Loreto (Misiones) (AICA): Los fieles misioneros peregrinaron este fin de semana a la localidad de Loreto, considerado el “centro de peregrinación y espiritual” de la diócesis de Posadas, para celebrar juntos la clausura del Año de la Fe. El obispo, monseñor Juan Rubén Martínez, reflexionó sobre los desafíos que deben asumir los católicos y animó a inculcar valores. También se mostró preocupado por el creciente alcoholismo y la drogadependencia.
Los peregrinos partieron en el mediodía del sábado y llegaron a la localidad en las primeras horas del domingo de diversas formas: a pie, en bicicleta, en moto o a caballo. En el destino, se celebraron misas a las 6, a las 9 y a las 13. El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, presidió la misa de las 9, acompañado por decenas de sacerdotes y diáconos. Más tarde se realizó un festival.
Durante la celebración, monseñor Juan Rubén Martínez destacó que Loreto es un lugar “fundamental”, porque es la Casa de la Madre y “lugar de memoria”, además de ser uno de los lugares donde se dio inicio a las misiones que evangelizaron la región. También recordó a los santos mártires rioplatenses, san Roque González, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, que enseñan “a vivir sirviendo con amor, porque ellos amaron de verdad”.
El obispo propuso reflexionar sobre la comunión, la alegría, la misión y la esperanza. Sostuvo que, de no haber comunidad, será imposible anunciar el Reino. También meditó sobre la alegría de espíritu que da ser discípulos, pero advirtió que muchas veces es portadora de cruz, de dolores y sufrimientos.
Monseñor Martínez también habló sobre los desafíos que deben asumir los católicos con respecto a la misión. Animó a una conversión y renovación pastoral de los agentes y las estructuras. Expresó: “Tenemos una enorme responsabilidad y venimos hoy a Loreto a profundizar nuestra fe. Recordamos que tenemos Fe, no en algo, sino en Alguien, que es nuestro Señor Jesucristo y este creer en Él y llamarnos cristianos, significa que tenemos una enorme responsabilidad con el tiempo de hoy para llevar valores a una sociedad donde hay tantos antivalores y llevar siempre la esperanza”.
El prelado destacó finalmente la esperanza que mueve a la Iglesia: "Dede Loreto, celebramos la memoria, agradecemos y ofrecemos el presente; nos proyectaremos en la esperanza y nos comprometeremos a ser testigos como lo fueron los mártires de las misiones".
Monseñor Martínez también recordó el documento de los obispos en el que se habla del “antivalor” del alcohol y la droga: “Estamos llamados a abrazar al que está sufriendo y llevarle esperanza, porque no todo está perdido, se puede cambiar. Y en esta clausura del Año de la Fe, queremos una vez más ser testigos de la fe y llevar esperanza al mundo”, concluyó.+
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