Desde las 21.30 comenzaron a afluir los primeros grupos de fieles hacia la catedral de Nuestra Señora de la Encarnación. Hasta la medianoche hubo cantos, animación con reflexiones y un momento de adoración a Jesús en la Eucaristía.
A la hora cero, exactamente a un año del Congreso Eucarístico, se entonó el himno oficial, mientras la Plaza Independencia se teñía de colores con los fuegos artificiales. El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, y el secretario general de la actividad, presbítero Marcelo Barrionuevo, compartieron la alegría con los presentes.
Antes de despedirse, el padre Barrionuevo hizo una reflexión sobre lo que significa recibir en la provincia el undécimo Congreso Eucarístico, con el que la Iglesia en la Argentina celebrará el bicentenario de la Independencia. El sacerdote animó a realizar gestos concretos para disponer a los tucumanos a recibir a Jesús sacramentado e insistió en la colaboración de todos para el éxito de la actividad.
En tanto, los organizadores confirmaron que el viernes 24 de julio se realizará en Buenos Aires un nuevo encuentro de los delegados nacionales para el Congreso Eucarístico a fin de presentar las novedades y avanzar en el plan pastoral diseñado para llegar espiritualmente dispuestos.+
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