Ciudad del Vaticano (AICA): Dirijo a todos ustedes un firme llamado a continuar rezando con insistencia por la paz en Tierra Santa, a la luz de los trágicos acontecimientos de los últimos días”, dijo el papa Francisco este domingo tras rezar el Ángelus junto a miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro. El Santo Padre elevó una plegaria por la paz e invitó a todos a unirse en la oración.
El Santo Padre elevó una plegaria por la paz e invitó a todos a unirse en la oración:
“Ahora, Señor: ¡ayúdanos Tú! ¡Dónanos Tú la paz, enséñanos Tú la paz, guíanos Tú hacia la paz! Abre nuestros ojos y nuestros corazones y dónanos el coraje de decir: “¡nunca más la guerra!”; “¡con la guerra todo está destruido!”. Infunde en nosotros el coraje de cumplir gestos concretos para construir la paz. Haznos disponibles para escuchar el grito de nuestros ciudadanos que nos piden que transformemos nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros miedos en confianza y nuestras tensiones en perdón”.
El Papa recordó el encuentro del 8 de junio pasado con el patriarca ortodoxo Bartolomé y los presidentes israelí y palestino Simon Peres y Mahmud Abbas: “alguien podría pensar que tal encuentro tuvo lugar en vano”, dijo.
“En cambio no, porque la oración nos ayuda a no dejarnos vencer por el mal ni a resignarnos a que la violencia y el odio predominen sobre el diálogo y la reconciliación”, aseguró.
“Exhorto a las partes interesadas y a todos los que tienen responsabilidad política a nivel local e internacional a no escatimar la oración y cualquier tipo de esfuerzo para hacer cesar toda hostilidad y conseguir la paz deseada para el bien de todos”, añadió.
Antes de rezar el Ángelus, el Papa Francisco comentó la parábola del sembrador, que aparece en el Evangelio de este domingo, y destacó que “el verdadero protagonista es la propia semilla, que produce más o menos fruto según el terreno sobre el que cae”.
“La semilla que cae sobre el camino indica a cuantos escuchan el anuncio del Reino de Dios pero no lo acogen; así llega el Maligno y se lo lleva. De hecho el Maligno no quiere la semilla del Evangelio germine en el corazón de los hombres. Este es la primera comparación. La segunda es aquella de la semilla que cae sobre las piedras: esta representa a las personas que escuchan la Palabra de Dios y la acogen enseguida, pero superficialmente, porque no tiene raíces y son inconstantes; y cuando llegan las dificultades y los tormentos, estas personas caen enseguida.
El tercer caso es aquella de la semilla que cae entre las zarzas: Jesús explica que se refiere a las personas que escuchan la Palabra pero, a causa de las preocupaciones mundanas y de las seducciones de la riqueza, permanece sofocada. Finalmente, la semilla que cae en terreno fértil representa a cuantos escuchan la Palabra, la acogen, la cuidan y la comprenden, y esa da fruto. El modelo perfecto de esta tierra es la Virgen María”.
El Papa señaló que el de las parábolas es “un lenguaje comprensible para todos, con imágenes de la naturaleza y de la vida cotidiana” y destacó que la parábola del sembrador “nos recuerda que nosotros somos el terreno donde el Señor lanza incansablemente la semilla de su Palabra y de su amor”.
“¿Con qué disposición la acogemos? ¿Cómo esta nuestro corazón? ¿A qué terreno se parece: a un camino, a un pedregal, a unas zarzas? –planteó-. Depende de nosotros convertirnos en terreno bueno sin espinas ni piedras, pero formado y cultivado con cuidado, para que pueda dar buenos frutos para nosotros y para nuestros hermanos”. +
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