Buenos Aires (AICA): La Acción Católica Argentina (A.C.A.) y el Foro Internacional de Acción Católica (FIAC) denunciaron hoy que “la guerra y el terrorismo generan una masacre inútil que profundiza el desencuentro, y sobre todo ¡mata!” e imploraron a la comunidad internacional y a los gobiernos y grupos involucrados en estos conflictos que “los detengan, que prevalezca la compasión por los más débiles y la cordura: que inmediatamente cese la violencia y se busquen caminos de diálogo que favorezcan una solución pacífica en cada situación particular”. Asimismo, invitaron a todos a unirse “en el compromiso y en la oración confiada y permanente, para que la paz venza a la violencia como nos recuerda reiteradamente el papa Francisco”.
Por esto, imploraron a la comunidad internacional y a los gobiernos y grupos involucrados en estos conflictos que “los detengan, que prevalezca la compasión por los más débiles y la cordura: que inmediatamente cese la violencia y se busquen caminos de diálogo que favorezcan una solución pacífica en cada situación particular”.
Tras “abrazar” como hermanos y hermanas, desde nuestra fe, a cuantos sufren persecuciones y acompañarlos con su voz y cercanía, pidieron “el don de la paz y la justicia para cada rincón de la tierra”.
Asimismo, invitaron a todos a unirse “en el compromiso y en la oración confiada y permanente, para que la paz venza a la violencia como nos recuerda reiteradamente el papa Francisco: ‘El Dios de la paz suscite en todos un auténtico deseo de diálogo y de reconciliación. La violencia no se vence con violencia. La violencia se vence con la paz’”.
Texto del comunicado
La dolorosa y dramática situación que atraviesan distintos países del mundo, donde la muerte y el odio prevalecen frente al diálogo y la paz, nos llevan una vez más a denunciar que la guerra y el terrorismo generan una masacre inútil que profundiza el desencuentro, y sobre todo ¡mata! ¡Sí!, mata a hermanos y hermanas nuestras -sin distinción de credo o de pertenencia étnica- que quedan en medio de una lucha, que en general no les pertenece, alcanzando a niños, adultos, ancianos, jóvenes, arrasando a la población civil y alcanzando a centros de asistencia, templos, comunidades religiosas.
Irak, Siria, la Franja de Gaza, Ucrania y otras regiones del mundo sufren hoy un dolor indescriptible al que no podemos permanecer ajenos ni indiferentes. Desde lo más profundo de nuestro corazón imploramos a la comunidad internacional y a los gobiernos y grupos involucrados en estos conflictos, que los detengan, que prevalezca la compasión por los más débiles y la cordura: que inmediatamente cese la violencia y se busquen caminos de diálogo que favorezcan una solución pacífica en cada situación particular.
Asimismo, abrazamos como hermanos y hermanas, desde nuestra fe, a cuantos sufren persecuciones y los acompañamos con nuestra voz y nuestra cercanía, pidiendo el don de la paz y la justicia para cada rincón de la tierra.
Invitamos a todos a unirnos en el compromiso y en la oración confiada y permanente, para que la paz venza a la violencia como nos recuerda reiteradamente el Papa Francisco: “El Dios de la paz suscite en todos un auténtico deseo de diálogo y de reconciliación. La violencia no se vence con violencia. La violencia se vence con la paz“.
Como Acción Católica en todo el mundo continuamos orando fervientemente por la paz, y nos uniremos en una forma especial el miércoles 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración, recordando el trágico lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima (1945) y la muerte del papa Pablo VI (1978), en el 50° aniversario de la Ecclesiam Suam, la Encíclica del diálogo.
¡Paz Señor! ¡Madre de la Paz, protege a los pueblos en guerra!+
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