Sagrada Familia que nos ayude a recorrer todo este camino. A pensar desde el Evangelio como debe ser la familia y a pensar en nuestra realidad pastoral concreta”, concluyó.+
Texto completo
Publicar un comentario