El cardenal Poli presidirá una misa en memoria del poeta José María Castiñeira de Dios
“Quienes integramos la Pastoral Social de la arquidiócesis de Buenos Aires, con motivo del primer mes de la partida a la casa del Padre del querido Castiñeira de Dios elevaremos nuestras oraciones en la misa presidida por el cardenal Poli”, dice una invitación enviada por el presbítero Carlos Accaputo.
Y agrega: “Pedimos a Dios Padre por José María, poeta brillante … y ferviente católico; siempre consecuente con sus ideas, permanecerá en el recuerdo de todos aquellos que lo conocimos”.
El Club Gente de Prensa adhirió al recuerdo e invitó a asistir a la misa de quien formaba parte la entidad.
Trayectoria
José María Castiñeira de Dios falleció el 2 de mayo último en Buenos Aires. Había cumplido 95 años.
Nació en Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, el 30 de marzo de 1920. En diciembre último, AICA publicó una nota en la que se daba cuenta de un homenaje que recibió en el Congreso Nacional, promovido por legisladores fueguinos.
Casado en 1946 con Elena González Corbacho, formó un matrimonio unido por un profundo cariño durante 68 años, hasta el fallecimiento de su esposa el 21 de junio de 2013. Tuvieron dos hijos: José Luis y Elena, y varios nietos y bisnietos. Una costumbre navideña de décadas fue armar en su casa, en familia, un pesebre con múltiples imágenes reunidas de distintas procedencias y viajes a lo largo de los años.
Su fecunda labor literaria fue reconocida y premiada en diversas ocasiones. En 1938 recibió el Primer Premio de poesía en los Juegos Florales Nacionales de Bahía Blanca; en 1942/43, el Primer Premio de Literatura de la Municipalidad de Buenos Aires por su primer libro de poesía “Del Ímpetu Dichoso”, al tiempo que también eran premiados Manuel Mujica Láinez y Silvina Bullrich.
Poeta y literato de testimonio cristiano
En 1980 fue acreedor del premio del concurso nacional del diario Clarín “Los poetas cantan a sus patrias chicas”, con motivo del sesquicentenario, con su “Oda Filial a Tierra del Fuego”; en 1984 Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores; en 1993 recibió los premios “José Manuel Estrada”, del Arzobispado de Buenos Aires, y “Leonardo Castellani” de la “Exposición del Libro Católico”; en 2003, el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores y en 2004, el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía.
Entre 1952 y 2014 publicó 25 libros, entre ellos nueve de temas religiosos: “El santito Ceferino Namuncurá”, “Testimonio Cristiano”, “De las cosas que pasaron cuando nació Nuestro Señor Jesucristo”, “Celebración del Santísimo Sacramento del Matrimonio y Cantos de Amor a Elena”, “De los tiempos del Eclesiastés”, “Poesía Religiosa”, “Cántico del Gran Jubileo”, “Poesías Navideñas”, y “Don Orione en la conciencia social de los argentinos. Un hombre del pueblo para el pueblo”. Este último fue presentado en la Exposición del Libro Católico en 2014. Castiñeira de Dios fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
Labor periodística
En el campo periodístico Castiñeira de Dios fue, de 1943 a 1955, director literario y artístico de la revista trimestral de arte LYRA; de 1942 a 1944, editor y director de la revista literaria Huella; de 1953 a 1955, editor y director de la revista trimestral de turismo “4 Rumbos”; de 1948 a 1950, jefe del departamento de prensa y publicidad del Banco Central de la República Argentina; de 1960 a 1961, director de publicaciones de Editorial Haynes; desde 1942 colaborador en los diarios Cabildo, Tribuna y Democracia; en 1982, director del diario La Voz y en 1994, académico de la Academia Nacional de Periodismo. Siendo muy joven, le publicó poesías en el diario La Nación el entonces director de su suplemento literario, el reconocido escritor Eduardo Mallea, bahiense, que había integrado el jurado que lo premió en 1938 en los Juegos Florales de Bahía Blanca. Formaba parte del Club Gente de Prensa.
Además de una destacada actuación en el campo de la educación, ocupó importantes cargos en la función pública, entre otros, de 1950 a 1952, fue subsecretario de Cultura de la Nación y simultáneamente, director general de Cultura del Ministerio de Educación, presidente de la Comisión Nacional de Cultura y presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano.
En 1973 fue Secretario de Estado de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación; de 1989 a 1991, director de la Biblioteca Nacional y de 1991 a 1994, Secretario de Cultura de la Nación. Su empuje y capacidad de organización –que había revelado y desarrollado en la actividad privada, como gerente de marketing de una empresa textil, como organizador de una imprenta, etc.- le llevaron a concluir y habilitar durante su gestión el nuevo edificio de la Biblioteca Nacional, cuya construcción había empezado varias décadas atrás y se había ido demorando.
Entre las numerosas distinciones recibidas, se destacan las de Caballero de la Orden de Isabel La Católica, condecoración otorgada por el gobierno de España, y Caballero de las Artes y las Letras, condecoración otorgada por el gobierno de Francia.+
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