Mons. Arancedo: “La paciencia es una manera de sabiduría, también en política”

Mons. Arancedo: “La paciencia es una manera de sabiduría, también en política”




Santa Fe (AICA): El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, consideró que “la paciencia es una virtud que tiene mala prensa”, al asegurar que en los tiempo que corren se valora “lo inmediato, lo que no hay que esperar. Tal vez esto encuentre algún justificativo en una cultura del zapping, o el deseo de quedarnos rápidamente con lo que nos gusta”. “La paciencia es virtud, incluso es parte de la virtud de la fortaleza, cuando se la vive en el marco de un proyecto de vida. La urgencia, la ansiedad o inmediatez, cuántas veces denota la falta de un camino que de sentido a la espera. Diría que él que ha encontrado un camino, un objetivo, es paciente, porque sabe a dónde va. Esto vale tanto para la vida personal, espiritual o familiar, como social y política. Si no hay un mañana que nos abre a un ideal que nos compromete, la paciencia pierde su sentido”, subrayó.

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, consideró que “la paciencia es una virtud que tiene mala prensa”, al asegurar que en los tiempo que corren se valora “lo inmediato, lo que no hay que esperar. Tal vez esto encuentre algún justificativo en una cultura del zapping, o el deseo de quedarnos rápidamente con lo que nos gusta”.

Aclaró, sin embargo, que “cuando buscamos el resultado de un proyecto llamado a realizarse en el tiempo comenzamos a valorar la espera, que es una manera de sabiduría”.


“La paciencia es virtud, incluso es parte de la virtud de la fortaleza, cuando se la vive en el marco de un proyecto de vida. La urgencia, la ansiedad o inmediatez, cuántas veces denota la falta de un camino que de sentido a la espera. Diría que él que ha encontrado un camino, un objetivo, es paciente, porque sabe a dónde va”, sostuvo.


“Esto vale tanto para la vida personal, espiritual o familiar, como social y política. Si no hay un mañana que nos abre a un ideal que nos compromete, la paciencia pierde su sentido”, agregó.


El prelado destacó que “cuando uno ve en la historia de la Iglesia esas grandes obras de caridad que llevaron adelante personas frágiles, pero dotadas de este espíritu de las Bienaventuranzas, comprende lo que es la santidad como presencia de un estilo nuevo de vida al que somos llamados como un ideal al que no siempre alcanzamos, es cierto, pero qué importante es tenerlo y vivir con la certeza de una verdad que nos da sentido y plenitud”.


“Jesucristo no nos predica una utopía inalcanzable sino una vida es real y posible. Los santos dan testimonio de esta verdad del Evangelio. En este caminar junto a lo imperfecto, ellos han sabido esperar. A ellos los veo como testigos de aquella actitud de Jesucristo de la que San Pedro hizo el mayor elogio, cuando dijo: ‘Pasó haciendo el bien’, es decir, fue curando, elevando y transformado esa realidad herida y postergada. Podemos concluir diciendo, el Señor fue paciente e incluso cargó la cruz”, subrayó.+



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