Formosa (AICA): Como en años anteriores, la procesión se inició cerca de las 15 en la Rotonda de la Virgen, ubicada sobre la avenida Independencia, en la salida norte de la ciudad. Una multitud acompañó la sagrada imagen en una caminata peregrina hasta la catedral, en un recorrido de un poco más de 30 cuadras. A su paso por las calles los vecinos saludaron a la patrona con salvas de bombas, pañuelos, vítores y cantos.
Este año a diferencia de los anteriores, la imagen de la Virgen llegó a la catedral y desde allí fue trasladada a la orilla del río Paraguay, frente a la explanada del puerto, donde los fieles rezaron y pidieron a la Santa Madre por todas las personas que se encuentran afectadas por los embates del río y para que Ella interceda ante el Señor para que se normalice este fenómeno que afecta a miles de formoseños.
Culminada la plegaria, que fue encabezada por el obispo diocesano, monseñor José Vicente Conejero Gallego, los peregrinos regresaron nuevamente a las puertas de la iglesia catedral, donde se celebró la misa.
Al momento de la homilía, monseñor Conejero dijo: “El crecimiento de la corrupción de la drogadependencia, la violencia generalizada en el país y en el mundo entero, sin embargo y a pesar de todo, no debe ser excusa para dejar de agradecer a Dios, que es fiel y bueno, por el don de la Vida y de la Fe”.
Monseñor Conejero se mostró agradecido por encabezar una nueva Fiesta Diocesana. En otro tramo de su prédica dio a conocer que escribió al papa Francisco contándole “sobre todo lo que está pasando en Formosa”, especialmente por la situación que afrontan miles de familias a causa de las crecidas del río y las intensas lluvias. El obispo indicó que “Dios dispone de todas las cosas para el bien de quien los Ama”.
Más adelante, el prelado reflexionó sobre el lema convocante. Hizo referencia a la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, cuyo objetivo es la de avanzar a la conversión pastoral y misionera. Afirmó que la misión “transforma todo, el corazón y el mundo”, e invitó a los fieles a constituirse en “permanentes evangelizadores”, audaces y sin miedo.
“Que estemos siempre unidos a Jesús que no hace bien, que la gloria de Dios este antes que las de los hermanos y que la de los hombres. Que contemos siempre con la fuerza que suscita el Espíritu Santo, convencido que sólo el encuentro con Jesús nos hace sentir verdaderamente humano”, deseó el obispo.
Al final de su prédica, monseñor Conejero reflexionó sobre las virtudes de la Virgen María en su importante rol de la madre de Jesús, de sus padecimientos, sufrimientos, privaciones y sin embargo siempre fiel. Habló además de la presencia de María, la llena de Gracia quien siempre deja una enseñanza, y pidió vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida.
El obispo invitó a escuchar la Palabra de Dios especialmente en la vida, a creer en ella y a poner en práctica sus exigencias. “Descubrir a Jesús vivo, presente en todas las circunstancia, nos invita además a vivir cercanos a las necesidades de nuestros hermanos y a solidarizarnos con ellos”, concluyó.
Censura al obispo
Desde hace meses, el gobierno local mantiene una posición hostil frente a la diócesis luego de que el obispo y el presbiterio se manifestaran en contra de la instalación de una planta procesadora de uranio y un reactor nuclear en territorio provincial. Por ello, la red de medios estatales alegó “problemas técnicos” al censurar la homilía de monseñor Conejero.
En el momento en el que el obispo iba a comentar las lecturas de la Liturgia de la Palabra, la señal televisiva Lapacho TV silenció el sonido ambiente y dejó simplemente la imagen. El momento fue rellenado con un locutor que repasó una efeméride de la Virgen del Carmen. Monseñor Conejero no hizo alusiones durante su homilía a la radicación de la firma Dioxitek en la provincia, aunque sí leyó un comunicado referido al tema al concluir la misa.
La prensa local no vinculada al aparato estatal catalogó lo sucedido como “una verdadera violación a los derechos fundamentales de libre expresión”. Un mes atrás, los medios oficiales ignoraron el lanzamiento de la Colecta Anual de Cáritas, un acontecimiento que todos los años convocaba a la prensa en el obispado local.
Durante la audiencia pública celebrada con motivo de la instalación de la planta procesadora y el reactor nuclear, el obispado de Formosa consideró que “no es lícito hipotecar la vida y la salud de generaciones futuras de formoseños” y consideró contradictorio embarcar a la provincia en un nuevo megaemprendimiento cuando aún restan obras sin concluir.+
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