Miren a Jesús crucificado en cada enfermo que curen, pidió el Papa a los médicos
Ciudad del Vaticano (AICA): “Tantas veces aquella pregunta de Dostojevsky me hace angustiar el corazón: ´¿Por qué sufren los niños?´” les dijo el papa Francisco al recibir este sábado, 12 de abril, a los participantes del Congreso de la Sociedad italiana de cirugía oncológica, promovido por la Universidad La Sapienza de Roma, y añadió: “Solamente Cristo da sentido al escándalo del dolor inocente” e invitó a los médicos y personal sanitario allí presentes que “miren a Jesús crucificado y resucitado cuando miren a los enfermos en su labor cotidiana”.
El Papa reconoció que actualmente “la investigación científica multiplicó las posibilidad de prevención y curación y descubrió el tratamiento para diversas patologías”. Por ello los instó a proseguir “con el empeño de alto valor, para dar respuesta a las expectativas y a las esperanzas de muchos enfermos de todo el mundo”.
Pero entretanto aseguró el Pontífice que “para poder hablar de plena salud es necesario no perder de vista que la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios es una unidad de cuerpo y alma. Estos dos elementos se pueden distinguir pero no separar, porque la persona es una”.
“Por este motivo -añadió el Papa- la experiencia del dolor y del sufrimiento no se refieren solamente a la dimensión corpórea, sino al hombre en su totalidad. De aquí la exigencia de una curación integral, que considere a la persona en su conjunto y dé a la atención médica también un apoyo humano, psicológico y social, acompañamiento espiritual y apoyo a los parientes del enfermo”.
Por último el Pontífice recordó a los presentes que este domingo “inicia la semana santa, que culmina en el triduo de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Aquí el sufrimiento humano es asumido hasta el fondo y redimida por Dios. Por el Dios-amor”. “"Y a los pies de la cruz de Jesús nosotros encontramos a la Madre dolorosa. Ella es -concluyó el Papa- madre de toda la humanidad y está siempre presente cerca de sus hijos enfermos. Si nuestra fe vacila, la suya no. María los sostenga también en el empeño de búsqueda y de acción”. +
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