El donativo pontificio fue canalizado a través del Dicasterio del Desarrollo Humano Integral y tiene como objetivo ayudar a las personas damnificadas en esta primera fase de emergencia.
Tras indicarse que esta contribución pretende ser una expresión inmediata del sentimiento de cercanía espiritual del Santo Padre a los afectados, se puntualizó que se distribuirá, en colaboración con la Nunciatura Apostólica, entre las zonas más afectadas por la catástrofe y se destinará a la ayuda y asistencia a las personas y territorios.
En las últimas dos semanas, las inundaciones fuertes causadas por el temporal afectaron a las regiones nororiental y meridional de Irán y las autoridades temen que el fenómeno climático continúe en los próximos días.
Las poblaciones de las provincias de Golestán, Lorestán y Kuzestán son las más afectadas y la de Kermanshah ya fue puesta a prueba por el terremoto del año pasado. Más de 10 millones de personas sufrieron daños en sus hogares y propiedades, mientras que 2 millones necesitan ayuda urgente.
Hasta ahora murieron 77 personas y al menos 1.070 resultaron heridas. Más de 200.000 personas fueron evacuadas de sus aldeas y el Ministro del Interior también anunció ayer la evacuación de la ciudad de Ahwaz. Los daños estructurales a la infraestructura y a la agricultura son considerables.+
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