San Salvador de Jujuy (AICA): El obispo de Jujuy, monseñor César Daniel Fernández, reflexionó a partir del procesamiento del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, por presunta asociación ilícita y cohecho, sobre los casos de corrupción que involucran a la clase política argentina. El prelado deseó que la Justicia “pueda actuar con libertad” para esclarecer las responsabilidades y lamentó que las sospechas sobre la dirigencia afecten la moralidad y la institucionalidad.
El obispo señaló en una entrevista a Jujuy al Día que tales situaciones llevan a las personas más vulnerables a considerar que el delito es un modo justificado de proceder. “Esto no ayuda a los ciudadanos de condiciones más bajas, ya que piensan que si los otros lo hacen, por qué ellos no deberían hacerlo”, expresó.
Monseñor Fernández manifestó que los casos de corrupción “siempre han existido”. Al respecto, detalló: “Los que tenemos memoria y algunos años vemos que al pasar los distintos gobiernos hubo funcionarios que no estuvieron a la altura de las responsabilidades que tienen, y del juramento que hicieron para servir a la patria, al pueblo y no servirse de ellos”.
“Esto pasó con funcionarios de la dictadura y en los años 90; han sido juzgados y procesados por hechos de corrupción, y también funcionarios de este gobierno, y ahora lo que uno espera es que la Justicia, que es el respaldo que todos tenemos, pueda trabajar con libertad y podamos sentir todos que más allá del cargo que tenemos, debemos hacer las cosas bien porque si no, vamos a ser sancionadas por la ley”, resumió el prelado.
“Espero que todos los ciudadanos tengamos la tranquilidad de tener una justicia, que va a trabajar tranquila, independiente, haciendo lo que tenga que hacer sin sufrir la presión de nadie”, sostuvo.
Monseñor Fernández afirmó que los hechos de corrupción afectan la moralidad y la institucionalidad: “Muestran que se puede obrar con impunidad, que se puede estar protegido por el cargo que tiene, o que se puede aprovechar de la situación en la que está para obtener algún beneficio personal”.
“Si uno mira a las personas que están arriba de uno, a los representantes, son quienes tienen que mostrarnos un modelo y una conducta y cuando hacen esto, no le ayuda al ciudadano de condición más baja, porque piensan que si otro lo hace por qué no lo voy a hacer yo”, opinó.
Para finalizar, el obispo de Jujuy manifestó a trabajar por erradicar las conductas espurias tanto en la política como en el empresariado, en el ámbito sindical y hasta en la Iglesia.
“Esta situación evidentemente necesita que nosotros nos pongamos a trabajar para la gente y hacer lo mejor posible. Si hemos sido favorecido por Dios con dones, capacidades y bienes materiales para poder trabajar por los demás y no por nosotros mismos, tenemos que tener en claro a quien servimos”, concluyó.+
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