Mons. Aguer objetó a quienes proponen la “actualización” de lo que Cristo estableció
“La promoción de la mujer a lo largo de la historia ha sido fruto del cristianismo, y desde el inicio de la Iglesia el papel de las mismas en la obra de la evangelización es fundamental. La Virgen María no fue sacerdote, y sin embargo se asoció activamente a la obra de la redención realizada por medio del sacrificio de Cristo; su dignidad y poder es superior al poder sacerdotal”, destacó en una carta de lectores.
El prelado consideró que el editorial “parece adherir a la ideología de género que en la actualidad inspira amplias áreas de la cultura” y dijo no creer que “según la gran tradición de la Iglesia se pueda sostener la postura que adopta La Nación, aunque haya grupos de teólogas en todo el mundo que cuentan con fuerte apoyo de opinión y de dinero para promover aquella postura: mujeres diaconisas, luego presbíteras y finalmente obispas”.
“Jesucristo eligió varones para prolongar en la historia su sacerdocio. Las razones teológicas que sustentan esa elección ilustran el misterio de la Iglesia, Esposa de Cristo, más allá de los cambios culturales y de los devaneos de quienes proponen la ‘actualización’ de lo que el Señor estableció”, concluyó.
Texto oficial de la carta de lectores
Me ha sorprendido enormemente el editorial de La Nación del 26 de mayo pasado, sobre el pedido, dirigido por parte de superioras generales de congregaciones religiosas al Papa Francisco, de crear una comisión especial para estudiar la posibilidad de que las mujeres accedan al sagrado orden del diaconado. El Santo Padre prometió ocuparse del tema, consultando a la Congregación para la Doctrina de la Fe, para aclarar las cuestiones históricas y teológicas en juego.
La promoción de la mujer a lo largo de la historia ha sido fruto del cristianismo, y desde el inicio de la Iglesia el papel de las mismas en la obra de la evangelización es fundamental. La Virgen María no fue sacerdote, y sin embargo se asoció activamente a la obra de la redención realizada por medio del sacrificio de Cristo; su dignidad y poder es superior al poder sacerdotal.
El mencionado editorial parece adherir a la ideología de género que en la actualidad inspira amplias áreas de la cultura. No creo que según la gran tradición de la Iglesia se pueda sostener la postura que adopta La Nación, aunque haya grupos de teólogas en todo el mundo que cuentan con fuerte apoyo de opinión y de dinero para promover aquella postura: mujeres diaconisas, luego presbíteras y finalmente obispas.
Jesucristo eligió varones para prolongar en la historia su sacerdocio. Las razones teológicas que sustentan esa elección ilustran el misterio de la Iglesia, Esposa de Cristo, más allá de los cambios culturales y de los devaneos de quienes proponen la “actualización” de lo que el Señor estableció.+
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