Francisco: “Permiso, perdón y gracias, palabras clave de la vida en familia”
Hoy las fuerzas policiales de Italia probaron un nuevo esquema de seguridad, teniendo en vista del Jubileo de la Misericordia que inicia el 8 de diciembre próximo, por lo que aislaron una zona entre la plaza de San Pedro y las calles aledañas produciendo bastante congestión.
En cambio en la plaza, antes de las 9.30, Francisco llegó en el jeep descubierto y durante casi media hora recorrió los pasillos saludando a los fieles allí reunidos. Los niños, como ya es habitual, se convierten en los protagonistas y gracias a los hombres de la seguridad que los acercan al jeep, reciben la bendición del Papa. Al llegar al palco, Francisco se detuvo unos instantes frente a una estatua de la Virgen de Fátima y rezó en silencio. Pero, durante los saludos, el Santo Padre pidió al traductor de portugués que rezara un Ave María en esta lengua por la memoria Litúrgica que hoy se celebra, 13 de mayo, día de Nuestra Señora de Fátima.
Una semana más, el Pontífice prosiguió con las catequesis sobre la familia. Esta mañana, el Papa indicó en el resumen hecho en español que consigna la agencia Zenit: “Queridos hermanos y hermanas: La catequesis de hoy quiere ser la puerta de una serie de reflexiones sobre la vida de la familia, la vida real, la vida cotidiana. Sobre esta puerta están escritas tres palabras que ya hemos utilizado otras veces: permiso, gracias, perdón. Más fáciles de decir que de poner en práctica, pero absolutamente necesarias”. Son palabras -añadió Francisco- vinculadas a la buena educación, en su sentido genuino de respeto y deseo del bien, lejos de cualquier hipocresía y doblez.
Así, reconoció que “la palabra permiso nos recuerda que debemos ser delicados, respetuosos y pacientes con los demás, incluso con los que nos une una fuerte intimidad. Como Jesús, nuestra actitud debe ser la de quien está en la puerta y llama”. Del mismo modo indicó que “dar las gracias, segunda palabra, parece un signo de contradicción para una sociedad recelosa, que lo ve como debilidad. Sin embargo, la dignidad de las personas y la justicia social pasan por una educación a la gratitud. Una virtud, que para el creyente, nace del corazón mismo de su fe”. Finalmente, el Papa recordó que el perdón es el mejor remedio para impedir que nuestra convivencia se agriete y llegue a romperse. “El Señor nos lo enseña en el Padrenuestro, aceptar nuestro error y proponer corregirnos es el primer paso para la sanación”, observó. Y así, ha invitado a los esposos a no terminar nunca el día sin reconciliarse, sin hacer la paz.
A continuación, el Santo Padre saludó a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Honduras, Argentina y otros países latinoamericanos. “Que el Señor nos ayude a colocar estas tres palabras en su justo lugar, en nuestro corazón, en nuestra casa, y también en nuestra convivencia civil. Muchas gracias”, pidió el Papa.
Tras finalizar los saludos en diversos idiomas, el Papa dirigió un pensamiento especial para los jóvenes, los enfermos y los recién casados. De este modo, recordó que hoy es la memoria litúrgica de la Virgen María de Fátima. Por eso, pidió a los jóvenes que aprendan a cultivar la devoción a la Madre de Dios, con la oración diaria del Rosario. A los enfermos los invitó a sentir a María presente en la hora de la cruz. Finalmente, a los recién casados, les sugirió que recen a la Virgen para que no falte nunca en sus casa el amor y el respeto recíproco.+
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