“¿Qué aporto en mi paso por esta Tierra?”, preguntó Mons. Fernández
En su primer video, emitido el martes 17 de marzo, tomó el Evangelio en que Jesús invita a ser “sal y luz para el mundo”. “Jesús te lo pide a vos: ¿Para qué? Para que el mundo tenga más sabor y color”, afirmó el arzobispo. “Vos dirás, ¿qué puedo aportar yo? ¿yo le voy a poner sabor y color al mundo? Y es así, cada uno de nosotros tiene un don, es parte del sabor y del color de este mundo, y vos también. Hace falta tu nota en la sinfonía de esta vida” añadió.
Seguidamente, recordó el relato de unos astronautas: “En algún momento, desde allá arriba, sentían un rumor, una canción que venía de la Tierra. Todos los ruidos, los llantos, los cantos de la Tierra, formaban una canción misteriosa. Ahí está tu nota, en esa canción que Dios escucha. Y tu nota puede ser una nota de esperanza, de alegría, de generosidad, de capacidad de entrega. ¿Cuál es tu nota?”, preguntó el prelado a la comunidad platense.
Monseñor Fernández mencionó a los primeros cristianos que “gozaban de la estima de todo el pueblo”, y animó a la feligresía a “ser luz, ser sabor”. “Esto quiere decir aportarle las cosas bellas del Evangelio, de tu fe y de tus convicciones al mundo. Aportar lo tuyo”, explicó.
Entonces, invitó a preguntarse “¿Qué aporto en mi paso por esta Tierra?”, y lo ejemplificó con las personas que están en sillas de ruedas: “Aun esa persona es sal y luz para el mundo, con una palabra amable, que da aliento, con una sonrisa sencilla, que da esperanza a los demás. Escribiendo algo en las redes sociales o simplemente bendiciendo”, indicó.
“Si esto lo puede hacer un paralítico, cuántas cosas más podés hacer vos que podés caminar. Vos sos único, Dios te creó así. Pregúntate entonces: ‘¿Qué espera el Señor de mí en esta Tierra?’
Monseñor Fernández concluyó su reflexión con una oración: “Señor, porque soy obra de tus manos, gracias por tu amor infinito que me formó en el seno de mi madre. Gracias porque me diste un lugar en esta Tierra. Gracias porque me creaste irrepetible, único. Ayúdame a quererme, a valorarme, así como soy. Ayúdame a sacar lo mejor de mí, porque yo también quiero ser sal y luz para este mundo. Amén”. Finalmente, impartió la bendición a los televidentes.
Con motivo de la emergencia sanitaria declarada por la pandemia del Covid-19, el arzobispo de La Plata enviará videos los días martes y viernes con reflexiones sobre el Evangelio, para quienes no puedan asistir a la misa dominical, y para animar a la oración desde el hogar. +
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