San Fernando del Valle de Catamarca (AICA): Durante la mañana del viernes 11, se concretó el traslado de una antigua imagen de un Cristo crucificado, que data de más de 200 años, desde la casa particular de su dueña, doña Clementina Arroyo, hasta la catedral basílica de Nuestra Señora del Valle, que recibió la apreciada donación. El breve acto se concretó frente al domicilio particular ubicado en el barrio La Cruz Negra, donde la antigua imagen fue expuesta a los presentes por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, quien recitó un hermoso himno al Cristo crucificado.
La solemne ceremonia comenzó en el domicilio particular de la mujer, quien sumó a este acontecimiento al festejo de sus 90 años de vida, y contó con la presencia del obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc; el vicario general de la diócesis, presbítero Julio Quiroga del Pino, y un buen número de vecinos, entre ellos el exintendente de la capital, Ricardo Guzmán.
El breve acto se concretó frente al domicilio particular ubicado en el barrio La Cruz Negra, donde la antigua imagen fue expuesta a los presentes por monseñor Urbanc, quien recitó un hermoso himno al Cristo crucificado, coronado con el canto del Ave María interpretado por integrantes de la Banda de Música de la Policía de la Provincia. Los asistentes entonaron el Cumpleaños Feliz dedicado a doña Clementina, quien dio gracias a Dios por el don de la vida.
Desde allí se puso en marcha una caravana vehicular que, escoltada por personal de la Guardia Urbana de la municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca y de la policía provincial, recorrió las calles de la ciudad hasta el santuario, donde su rector, el presbítero José Antonio Díaz, recibió la imagen.
Al finalizar la celebración eucarística presidida por el obispo, doña Clementina Arroyo comentó: “Mi papá me dijo que, cuando yo me vaya de este mundo, deje la imagen en alguna capilla para que ahí permanezca y sea venerada. Por eso decidí donarla a la catedral, porque qué mejor lugar para Cristo que al lado de su Madre. Él es el Hijo que viene a estar cerca de la Madre”.
Respecto de la imagen, explicó que este Cristo tiene más de 200 de años y fue traído de España: “En esa época todas las imágenes eran traídas de Europa y después eran repartidas en las familias. Mi tatarabuela pidió un Cristo y desde entonces está en la familia Arroyo. En ese entonces ellos vivían en Mendoza y luego se trasladaron a Catamarca”.
Por último, expresó: “Estoy muy feliz de poder compartir este día con todos, aquí en la casa de la Virgen. Fue inolvidable el gesto, el regalo del Señor Obispo de compartir el desayuno en mi casa. Todos mis vecinos se acercaron a saludarme, pusieron globos en la calle y fue maravilloso el cariño de la gente”.+
Publicar un comentario